O estamos ganando en Veracruz la guerra contra la delincuencia o la actuación de una nueva fiscal ha logrado el milagro de bajar las cifras de incidencia delictiva en el primer trimestre de 2020 respecto del mismo periodo de 2019, gracias a algunos vericuetos que le permite la metodología del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

Las cifras comparadas muestran  una disminución de casos en delitos tan sensibles como homicidio, homicidio doloso, robo y, marcadamente, en secuestro y feminicidio, delito este último cuyos expedientes pudieron haber sido reclasificados como homicidios dolosos, luego de que la fiscal encargada Verónica Hernández Giadáns anunciara el 19 de febrero que a partir de este año el delito de feminicidio se determinará hasta que concluyan las investigaciones ministeriales.

No de otra manera podemos explicarnos el hecho de que, pese a las duras protestas de mujeres y a los datos presentados por el Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres, los datos enviados por la Fiscalía General de Veracruz al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) acusen una disminución de 43.2% este año respecto al anterior, al pasar de 44 casos en 2019 a solo 25 en 2020 (primer trimestre en ambos casos).

En Soledad de Doblado, en febrero, Hernández Giadáns declaró a los medios, tras una reunión de seguridad pública, que la Fiscalía descartará inicialmente que un crimen cometido en contra de una mujer se trata de un feminicidio, lo que determinará el curso de las investigaciones.

Justamente lo contrario hizo su predecesor, Jorge Winckler Ortiz, aunque él mostró abiertamente sus cartas. En efecto, mientras en el gobierno de Miguel Ángel Yunes mandó la mayoría de asesinatos contra mujeres al rubro de homicidio doloso (porque el tema de los feminicidios estaba tan candente que pendía sobre la entidad la espada de una tercera alerta de violencia de género), en los meses en que mandó en la fiscalía en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez todo homicidio en contra de mujeres lo pasó al rubro de feminicidios.

Lo cierto es que no es el único delito que, según las estadísticas mostradas por el Secretariado Ejecutivo del SNSP, bajó de un año para el otro. Por ejemplo, el de homicidio disminuyó en 13 por ciento; el de homicidio doloso cayó en 8.6 por ciento; el de secuestro prácticamente dejó Veracruz pues, al pasar de 111 casos a 48, se desplomó en casi 57 por ciento.

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¿El secuestro ya no es negocio?

Y es que el secuestro debió dejar de ser negocio para las bandas criminales porque el reporte nacional también observa una caída en el número de casos, que pasaron de 423 en el primer trimestre de 2019 a 235 en el mismo periodo de 2020, lo que significa una baja de 44.5 por ciento.

Pese a ello, Veracruz, con 48 casos, está ubicado en el primer lugar nacional, por arriba del Estado de México (42) y la Ciudad de México y Morelos, ambos con 20 carpetas abiertas. Entre los cuatro suman 130  secuestros, que significan el 55 por ciento de los cometidos en el país. Por desgracia, Veracruz representa más del 20 por ciento de los secuestros reportados a nivel nacional.

Donde están ocurriendo preocupantes incrementos en número de casos es en los delitos de abuso sexual y violación simple; en el primer caso, pasó de 123 a 145 casos, mientras que las violaciones crecieron de 59 a 94, es decir, casi 60 por ciento más entre 2020 y 2019.

En cuanto al número total de delitos, Veracruz mostró un incremento de 4.5 por ciento, al pasar de 18 mil 320 a 19 mil 140 casos; a nivel nacional se observa un incremento sumamente discreto: entre el primer trimestre de 2019 y el de 2020 apenas creció 1 por ciento.

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Veracruz, ¿menos homicidios dolosos?

Según los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en marzo pasado, con 5 mil 60 delitos, Veracruz se colocó en el lugar 9 nacional. Sin embargo, en la estadística de presuntos delitos por cada 100 mil habitantes Veracruz se ubica hasta el lugar 27: se calcula que en nuestro solar se cometen 59.3 delitos por cada 100 mil veracruzanos que, comparado con los 276.3 de Colima o los 243.8 de Baja California, es una proporción baja, apenas superado por los estados de Yucatán (36.4), Chiapas (34.9), Nayarit (31.6), Tlaxcala (24.0) y Campeche (19.8).

Por otra parte, según el SNSP, Veracruz es el estado del país que ha mostrado (por mucho) la mayor baja del país en incidencia delictiva entre febrero y marzo: en tan solo un mes bajó la incidencia delictiva en 33 por ciento, si bien de marzo de 2019 a marzo de 2020, creció en 9 por ciento.

En cuanto a homicidio doloso, con 111 casos, Veracruz se colocó en el noveno lugar, después de Guanajuato (353 casos), Estado de México (286), Chihuahua (247), Baja California (243), Michoacán (213), Jalisco (197), Guerrero (140) y Ciudad de México (136).

En cuanto a víctimas de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes, Veracruz se coloca en el lugar 21, con 1.3 casos, mismo lugar que logra en cuanto a la variación lograda en este delito en marzo respecto al mes de febrero: una baja de 5.1 por ciento.

Donde más de observa la caída en la incidencia del delito de homicidio doloso es entre marzo de 2019 y marzo de 2020, cuando el homicidio doloso disminuye en 33.1 por ciento, con lo que Veracruz ocupa el lugar 31, solo superado por Baja California, que abatió el número de casos en 85.7 por ciento, tal vez gracias a la magia político-matemática del gobernador “morenista” Jaime Bonilla Valdez.

Frases sin disfraces

“Demos gracias a Dios que tenemos trabajo; estamos en una organización que nos cumple con un salario, si nosotros le aventamos tierra, la gente va a dejar de comprar en las tiendas, va a dejar de usar Banco Azteca, y entonces vendrá para abajo esto y los ‘suspendidos’ seremos todos, no unos cuantos”. Raybel Baza de la Cruz, gerente de Nómina y Pagos, Grupo Salinas.

Mensajes a: belin.alvaro@nullgmail.com

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