El próximo lunes 5 de octubre, a las 12:00 horas, a través de Facebook Live, Cinthya Lobato Calderón dará su primer mensaje oficial como presidenta del Comité Directivo Estatal de Unidad Ciudadana, el nuevo partido político veracruzano que logró su registro ante el Órgano Público Local Electoral OPLE con la realización de 175 asambleas municipales y el registro de 25 mil militantes que, en su gran mayoría, son ciudadanos que por primera vez se afilian a un instituto político.
La apuesta del proyecto partidista de Lobato Calderón es construir una nueva ciudadanía en Veracruz, con actores y liderazgos políticos que no incurran en los mismos vicios, intereses clientelares y prácticas corruptas que arrastran los partidos tradicionales que todavía suelen apoyarse en cacicazgos anacrónicos y vender las candidaturas. De ahí que buena parte de sus seguidores no son desertores del PAN ni de Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), en los que previamente la ex diputada xalapeña militó. Ello le valió, además, que las dirigencias estatales de ambas y otras fuerzas políticas no reclamaran ni impugnaran legalmente el registro concedido a su partido.
Al posicionarse ideológicamente en la geometría política como un partido de centro, Unidad Ciudadana (UC) intenta erigirse en una opción para aquellos simpatizantes desencantados de los partidos de izquierda y derecha que en la próxima elección local podrían coaligarse, lo que podría desatar una desbandada.
Este jueves, por ejemplo, mientras el dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, daba una conferencia de prensa acompañado de los líderes del PRI y PRD, circuló la carta de renuncia al partido blanquiazul del ex alcalde de Misantla, Javier Hernández Candanedo, quien se venía desempeñando como coordinador de los distritos electorales locales VII y VIII.
Hernández Candanedo dijo que renunciaba formalmente a la militancia y a todas las encomiendas del PAN “porque me niego a seguir en un instituto político que ha pisoteado sus principios y ha retorcido sus postulados para convertirse en una lucrativa agencia de colocaciones para aspirantes a cargos públicos, que se burla de la decisión popular que les brindó su confianza para enriquecer a un grupo de personas que encontraron en los cargos de elección y en los de dirección partidista el mejor negocio de sus vidas.”
El ex munícipe, hermano del actual alcalde Othón Hernández Candanedo –con el que, dijo, “pinté mi raya” desde mayo de 2019– acusó que lo que ocurre en Misantla es una vergonzosa muestra del autoritarismo y corrupción generalizada que se vive en los municipios gobernados por el PAN: han incluido en la nómina municipal a los militantes panistas para sobornarlos y coaccionarlos a que obedezcan el mandato del Presidente Municipal a la hora de decidir la vida interna del partido”, recordándole a Guzmán Avilés que de eso él fue testigo en las últimas dos elecciones internas. “En Misantla, los ‘panistas’ conviven fraternamente con otros compañeros de nómina que son priistas de corrupción pública y notoria, que han sido cobijados en el presupuesto del Ayuntamiento y que ahora pretenden ser tomados en cuenta como candidatos del PAN”, acusó.
Los mismos vicios y corruptelas por los que Cinthya Lobato renunció a Acción Nacional luego de haber exhibido la adicción al dinero y a otros placeres de Sergio Hernández, el ex coordinador de los diputados locales del PAN que ahora quiere ser nominado nuevamente a la alcaldía xalapeña.