María del Carmen aprieta con fuerza la caja negra de no más de 20 centímetros que tiene entre sus manos, son las cenizas de Emilio, su esposo, que hace 14 años partió de San Andrés Tuxtla a Estados Unidos.
Emilio, de 43 años, trabajaba en New York, en un restaurante como cocinero. Hacía tres meses que no tenía trabajo, estaba angustiado, con su salario mantenía a su familia, daba carrera a sus dos hijos.
Desde que partió a Estados Unidos, Emilio ya no regresó, no tenía papeles en regla, allá se enteró de la muerte de su madre, de su hermano y recientemente la de su padre.
Tenía la ilusión de regresar en mayo, quería conocer a su nieta de un año, y celebrar su cumpleaños y el de su esposa. Emilio no se quejó, no dijo que tenía síntomas de coronavirus.
El día que murió alcanzó a hablar con su familia y despedirse: “Me dijo que cuidara a los niños, que siempre nos llevaría en el corazón”.
Unas horas después le avisaron que Emilio había muerto en su cuarto, no alcanzó a llegar al hospital, vivía con su sobrino y tío, también de Veracruz.
Él es uno de los seis migrantes veracruzanos que fallecieron por Covid-19 en New York y cuyas urnas con cenizas llegaron en un vuelo de la Fuerza Área este sábado, y este lunes fueron entregados a sus familias por parte de la Dirección a Migrantes.
AVC/Flavia Morales
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Llegan a Veracruz cenizas de 6 migrantes muertos por Covid-19 en EU