Tres cosas han convertido al Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, en un funcionario público estratégico: el alza en las calificadoras de crédito sobre la deuda del estado, alcanzar los tres semáforos verdes en los indicadores de riesgo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y la reestructuración de la bursatilización que permitiría a los Ayuntamientos amortiguar por algunos años la pesada losa de hipotecar sus participaciones federales.
El tema de la deuda pública del estado no es menor, pero tal vez ahora es menos estridente. Hoy Veracruz ya no aparece como el peor ejemplo de endeudamiento, sino que ha logrado convertir su deuda en algo manejable ante autoridades hacendarias, la banca comercial y los inversionistas. De manera inteligente, la deuda dejó de ser el instrumento político que ganaba elecciones y ahuyentaba inversiones. De hecho, ya es algo de lo que poco se habla.
La semana pasada, el periódico El Financiero publicó una entrevista con Lima Franco en la que explicaba que las acciones emprendidas en los últimos meses para mejorar las finanzas en Veracruz y a raíz de la reestructuración de la deuda el año pasado, por primera vez, permitieron a la entidad tener los tres indicadores en verde del Sistema de Alertas de la Ley de Disciplina Financiera, es decir, el endeudamiento sostenible.
Y esto tuvo un impacto en la percepción de las calificadoras. En la misma semana Fitch Ratings subió la calificación de largo plazo en escala nacional del estado de Veracruz a “BBB+” desde “BBB”, con lo que Veracruz se vuelve en un nicho ideal para invertir, más en época de crisis; “con estos ajustes podemos atraer inversiones y enfrentar el 2021”, declaró al diario capitalino.
En efecto, lo que para algunos fue un acto de promoción personal; en realidad se trató de un llamado urgente a los inversionistas para que regresen a Veracruz. Sin inversión, las finanzas estatales serán insuficientes para enfrentar la crisis económica derivada de la pandemia.
Al mismo tiempo, Lima Franco inició un periplo a lo largo del estado para dialogar con los alcaldes en la búsqueda de reestructurar los pasivos generados por la bursatilización fidelista. Hasta este momento, un total de 40 municipios de 199, ya están considerando en sus cabildos la reestructuración propuesta por la Secretaría de Finanzas.
Hasta el momento los ayuntamientos únicamente han estado pagando intereses, para este proceso de bursatilización se hizo una emisión de mil 207 millones de pesos a los municipios para los 199 municipios y de doce años a la fecha el adeudo es de mil 400 millones de pesos. Reiteró que lejos de disminuir la deuda, ésta se incrementó en más de 259 millones de pesos.
Lima Franco dijo que en próximas fechas visitarán las 10 regiones del estado en donde se encuentran los municipios participantes en esta bursatilización, para que se puedan buscar esquemas financieros que les permitan ir pagando su deuda.
Tras los primeros recorridos para plantear el modelo de reestructura a los alcaldes de todos los partidos, hubo quien hizo un parangón con el recorrido que en su momento hizo Javier Duarte para lo mismo: convencer a los presidentes municipales de las “bondades” de la bursatilización, bondades que hasta ahora mantienen sometidas las finanzas municipales.
Sin embargo, visto desde la circunstancia política de cada uno, en efecto, el entonces Secretario de Finanzas buscaba ganar popularidad y conocimiento ante la ruta que le había trazado Fidel Herrera para alcanzar la nominación y luego la gubernatura del Estado. En cambio, Lima Franco lo hace justo en el momento en que el gobernador Cuitláhuac García ha insistido en que nadie de su administración dejará su empleo para buscar una candidatura. No suda calenturas ajenas.
La idea de compararlo con Javier Duarte no es más que una raya más al tigre como parte del fuego aliado que se vive al interior del gobierno morenista. Sin embargo, las raíces más profundas del proyecto político del pozarricense no están del todo en Veracruz sino en la construcción de la candidatura presidencial de Morena para el 2024. Y entonces sí, será el tiempo de hacer un corte de caja.
El joven Secretario Lima Franco sabe que no es el momento ni la circunstancia, sino la urgente necesidad de dar un respiro a las finanzas de los Ayuntamientos. Unos dicen que se trata de una campaña electoral, otros que están tratando de salvar a los Ayuntamientos ante el inminente recorte de las participaciones federales el próximo año.
Como fuere, será decisión de los alcaldes y sus cabildos si aceptan o no las condiciones planteadas por las instituciones de crédito; lo que la Secretaría de Finanzas está ofreciendo es mejorar el esquema de pago en términos de tasas y plazos. Hay quien muestra lealtades con grilla; hay quien la muestra con resultados.
Las del estribo…
- Para muchos, la salida de la diputada Ana Miriam Ferráez de la Comisión Permanente de Administración y Presupuesto no fue más que un acto de desconfianza. Es posible que la forma en que Morena resuelva sus candidaturas en Xalapa no sea del agrado de la ex candidata del PAN y le hayan puesto tierra de por medio respecto de la información sobre el manejo financiero del Congreso a la que tenía acceso. En cambio, Wenceslao cayó para arriba.
- En su primer mensaje oficial como dirigente estatal del partido Unidad Ciudadana, Cynthia Lobato aseguró que Veracruz vive una de las etapas más complicadas de su historia: inseguridad que sigue en aumento, economía frágil, pérdida de empleos, problemas en la atención integral de la salud, sectores productivos en crisis, infraestructura dañada y escasa obra pública. Hasta ahora, todos los partidos coinciden en el mismo diagnóstico; la diferencia estará en los candidatos y las soluciones.