De todos los abogados veracruzanos que han tenido el privilegio de presidir el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), ninguno había tenido la suerte de Sofía Martínez Huerta, quien hace un año, en escasos 45 días, fue nombrada magistrada por el Congreso local y luego elegida fast track por el Pleno como presidenta del Poder Judicial del Estado.
Ni Edel Álvarez Peña, su antecesor, quien tampoco tenía trayectoria judicial cuando en 2010 el gobernador Fidel Herrera Beltrán lo propuso como magistrado, tuvo su buena fortuna, ya que el ex alcalde de Coatzacoalcos pasó seis años en diferentes Salas del TSJ antes de que en noviembre de 2016 lo promoviera el aun gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares para presidir el PJE.
Por eso, como se recordará, el 2 de diciembre de 2019, luego de rendir protesta como presidenta del TSJE, durante el saludo a los integrantes del Pleno, la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda, aspirante también a la presidencia del Poder Judicial, le echó en cara a Martínez Huerta: “Veracruz siempre estará dominada por el dedazo. Aquí no importan los méritos”.
Posteriormente, ante los medios de comunicación, Castañeda Palmeros, quien cuenta con una trayectoria de más de 48 años en el Poder Judicial –inició como escribiente del Juzgado Primero de Primera Instancia de Xalapa, en enero de 1972–, dijo en esa ocasión que a doña Sofía “la nombraron hace unas semanas por dedazo en el Congreso y por dedazo llega a la presidencia del Tribunal. Yo no le reconozco más mérito que haber encontrado un asesor que la ha llevado a este éxito”, en presunta alusión al magistrado jubilado Dionisio Gutiérrez, con quien la flamante titular del PJE había trabajado como secretaria.
Además de Yolanda Cecilia, otros dos magistrados, Concepción Flores Saviaga y Raúl Pimentel, aspiraban también a la presidencia del Poder Judicial, pero Flores Saviaga denunció que a pesar de que hicieron una petición al Pleno para ser considerados como candidatos a la titularidad del TSJ y del Consejo de la Judicatura, se les negó la recepción de sus documentos que presentaron antes de las 10 horas de ese lunes 2 de diciembre, por lo que la ex presidenta del Tribunal Estatal Electoral de Veracruz anunció que impugnaría ante los tribunales federales la elección de Martínez Huerta.
Sin embargo, ahora que fue destituida el pasado viernes con las similares reglas no escritas y maniobras legaloides por los mismos actores y factores políticos que hace un año la hicieron magistrada y le dieron la representatividad del Poder Judicial, doña Sofía se niega a admitir su desahucio y, por ende, reconocer que la sacan porque les falló a quienes la pusieron e impusieron ahí.
Sin embargo, ella –cuya prole ha abusado metiendo amigos, novias y amantes a la nómina del Poder Judicial con sueldos de hasta 30 mil pesos mensuales– acusa a funcionarios de los poderes Ejecutivo y Legislativo de la “ilegal” embestida, señalándolos de pretender encubrir presuntos desvíos financieros del pasado, contra los que ella tampoco ha procedido penalmente a lo largo de todo este año, incurriendo en una grave falta que bien podría tipificarse como incumplimiento de un deber legal.
RESURGE LA DINASTÍA SERVÍN
Este lunes 26, en una ceremonia que tendrá lugar a las 16:30 horas en la sede de la Federación Estatal de la CNOP, la maestra Acela Medina Servín asumirá formalmente la presidencia estatal del Organismo Nacional de Mujeres del Sector Popular del PRI en Veracruz.
La maestra coatepecana se venía desempeñando hasta hoy como titular de la Secretaría de Vinculación con Organizaciones y Sociedad Civil de la CNOP estatal que encabeza el ex diputado local, ex alcalde de Paso de Ovejas y ex dirigente juvenil priista Adolfo Ramírez Arana.
La nueva labor encomendada a Medina Servín no le es desconocida, pues se ha destacado precisamente por el trabajo que ha venido realizado como representante en Veracruz de la organización nacional “Mujeres Transformando Vidas”, apoyando sobre todo a las víctimas de violencia.
La maestra, quien se menciona que podría ser la carta fuerte del PRI para disputar la diputación local o la alcaldía de Coatepec en la próxima elección, es sobrina de la extinta lideresa magisterial Acela Servín Murrieta, fundadora del SETSE, de muy grato recuerdo en un amplio sector del profesorado veracruzano.
EN ATZALAN, OTRO PROFESOR
Fernando García Villar, de 29 años de edad, es un joven profesor de educación primaria que actualmente se desempeña como Agente Municipal de la comunidad de La Palma, en el municipio de Atzalan.
Según nos dicen, es tan popular que varios partidos políticos lo andan cortejando para ser postulado a la alcaldía de ese municipio cercano a Xalapa.
Su simpatía, honestidad y trabajo permite que hoy en día sea muy bien visto y apreciado en toda la parte media y baja del municipio de Atzalan, donde se concentra el mayor número de votos para ganar una elección municipal.
El profesor no tiene antecedentes penales y nunca ha ocupado un cargo público, sólo el de la Agencia de su comunidad.
García Villar ha participado como militante y activista político del PRI por más de 12 años. Por eso, Marlon Ramírez, actual dirigente estatal del PRI, lo ha buscado para ofrecerle la candidatura a la alcaldía, pero nos comentan que él todavía no ha aceptado la invitación del ex subsecretario de Gobierno y ex regidor porteño, ya que para el maestro aún no son los tiempos.
Sin embrago, lo que también se cuenta es que el popular profesor sería el “gallo” de Rodrigo Calderón Salas, actual diputado federal de Morena por el séptimo distrito electoral.
Según se sabe, la candidatura de Morena se decidirá por encuesta en noviembre próximo, y García Villar llevaría clara ventaja sobre José Arcos (a) “El Palomo”, ex pareja sentimental de la actual diputada de Morena, Adriana Esther Martínez Sánchez, quien también estaría apoyando a Carlos Torres, el cual es señalado de aprovechar su cargo en la Secretaría del Bienestar para hacer proselitismo personal.
La ventaja del profesor Fernando García Villar es que tiene trabajo político de 12 años, durante los cuales ayudó en su momento a varios candidatos que ganaron la alcaldía, por lo que ahora él cree que es su tiempo, y desde hace un año ha venido caminando por las congregaciones y rancherías de Atzalan, pero sin banderas políticas.
Habrá que esperar a ver qué resultados arroja la encuesta y qué otros criterios considera la dirigencia estatal de Morena para postular al candidato idóneo, pues nos refieren que Carlos Torres difícilmente gana en la cuadra de su casa, mientras que José Arcos ya perdió la elección municipal anterior.
Mientras tanto, el profesor García Villar sigue deshojando la margarita, pues comentan que
también representantes de Movimiento Ciudadano y hasta del PAN lo andan cortejando.