Estamos a 360 días de concluir esta Legislatura. Es decir, a poco menos de un año para que el relevo democrático sea transferido a una nueva asamblea de diputadas y diputados.
Estamos, pues, en la recta final de un trabajo del que todas y todos podemos sentirnos orgullosos y que, desde ahora, podemos decir que ya tiene un lugar en la historia del Poder Legislativo de Veracruz.
Fuimos, por ejemplo, la primera Legislatura en paridad de género, con 25 diputadas y 25 diputados. Fuimos, también, la primera en utilizar las herramientas tecnológicas para permitir las participaciones por teleconferencia. La primera, también, en rechazar al Orfis una Cuenta Pública, porque pedimos que nos aclarara algunas dudas.
Ya ni hablar de que somos la primera con mayoría de izquierda en décadas de lucha democrática en México.
Pero si por momentos es alentador voltear la vista atrás y sentirse satisfecho de lo alcanzado, siempre es más importante tener la mirada en el futuro y acelerar el paso para seguir rindiendo buenas cuentas a Veracruz en los meses que vienen.
Una compañera ejemplar, la diputada Adriana Paola Linares Capitanachi, preside el Congreso desde la semana pasada.
Con ella nos tocará cerrar el tercer año de ejercicio Constitucional y sacar adelante una agenda legislativa que continúe empoderando al pueblo, fortaleciendo el Estado de Derecho, acortando la brecha de la injusticia, atendiendo a la perspectiva de género, perfeccionando las reglas de la convivencia social, consolidando el cambio democrático, afinando la relación entre las instituciones públicas y poniéndonos a la vanguardia nacional del marco jurídico para afirmar Derechos Humanos.
Para añadirle grado de dificultad, como en los deportes, debemos recordar que será un año electoral, con las inevitables pasiones políticas desatadas; un año que también será el último del encargo para 212 Ayuntamientos, respecto a los cuales el Congreso tiene mandato legal de control; y será el año de la recuperación económica después de la peor crisis económica mundial en el último siglo.
Pero si algo se ha demostrado en estos dos primeros años, es que podemos hacer frente a cualquier reto cuando actuamos escuchando el sentir de la gente, cuando somos coherentes con nuestros principios y cuando recordamos el mandato popular del 2018.
Será, por lo tanto, un año intenso, pero productivo.