Quiso traer a Lozoya desde España, (por lo mediático del nombre y los casos que carga), pero en realidad, pensándolo de manera práctica, el Presidente obtendría detalles igualmente atractivos sobre la presunta corrupción del sexenio de EPN a través de Rosario Robles. Sin embargo, ahí existe un problema: hay “vendetta” de por medio.
Pudo ahorrarse toda la tramitología de una extradición, la negociación exhaustiva, la crítica de sus adversarios por un evidente trato “a cuerpo de rey”, es más, se habría evitado hasta el gasto de hospedaje en una lujosa suite de hospital. Lozoya le salió más caro en todos los sentidos, pero lo prefirió a la ex titular de Sedesol en tiempos de Peña.
AMLO no ha querido, pero quizá, por la mitad del trato que ha dado a Lozoya, podría obtener los mismos apellidos que el ex Director de Pemex prometió revelar. Si el Presidente deseara y negociara con ella, su ex compañera de partido sería capaz de contarle sobre la “estafa maestra”, y todos los nombres detrás de ella.
Pero vayamos más lejos, si AMLO se despojara un poco de sus revanchismos y mostrara más ambición mediática, podría tener “dos Lozoyas” en este momento. Uno, en la figura del ex Director de Pemex, y otro (u otra), en la actual inquilina del Penal de Santa Martha Acatitla, pero no, con ella, “ni en pintura”, al menos por el momento.
¿Será de verdad más valiosa la información de Lozoya que aquella que Robles pudiera saber? AMLO podría tener, en la voz del capturado en España, detalles precisos en los casos de la planta de Agronitrogenados y Odebrecht, y por otra lado, con la también ex titular de Sedatu, los caminos seguidos, (con nombres y apellidos), en la configuración de la ofensiva “estafa maestra”.
Fuentes al interior de Palacio Nacional me han dicho que AMLO recibió propuestas de su equipo para optar por dos caminos: el primero, aceptar el acuerdo que el padre del ex director de Pemex ofrecía, o bien, “matar dos pájaros de un tiro”, signando pactos de ayuda con ambos personajes del peñismo: Lozoya y Robles.
Pero quiérase o no aceptar, en cada sexenio hay casos mediáticos donde la justicia es selectiva, ¿quién será más presunto culpable: Lozoya o Robles? Sin importar cuál de ellos, la información de ambos es igualmente valiosa. De todas formas, AMLO ya decidió, y por el momento, jugó sus cartas con el ex titular de Pemex, quizá más adelante cambie de opinión. Veremos.
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