El reporte de la Secretaría de Salud sobre la pandemia del coronavirus, actualizado este lunes 6 de abril, indica que en México hay dos mil 430 casos confirmados; 125 personas han fallecido por dicha enfermedad, de acuerdo con los datos oficiales; además, hay más de cinco mil 500 casos sospechosos.
En un solo día, del domingo al lunes, hubo en México 296 contagios.
Las cifras sólo incluyen a quienes han presentado síntomas de Covid-19; el número real de casos es indeterminado por la enorme proporción de personas que, habiendo sido afectadas por el virus, no presentan síntomas.
En Veracruz, la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado dio a conocer por la noche del pasado domingo que la entidad ya registraba 40 casos confirmados de coronavirus, 405 sospechosos y tres defunciones. Más de la mitad de los casos, por cierto, se concentran en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Alvarado-Medellín de Bravo.
Con relación a ese tema han surgido diversos comentarios, dentro y fuera del Sector Salud, sobre la verdadera dimensión de la pandemia en México; podríamos decir que los dos mil casos confirmados en el ámbito nacional y los 40 de Veracruz han generado suspicacias y dudas. Hay quien apunta que esas cifras son casi nada si se comparan con las que se registran en los Estados Unidos: más de 350 mil casos confirmados y casi 10 mil 500 fallecimientos, además de una economía paralizada.
Los números norteamericanos ponen en duda las cifras oficiales mexicanas, y la única explicación digamos lógica es la que se refiere a la escasez de pruebas de detección en nuestro país.
José Francisco Yunes, ex senador veracruzano, comentó dicha situación a través de sus redes sociales. En un mensaje por Twitter, apuntó: “si no se aplican las pruebas de detección de Covid-19 en grandes cantidades, no conoceremos la magnitud de la infección, ni el ritmo de crecimiento, ni su momento crítico y la respuesta institucional será limitada y errática. La lección exitosa ha sido aplicar pruebas masivas”.
Habrá quien diga que el ámbito de conocimiento de Yunes Zorrilla es la economía, no la salud; sin embargo, es sólo una de las muchas voces que cuestionan las políticas públicas mexicanas ante la pandemia.
Lo cierto es que ante la incertidumbre sobre las cifras reales del Covid-19 en México y Veracruz, sobre las dudas que genera la información oficial, cada vez más ayuntamientos veracruzanos extreman medidas; uno de los primeros casos fue el de Tamiahua, cuya autoridad municipal ordenó el cierre del acceso a esa cabecera; si alguna persona intentaba entrar a ese lugar, médicos le revisaban la temperatura e intentaban detectar síntomas de la enfermedad.
Un cerco sanitario similar fue colocado en el municipio de Zongolica, donde las autoridades enviaron a sus casas, con una cuarentena casi forzada, a 100 personas.
Probablemente una de las medidas más radicales fue la instrumentada en Gutiérrez Zamora, zona norte de Veracruz, donde la autoridad local informó que sólo podrán salir a la calle quienes realicen actividades esenciales. Para circular por la vía pública en ese lugar es obligatorio el uso del cubrebocas; y quienes no acaten la disposición serán arrestados por 12 horas.
Las medidas de algunos Ayuntamientos podrían sonar exageradas, pero sin duda reflejan a la perfección el temor al impacto que podría generar la pandemia en la salud pública. En todo caso, de ninguna manera se puede criticar que se instrumenten medidas para restringir la circulación y para procurar que las personas atiendan las recomendaciones del Sector Salud y se queden en casa, en la medida de sus posibilidades. @luisromero85