Las mujeres fueron decisivas en la Segunda Guerra Mundial. No aparecen en las principales listas de héroes y villanos, pero tuvieron un papel imprescindible en la victoria sobre la Alemania nazi. Recordemos a las espías Virginia Hall, a las expertas matemáticas que rompieron el código alemán Enigma y a las que mantuvieron, con su música, la moral bien alta en los peores momentos de la contienda. Tres destacan sobre el resto: Marlene Dietrich, con su Lili Marlene, Anna Marly con La canción de los partisanos y Vera Lynn, con We’ll Meet Again, un himno de resistencia tan importante como cualquiera de los discursos decisivos de Winston Churchill.
La banda sonora de la Segunda Guerra Mundial le debe a Vera Lynn parte de su banda sonora. La cantante murió este jueves a los 103 años de edad. Su popularidad en Reino Unido es proporcional a los discos que vendió y las veces que sus canciones sonaron en la radio. En medio de la guerra realizó giras para animar a los soldados de Egipto, India o Birmania, con el riesgo que suponía cruzar la Europa ocupada en vuelo. Su voz poderosa y sus pestañas, largas como un tobogán, llegaron a todos los confines del mundo. Alguien decidió darle un programa de radio en la BBC llamado «Sincerely yours» que se escuchaba desde Singapur hasta El Cairo. En él interpretaba en directo y con una pequeña banda canciones que los soldados dedicaban a sus novias y mujeres que les esperaban en casa. De su programa salieron 1.000 matrimonios entre soldados y mujeres británicas. Algo impensable hoy en día. Los tanquistas britanicos y los pilotos de la RAF pintaban en sus vehículos su nombre, «Vera», como un emblema. Sus canciones se cantaban en las trincheras de todos los frentes.
Dedicó otro de sus éxitos a los «acantilados blancos de Dover», esa frontera física y mental que, durante la guerra, separó la posible invasión alemana de las islas británicas y también el campo de batalla aéreo en el que los británicos plantaron casa a la temible Luftwaffe de Hermann Göring. Pero su éxito no murió con el final de la guerra. En los años 50 fue la primera británica en conseguir el número uno en la pujante industria musical de EEUU (antes que los Beatles) con el éxito Auf Wiederseh’n, Sweetheart. Su último single, I love this land, llegó en otra guerra, la de las Malvinas.
Vera Lynn regresó a los titulares el pasado mes de abril cuando la reina Isabel II usó estrofas de Lynn para decirle al país «We’ll Meet Again» (Nos volveremos a ver) e instó a la gente a mostrar determinación durante la cuarentena del coronavirus. «El encanto y la voz mágica de Vera Lynn cautivaron y elevaron a nuestro país en algunas de nuestras horas más oscuras», ha escrito el primer ministro Boris Johnson en Twitter. «Su voz vivirá para levantar los corazones de las generaciones venideras».
El capitán Tom Moore, un veterano de la campaña de Birmania, que este año ha conseguido recaudar más de 33 millones de libras para el Servicio Nacional de Salud durante la pandemia, tuiteó: «Ella tuvo un gran impacto en Birmania y siguió siendo importante para mí durante toda mi vida».
El Mundo