El presidente de México aseguró a inicios de septiembre que la investigación del caso estaba “en el momento crucial para avanzar”.

“Son, diría yo, buenos los resultados (de las pesquisas). No puedo hablar más por el sigilo que requiere toda la investigación que está abierta, yo les diría que en el momento crucial para avanzar”, dijo en una de su conferencia de todos los días.

Mientras que esta semana, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que la dependencia a su cargo tenía información “sobre lo verdaderamente ocurrido” la noche de la desaparición de los estudiantes.

Tras la polémica versión del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), en los dos primeros años de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la investigación parece haberse encaminado para saber qué pasó la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre en Iguala, Guerrero.

Estas son cinco claves para adentrarse en el tema:

 

 

1 ¿Qué sucedió aquella noche?

La noche del 26 de septiembre de 2014 decenas de estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa se apoderaron de varios autobuses para trasladarse, en días posteriores, a la manifestación del 2 de octubre en la capital mexicana y debido a ello fueron atacados a tiros por policías en la ciudad de Iguala, en el sureño estado de Guerrero.

En los ataques murieron seis personas, entre ellas tres alumnos, y 43 estudiantes fueron detenidos por los policías municipales y entregados a miembros del cartel Guerreros Unidos, quienes presuntamente los asesinaron y quemaron en el basurero del municipio vecino de Cocula, según la versión de la Administración Peña Nieto, llamada la “verdad histórica”.

 

 

2 ¿Por qué fue refutada la llamada “verdad histórica”?

Tras una investigación de seis meses y casi un año después del episodio, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH negó la hipótesis ofrecida por el Gobierno mexicano de que los estudiantes habían sido quemados en un basurero.

El GIEI argumentó que el fuego que desprende una pira como la que se hubiera generado en el vertedero de basura habría provocado una columna de humo de 300 metros que no podría pasar desapercibida para ningún habitante de los alrededores.

“No existe ninguna evidencia que apoye la hipótesis”, dijeron los expertos del GIEI que fueron nombrados por la CIDH y además denunciaron graves fallos en las investigaciones.

Con el caso como uno de grandes pendientes a resolver, en medio de un clima de violencia e inseguridad en el país, en diciembre de 2018, recién iniciado su Gobierno, el presidente López Obrador ordenó la creación de una Comisión de la Verdad.

Seis meses después, en junio de 2019, la Fiscalía estableció una unidad especial autónoma e independiente a cargo de Omar Gómez Trejo, un defensor de derechos humanos con experiencia en el caso y cuya designación tuvo el respaldo de los familiares de las víctimas.

Posteriormente, en febrero de 2020, López Obrador ordenó reponer la investigación con ayuda de la Fiscalía y la Suprema Corte y un mes después firmó un acuerdo con la Corte y la Fiscalía para esclarecer la desaparición de los estudiantes.

A finales de junio pasado, la Fiscalía ordenó la detención de 46 funcionarios del sureño estado de Guerrero por su presunta relación con la desaparición de los estudiantes y en los primeros días de julio las autoridades mexicanas identificaron los restos de uno de los 43 jóvenes lejos del basurero de Cocula, hecho que tumbó la versión oficial del Gobierno anterior y abrió camino a la certeza.

 

 

4 ¿Cómo hallaron la prueba más reciente?

A inicios de julio, Omar Gómez Trejo informó que la identificación de una pieza ósea correspondía a Christian Alfonso Rodríguez Telumbre.

El joven fue el tercer estudiante identificado por el Instituto de Genética de la Universidad de Innsbruck ya que durante la investigación del gobierno anterior se hallaron restos de Alexander Mora y de Jhosivani Guerrero, también desaparecidos.

El funcionario explicó que se identificó al estudiante mediante restos de su cuerpo encontrados en el municipio de Cocula, pero a un kilómetro del basurero donde, según la criticada versión oficial, fueron incinerados.

“La pieza no fue tirada ni encontrado en el basurero de Cocula, ni en el río San Juan, como se decía en la versión que sostuvo la anterior administración. La verdad histórica se acabó y el caso sigue abierto”, señaló Gómez Trejo.

5 ¿En que etapa está la investigación?

El presidente de México aseguró a inicios de septiembre que la investigación del caso estaba “en el momento crucial para avanzar”.

“Son, diría yo, buenos los resultados (de las pesquisas). No puedo hablar más por el sigilo que requiere toda la investigación que está abierta, yo les diría que en el momento crucial para avanzar”, dijo en una de su conferencia de todos los días.

Mientras que esta semana, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que la dependencia a su cargo tenía información “sobre lo verdaderamente ocurrido” la noche de la desaparición de los estudiantes.

APUNTES| ¿Es el momento de los jarochos?