Barron Trump, hijo del presidente Donald Trump, tuvo COVID-19. Así lo reveló su madre, la Primera Dama Melania Trump, a la hora de anunciar que tanto ella como Barron han dado negativo en el último testeo.
En un comunicado titulado “Mi experiencia personal con el COVID-19”, Melania describió el momento en el que se confirmó que su hijo había dado positivo. Indicó que luego de que tanto ella como el mandatario se enteraran de que habían contraído la enfermedad -el pasado 2 de octubre- su mente “inmediatamente pensó” en su hijo: “Para nuestro alivio, su test dio negativo. Pero al igual que numerosos otros padres han pensado a lo largo de estos meses no pude evitar pensar ‘¿que pasará mañana o el día siguiente?’”.
Mi miedo fue confirmado cuando fue testeado de nuevo y el resultado fue positivo», expresó.
La Primera Dama luego aseguró que “afortunadamente él es un adolescente fuerte y no mostró síntomas”. Agregó que “en algún punto estuve agradecida de que los tres pasáramos por lo mismo en simultáneo para que pudiéramos cuidarnos y pasar tiempo juntos”, y concluyó aclarando que sus últimos testeos ya han dado negativo.
La primera dama protegió la privacidad de su hijo y no explicó la razón por la que su diagnóstico no se dio a conocer antes.
En cuanto al tratamiento que ella siguió para recuperarse de la enfermedad, la primera dama indicó que eligió “una ruta más natural”, optando por “vitaminas y alimentos saludables”. Trump, por su parte, se sometió a una terapia experimental que ha defendido en múltiples ocasiones como una “cura”, que espera que se aplique a todos los estadounidenses.
Asimismo, Melania reconoció que los profesionales sanitarios que atendieron a la familia fueron “maravillosos”, al tiempo que ha mostrado su agradecimiento “eterno” al equipo médico y a la “discreción profesional” del médico de la Casa Blanca, Sean Conley y su equipo.
“Como paciente y persona beneficiada de un gran apoyo médico, estoy mucho más agradecida y asombrada por los cuidadores y los profesionales de primera línea en todas partes”, reiteró.
El presidente Trump dio positivo por coronavirus el pasado 1 de octubre y tuvo que ser ingresado durante tres días en el hospital militar Walter Reed, en Bethesda (Maryland), a las afueras de Washington. Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump ha intentado minimizar su diagnóstico y ha dicho que se trata de una “bendición de Dios”, al tiempo que ha pedido a los estadounidenses que no tengan “miedo” a una pandemia que ya ha matado a más de 216.000 personas en Estados Unidos.
Ya recuperado, el mandatario ha celebrado su inmunidad y se muestra en sus actos de campaña sin mascarilla, lo que ha desatado un debate: ¿debería seguir usándola, aunque no la necesite?
Científicamente, los médicos han asegurado que no representa riesgo de contagio. “Me siento poderoso, quiero ir y besar a todos en el público. ¡Voy a besar a los hombres y las bellas mujeres!”, celebró en su mitin del lunes en Florida. Por otra parte, algunos críticos indican que debería seguir usándola para enviar un mensaje de prevención a la ciudadanía.