Tal vez se deba a que en Veracruz todavía no empiezan a escalar los casos de coronavirus Covid-19 como en Jalisco o en la Ciudad de México, pero llama la atención la actitud pasiva de la Universidad Veracruzana (UV) que hasta ahora sólo ha secundado las medidas preventivas que los gobiernos federal y del estado han establecido para contener la pandemia, mientras que otras instituciones públicas de educación superior asumieron la iniciativa de aportar sus conocimientos, utilizar recursos y diseñar estrategias para paliar el impacto de esta crisis sanitaria en sus comunidades universitarias y en la población en general.
A finales de la semana pasada, por ejemplo, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, anunció que la Universidad de Guadalajara había presentado públicamente un modelo científico que a partir de los datos oficiales calcula la evolución y comportamiento de la enfermedad.
«Este modelo ha tenido un nivel de correlación del 98 por ciento, esto quiere decir que lo que ha predicho prácticamente está sucediendo. La aportación de este estudio es que nos revela la importancia de los próximos cinco días, los próximos cinco días serán cruciales para controlar el crecimiento del contacto del virus en nuestra sociedad. Por eso hoy le pido a los jaliscienses que esta semana hagamos el sacrificio de quedarnos en casa, un sacrificio de cinco días que podría evitar tener que hacer un sacrificio de meses, cinco días de aislamiento que pueden ser decisivos en el manejo de la crisis que enfrenta Jalisco. Así de claro», afirmó el mandatario tapatío, cuyo llamado, dijo, «no es para entrar en pánico, al contrario, este es un mensaje al pueblo de Jalisco para enfrentar la contingencia juntos, unidos, con absoluta seriedad y responsabilidad, un llamado sustentado en evidencias científicas, no en ocurrencias o corazonadas, es un llamado que busca evitar el escenario de la cuarentena obligatoria, de medidas radicales por no actuar a tiempo, como hoy sucede en el estado de California.»
Alfaro destacó la importancia de detectar y aislar a tiempo los casos confirmados. «Hoy, lo más importante es la velocidad con la que se detectan los casos, de eso depende la contención de la enfermedad», y por esa razón anunció que estaba por echar a andar «un programa para hacer la mayor cantidad de pruebas posibles como medida de preidentificación temprana, tal como lo recomienda la Organización Mundial de Salud».
Por su parte, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció que partir de este martes 24 de marzo ponía a disposición de su comunidad –personal académico, trabajadores y estudiantes– el servicio de diagnóstico molecular para el coronavirus SARS-CoV-2, limitando el número de pruebas a 20 personas por día, y sólo a quienes presentaran síntomas de infección respiratoria.
En cambio, en la UV –cuya rectora Sara Ladrón de Guevara ha participado como invitada de piedra en algunas sesiones del Consejo Estatal de Salud–, se han tomado principalmente medidas administrativas, como la suspensión de actividades académicas presenciales y la celebración de la Feria Internacional del Libro Universitario 2020, pospuesta por «las cancelaciones de numerosos invitados», según el comunicado oficial.
Veracruzano a Derecho-UNAM
Por cierto, este lunes, la H. Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) designó como director de la Facultad de Derecho de esta casa de estudios al abogado veracruzano Raúl Contreras Bustamante, para un segundo periodo que concluirá hasta el año 2024.
Contreras Bustamante, un prestigiado jurista egresado de la UNAM, es hijo del siempre bien recordado don Raúl Contreras Basurto (QEPD), ex presidente municipal de Banderilla y ex Oficial Mayor de la desaparecida Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz.
A principios de febrero pasado, como se recordará, este abogado veracruzano impidió como director de esta Facultad, junto con otros valientes académicos, que grupos porriles se apoderaran violentamente de las instalaciones de esta escuela, durante el paro estudiantil que afectó a varias preparatorias y a las facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, las cuales habían suspendido actividades académicas desde noviembre del año pasado.