El cuestionamiento al tema de las prerrogativas a los partidos políticos –dinero público que se destina a financiar la operación de los institutos políticos nacionales y estatales– ha estado vigente prácticamente desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia.
En noviembre pasado, por ejemplo, el presidente urgió al Congreso a aprobar la iniciativa referente a la reducción de las prerrogativas; y en diciembre insistió en el tema y anunció que enviaría su iniciativa de reforma.
El año pasado, Morena anunció su renuncia al 75 por ciento de las prerrogativas que por ley le corresponden; la medida fue inicialmente aceptada por la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral, pero en febrero del presente año, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó la medida, argumentando que dicha dependencia del INE no tiene competencia en el asunto.
De forma más reciente, el 31 de marzo, López Obrador hizo un llamado a los partidos a regresar la mitad de las prerrogativas, debido al problema de la pandemia de coronavirus.
El ejecutivo federal apeló a la solidaridad de los partidos y apuntó que ese dinero podría servir para enfrentar la emergencia sanitaria en nuestro país.
Si bien se trata de una decisión voluntaria de cada organización, la presión es cada vez mayor para que los partidos renuncien a una parte de sus prerrogativas.
Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente nacional de Morena, por ejemplo, solicitó el pasado 31 de marzo al INE retener la mitad del dinero de prerrogativas de 2020 para su partido, con lo que dicha fuerza política renuncia a más de 826 millones de pesos.
En la Cámara Baja, la diputada Sandra Paola González, también de Morena, se pronunció por que otros partidos hagan lo propio y destinen sus recursos al combate a la crisis sanitaria derivada de la pandemia de coronavirus.
“Se requiere la adaptación de hospitales, adquisición de medicamentos, contratación de personal. Es necesario tener todo el equipamiento para dar atención inmediata a los pacientes que desafortunadamente adquieran el virus”, apuntó la legisladora.
En Veracruz, Morena tiene la misma agenda: en días pasados, el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín, quien lidera la bancada, exhortó a los partidos para que donen la mitad de sus prerrogativas, ante la emergencia sanitaria por Covid-19.
En la entidad, si los partidos renunciaran a una parte sus recursos, la cifra que sería canalizada al sector salud podría superar los 150 millones de pesos, indicó el legislador.
Actualmente, los partidos políticos con reconocimiento en Veracruz reciben 350 millones de pesos al año; Gómez Cazarín subrayó que de esa cifra se podrían destinar 150 millones, sin afectar las funciones de los partidos. Con ese recurso, agregó, se podría equipar hospitales y garantizar el abasto de medicamentos para atender la contingencia.
¿Alguna respuesta de otras fuerzas políticas a ese llamado?, ninguna; la agenda de los partidos no parece considerar la renuncia a sus prerrogativas; a lo más que llegan es a denunciar deficiencias gubernamentales.
El pasado 17 de marzo, por ejemplo, el dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, acusó que el Gobierno del Estado no actúa con responsabilidad para prevenir los contagios, y responsabilizó a las autoridades estatales por el curso de la pandemia en la entidad.
Su homólogo priista, Marlon Ramírez Marín, emitió un comunicado en el que apunta que el gobierno estatal debe solicitar a la federación la devolución de más de 3 mil 300 millones de pesos que corresponden al ejercicio 2019.
El documento plantea seis acciones en materia de salud y contención de la crisis económica, pero de regresar las prerrogativas, nada. Parece que ante la pandemia, las agendas de PAN y PRI se concentran en la crítica y las propuestas; pero de eso a tomar decisiones que dañen sus bolsillos hay una enorme distancia. @luisromero85