«No se puede explicar la historia de México sin Veracruz, sin este puerto» –AMLO

Ese 7 de octubre de 2007, se recibió la preocupante llamada en Palacio de Gobierno…

–Se acaba de accidentar el subsecretario Ricardo Landa…
–¿Pero cómo? ¿Qué le pasó?
–Se cayó del caballo…
–¡Aaah! ¡No mames! Jajajaja… O sea, ya no va para el 2010…
–No es broma, literalmente se cayó del caballo; estaba en un lienzo charro en Acayucan.

Ricardo Landa Cano tenía fama de ser adicto a este deporte muy mexicano; le encantaba la charrería, lo que le daba mucha empatía y carisma entre el pueblo, pues a medio Veracruz le gusta eso de los caballos, tomar Buchanan’s, oír corridos, sentirse de rancho… Ya los más estúpidos se sienten narco-malotes-asesinos y así.

–No chingues… ¿Está grave?
–Se golpeó la cabeza y está muy mal.
–Pero ¿qué pasó?
–Pues intentó impresionar a la Regina con una suerte, pero pues ya no tiene la edad ni el peso de antes.
–Chingada madre…
–Para acabarla de contar, el caballo todavía lo atropelló.
–Mtaaaa madre… ¿Y ora?
–Pos hay que preguntarle al jefe…

El funcionario colgó, apesadumbrado: «Chingao… Ya valimos madre».

Quién diría que la historia de Veracruz cambiaría de manera radical. En ese entonces, y aunque la mayoría de los veracruzanos, veracruzanas, «verecrecenes» no lo supo, el plan del Fidelato para extenderse por seis años más sufriría una transformación drástica.

Había que pensar en un plan alterno. Dentro del Palacio, ya estaba la chamacada traída por Fidel en alta con las intrigas, los mensajes vía columnistas, los chismes, las filtraciones de secretos de estado, etc. Quería plantar su bandera esa nueva generación de políticos hechos al vapor, sin vocación de servicio público, pero con muchas ganas de saquear y hacerse millonarios.

El accidente de Ricardo Landa todavía les daba más oxígeno a sus intereses para la sobrevivencia de los siguientes seis años.

Meses antes, un grupo político en el poder ya veía con buenos ojos que se iban cocinando los planes del próximo sexenio, y Landa Cano era la punta de lanza del proyecto. Cuando fue presidente del PRI estatal, lo hizo con toda la bendición y apoyo del jefe político; iniciaba una carrera prometedora.

De hecho, en esas elecciones estatales de 2007, con la Coalición «Alianza Fidelidad por Veracruz» (sí, Fidel le ponía su nombre y color rojo a todo) Ricardo Landa como presidente del CDE del PRI ganó 155 presidencias municipales y mayoría del Congreso, con 30 diputados.

Tenía prácticamente ya toda la estructura definida para el futuro inmediato. Había mucha lana y estaban en la plenitud del pinche poder… ¿Qué podría cambiarlo todo?

Pues nada, que el famoso «Gato Modorro» (un apodo que le puso el gobernador) se fue a la Subsecretaría de Gobierno para operar la siguiente etapa del plan: la de la conformación de un cargo público electo para luego brincar a la candidatura a la gubernatura.

Y es que al «Güero» de ojos verdes la vida le estaba sonriendo tanto como la sonrisa coquetona, casi de adolescente, de Regina Vásquez Saut, hija del poderoso cacique ganadero Cirilo Vásquez Lagunes, quien fue asesinado el 19 de noviembre de 2006.

En ese entonces, las hermanas Vásquez Saut lucían vulnerables y Regina lucía hermosa: ojos verdes, cabellera larga y castaña, piel blanca, cuerpo perfecto.

Regina y Fabiola no se recuperaban todavía de la pérdida sangrienta de su padre, el verdadero poder tras el poder, el que despachaba no sólo en el Palacio Municipal de Acayucan, sino en varios Ayuntamientos. Era el que mandaba. Punto.

El asunto con Cirilo era que a sus hijas las tenía en el PAN y su poder regional ayudaba mucho a ese partido.

No era para menos: tenía un enorme rencor contra el PRI por haberlo metido otra vez en la cárcel, cuando aquella ocasión –con engaños– fue sacado de su rancho en San Juan Evangelista por falsos policías ministeriales, que en realidad eran policías estatales al servicio del legendario jefe Alfonso Lara Montero; lo pasearon por helicóptero con la puerta abierta y llegó todo asustado, orinado, a Pacho Viejo.

Pero Cirilo ya no estaba y en la región de Acayucan algunos lo veían (lo ven) como un mártir al que le ponen veladoras y le rezan en su estatua.

No se sabe si fue amor a primera vista o hubo un largo cortejo, pero la hermosa Regina y Ricardo finalmente anduvieron y esa relación tuvo como fruto un hijo. De paso, las hermanas Vásquez mandaron por un tubo al PAN.

Ricardo Landa era un hombre con la suerte más envidiable del mundo en esa época… y todavía le faltaba consolidarse como el futuro candidato a gobernador por el PRI.

Muchos decían que era una apuesta muy arriesgada; que a Ricardo nadie lo conocía, pero lo mismo pasó con Javier Duarte y mire: llegó a ser gobernador compitiendo contra dos titanes de la política veracruzana: Dante Delgado Rannauro y Miguel Ángel Yunes Linares.

Pero todo se vino abajo cuando la obesa humanidad de Landa Cano se cayó del cuaco en el que andaba. Y todo por lucirse ante Regina como charro valiente, sin miedo a la muerte, pero que le costó la carrera política y le dejaron secuelas que finalmente lo condenaron al olvido.

–Chingao, ¿entonces a quién vamos a poner?
–Pos está el Erick…
–Nel, ese cabrón tiene mucha maldad por dentro; se va a enfermar de tanto poder…
–Bueno, pues ahí está Javier.

NOTA PARA EL REFRI: Lo dijo el presidente en territorio de Cascarita: «Que se preparen nuestros opositores porque no vamos a dar tregua, ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso»… Más clarito ni el agua… Otros malpensados dicen que el recado se lo dijo directo a Fernandito, allá en el Museo Naval.

OTRA NOTA: Que a uno de los magistrados del Poder Judicial de plano le tuvieron que quitar el negociazo que tenía con unas cafeterías al interior de la ciudad judicial, aparte de que es conocido por meter a toda la familia a trabajar en el lugar.

LA ÚLTIMA PORQUE BEST SUNDAY EVER: Lo comenta el portal Versiones: «Pese a que la pandemia de Covid-19 aún no ha cedido, de manera irresponsable el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, permite aglomeraciones en los tradicionales portales de esa ciudad. En un video que ha circulado en redes sociales, se observa cómo este fin de semana decenas de parroquianos departen en los distintos bares y antros de esa zona. Se observa en el material videográfico que las personas no portan cubrebocas y mucho menos guardan la sana distancia. Incluso, algunos hasta bailan al compás de música de chunchaca. De acuerdo con las autoridades sanitarias, el municipio de Veracruz aún se encuentra en semáforo naranja, por lo que se debería restringir el número de clientes en ese tipo de establecimientos, además de que se debería exigir el uso de cubrebocas y cuidar que los comensales mantengan la sana distancia para evitar contagios de Covid-19. Y de acuerdo con el más reciente corte de la Secretaría de Salud, al corte de este domingo 27 de septiembre, el municipio de Veracruz sigue encabezando el número de muertes de Covid-19 (942 decesos) y de igual forma ocupa el lugar número 1 en cuanto a contagios (7443)».

@pablojair