Desde hace al menos tres semanas, Armida Ramírez Corral se desapareció. La ex alcaldesa interina de Xalapa dejó de contestar su teléfono celular a los amigos y ni siquiera respondió a los mensajes de WhatsApp que el grupo de padres de familia de la primaria anexa de la Escuela Normal Veracruzana, a la que asisten sus pequeños hijos, le estuvieron enviando por las actividades del fin del ciclo escolar.

La última vez que se supo de ella fue hace 19 días, pues de acuerdo con la versión del empresario Jesús Chahín Oceguera y del abogado Rafael Sánchez Cano, “minutos previos” al ataque criminal en su contra ocurrido el pasado 10 de junio en la ciudad de Boca del Río, “logramos ver claramente que a bordo de una de las camionetas que participó en el atentado, se encontraba Armida Adriana Ramírez Corral, operadora de Ana Gabriela Guevara Espinoza”, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).

Las víctimas del ataque armado dijeron que “estamos convencidos que dicho atentado fue consecuencia de haber denunciado a estas dos personas ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de extorsión, al solicitar, a una moral privada, ‘moches’ para la adjudicación de un contrato de la CONADE.”

Ocho días después del atentado, entrevistada al respecto, la ex velocista sonorense respondió que “yo no me voy a subir al ring porque ninguna de las cosas son ciertas”, y todo lo atribuyó a una situación multifactorial de “tinte político, tinte de desprestigio, hay un tinte de violencia política; hay un tinte de vulnerar mi imagen, de ensuciar mi imagen…”

Sin embargo, Sánchez Cano y Jesús Chahín sostienen que Guevara sí solicitó “moches” por asignarle a la empresa CIMSA un contrato de 16.5 millones de pesos. Revelaron también que la CONADE simuló otra licitación, la número AA-011L6I001-E51-2019, con vigencia del 14 de agosto de 2019 al 31 de diciembre de ese mismo año, para suministrar alimentos a deportistas y entrenadores. Inclusive detallan que la solicitud de los “moches” fue hecha en el restaurante “Los Naranjos”, del Hotel Sevilla Palace, en julio de 2019 entre las 19:00 y las 20:00 horas, hasta donde arribaron Guevara, Sergio Monroy, subdirector de la CONADE, Omar Hernández, funcionario de la dependencia y Armida Ramírez Corral, la susodicha “operadora” de la ex atleta olímpica.

Este caso, pese a su gravedad tanto por los señalamientos de corrupción de altos funcionarios de la CONADE como por la extraña desaparición de Edgar Álvarez Flores, (a) “Comandante Corona” –un jefe policiaco de la Fuerza Civil vinculado con Ramírez Corral, cuyo paradero se desconoce tras acudir a recoger el “moche” de 2.5 millones de pesos en efectivo al domicilio de la empresa, ubicado en el Fraccionamiento Costa de Oro, de Boca del Río–, ha despertado suspicacias ya que ni la Fiscalía General del Estado ni la FGR han avanzado en las pesquisas no obstante los testimonios y otras evidencias que han aportado las víctimas.

La otra versión

Por cierto, personas que presuntamente conocen de cerca este caso nos hicieron llegar otra versión, en la que se asegura que el ataque armado contra Sánchez Cano y Jesús Chahín pudo haberse tratado de un “autoatentado” por el dinero que supuestamente deben el abogado y el empresario.

Y es que señalan a Chahín como uno de los principales factureros de Boca del Río y del puerto de Veracruz, quien supuestamente “hace negocios turbios de papel”, mientras Rafael Sánchez Cano, quien se ostenta como abogado del ex secretario de Seguridad Pública,  Arturo Bermúdez Zurita, ya no lo es, y que de andar en un modesto automóvil Versa de Nissan, “de repente se volvió rico según él al defender a tipos muy peligrosos”.

El problema de fondo, según nos dicen, es que quien puso el dinero para ese contrato de la CONADE quiere que le regresen su dinero, que ya se gastaron Chahín y Sánchez.

Lo interesante de este asunto, nos comentan, es que al denunciar a Ana Gabriela Guevara y a Armida Ramírez por la supuesta extorsión, tanto el abogado y el empresario están asumiendo que ellos incurrieron en el delito de cohecho, como lo han reconocido también en las entrevistas.

Por eso es que, apuntan, Ana Gabriela Guevara no cayó en el juego y espera tranquilamente salir librada en tiempo y forma.

Sin embargo, corresponderá a las fiscalías del estado y de la República investigar a fondo para deslindar responsabilidades, y aplicar la ley caiga quien caiga.

Se queja CATEM de Zepeta

El ingeniero Antonio Argüelles, representante de la CATEM en la zona norte de Veracruz, envió una carta al gobernador Cuitláhuac García para decirle que “lamentamos mucho los comentarios negativos en contra de CATEM por el C. Esteban Ramírez Zepeta en su gira por esta zona y más que no  tenemos el gusto de conocerlo y mucho menos él a nosotros.”

El delegado de esta nueva central obrera, aliada de los gobiernos federal y estatal de la 4T, expone al mandatario veracruzano que es lamentable que este joven, quien aspira a la dirigencia estatal de Morena, “no se modere por su falta de experiencia y oficio político para que inicie juzgando nuestra Organización…”

“Nosotros no somos sus enemigos”, remarcan en su carta a García Jiménez.

“Lo único que hemos hecho es respaldarlo a usted señor Gobernador y a su gobierno como al del Presidente de la República y lo seguiremos haciendo por el bien de Veracruz y México”, concluye su misiva el aliado del senador suplente de Morena, Pedro Haces Barba, quien además de liderar a la CATEM está por lograr también que el INE apruebe el registro de su partido político nacional “Fuerza Social por México”.