Aunque son dos procesos sin aparente vinculación, pero en el entorno del régimen de la 4T ha comenzado a correr una futurista versión: que el inminente arribo del diputado Mario Delgado a la dirigencia nacional de Morena y el arrebatado control del Sistema Radiópolis por parte del Grupo Coral que encabeza Miguel Alemán Magnani tendrían como nexo común las aspiraciones presidenciales del canciller Marcelo Ebrard Casaubón, quien no sólo retornó empoderado de la polémica visita de su jefe Andrés Manuel López Obrador a Washington sino que luego pegó de hit con el anuncio de la Fundación Slim para financiar la vacuna contra el Covid-19.
Desde el domingo anterior, tras reunirse en Palacio Nacional con AMLO, la llegada del legislador marcelista a la dirigencia de Morena se dio como un hecho, pues de inmediato la bufalada de senadores y diputados federales lopezobradoristas comenzó a enviarle mensajes de apoyo por WhatsApp.
Este lunes 24 apareció una amplia entrevista en el periódico La Jornada –el medio impreso más cercano al lopezobradorismo– en la que Delgado resalta que “Morena pertenece al pueblo de México; es el instrumento de un movimiento social que es mucho más grande que el partido”, y que no hay miedo a que él decida en la encuesta abierta que está por aplicar el Instituto Nacional Electoral, tal como lo ordenó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. En esa misma edición, el diario capitalino publicó que “para la realización de estas entrevistas con líderes y aspirantes a la dirigencia de Morena”, habían solicitado “también hablar con Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de ese partido, quien no respondió a la reiterada petición realizada a través de sus enlaces de prensa.”
Luján Uranga, madre de la secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, es la candidata del grupo radical de Morena muy afín a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y que recientemente habría comenzado a promover también al subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, a quien el Presidente le acaba de transferir la Cofepris y otras responsabilidades administrativas, justo cuando diez gobernadores de oposición exigían su cese.
Prácticamente autodescartada Luján, el diputado Delgado sólo tendría como contendiente a Alejandro Rojas Díaz Durán, el suplente el senador Ricardo Monreal, quien hace un par de días promocionó una encuesta de Twitter, en la que votaron 127 mil 233 simpatizantes, de los cuales 49 por ciento se manifestaron a favor del coordinador de los diputados federales de Morena y 50% lo hicieron por Rojas, quien fue secretario de Turismo de la Ciudad de México con Ebrard, de 2008 a 2012.
Y en Radiópolis, un sistema de 17 estaciones radiodifusoras que pertenecían a Televisa, acaba de asumir el control Miguel Alemán Magnani –hijo del ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, amigo cercano de Ebrard Casaubón–, quien respaldado por el ex banquero salinista Carlos Cabal Peniche designó casualmente como director general a Ignacio Miguel Carral Kramer, cuya empresa Tecnología en Diversión y Recreación, S.A. de C.V., en la administración capitalina de Ebrard, por medio de un contrato “leonino” aprovechó áreas verdes del bosque de San Juan de Aragón, infringiendo diversas normas determinadas por la Secretaría de Medio Ambiente para usufructuar el parque, según denunciaron en su momento autoridades de la delegación Gustavo A Madero.
La sociedad mercantil de Carral Kramer, según un análisis del convenio realizado por la demarcación, quebrantó diversas cláusulas a las cuales estaba obligada, situación que dejó sin beneficios tanto al Gobierno del Distrito Federal como a la población, y pese a ello el contrato le fue prorrogado por dos años, y se le ampliaron un total de 188 mil 419.24 metros del bosque para su goce.
Ahora Carral, en el régimen de la Cuarta Transformación, a través de la compañía Vivcolmex había obtenido por asignación directa un contrato de más de 10 mil millones de pesos para construir 2 mil 704 sucursales e instalar 8 mil cajeros del Banco del Bienestar, pero sorpresivamente hace un par de meses se lo cancelaron.
La empresa de Carral intentó recuperar la validez del contrato interponiendo un amparo el pasado 16 de julio ante los tribunales, pero inexplicablemente se desistió y ya no quiso pelear el millonario negocio que el presidente López Obrador transfirió a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Pero desde la noche del pasado martes 25 –día en que Alemán Magnani y Cabal Peniche tomaron por asalto las instalaciones de la W Radio, según circuló en las redes sociales– Carral despacha como director general del Sistema Radiópolis, designación que fue impugnada por los accionistas españoles de Grupo Prisa que además iniciaron un litigio contra el consorcio presidido por el hijo del ex gobernador Alemán Velasco debido también a otros graves incumplimientos de las obligaciones societarias y contractuales.