Ante la pandemia de Covid-19, algunos ayuntamientos de Veracruz comenzaron a instrumentar medidas para reducir al mínimo el impacto del virus en la salud pública.
En días recientes observamos a gobiernos municipales tomar medidas que parecerían drásticas –aunque no lo sean–, como en Tamiahua, donde la alcaldesa Citlali Medellín ordenó el cierre de playas y ubicó a personal médico en el acceso de visitantes a esa cabecera, a efecto de no permitir el ingreso de personas con fiebre o tos a su territorio.
El presidente municipal de Tecolutla, Juan Ángel Espejo, también cerró el acceso a las playas y al río; canceló eventos masivos y ordenó el cierre del comercio local. De igual manera, pidió apoyo del gobierno federal y estatal para los prestadores de servicios turísticos.
Otro caso, mucho más completo, es el de Xalapa, donde la autoridad municipal ordenó el cierre de bares, cantinas, salones de fiesta, casinos, centros nocturnos, discotecas y en general, cualquier lugar que expenda bebidas alcohólicas.
El alcalde Hipólito Rodríguez Herrero convocó a restaurantes y lugares de ventas de alimentos a evitar la cercanía entre los comensales, y a reducir el aforo hasta en 50 por ciento. No habrá servicios de buffet en la capital del Estado.
El comercio de Xalapa deberá disponer, para uso público, de gel antibacterial; y cada 15 minutos asear el espacio con agua hiperclorada.
Si bien los gimnasios podrán permanecer abiertos, deberán ofrecer agua, jabón, gel y toallas para la desinfección de aparatos.
En Xalapa y Veracruz, por ejemplo, se observó este lunes una importante reducción en la presencia de personas en la vía pública.
En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, en la noche del viernes había poca presencia de gente. Eran las diez de la noche pero más bien parecía lunes. El jarocho decidió guardarse.
En Xalapa y Veracruz, los consultorios médicos registran una demanda poco usual de servicios. Las consultas se dispararon porque ante cualquier síntoma de afección respiratoria, la gente recurrió a los profesionales.
Hay otros lugares, sin embargo, cuya población parece no tomar muy en serio la amenaza de la pandemia. Es el caso de Coatepec, donde el cabildo sesionó este lunes al mediodía debido a la preocupación de los ediles por que la actividad social y comercial no disminuye, pese a las recomendaciones del Sector Salud.
Hace unos días, un grupo de turistas italianos llegó al pueblo mágico de Coatepec, lo que provocó la preocupación de la población del lugar, que demanda mayor coordinación entre sus autoridades locales y los gobiernos estatal y federal; pero el ayuntamiento encabezado por Enrique Fernández Peredo parece dispuesto a endosar el problema al gobierno del Estado, en vez de asumir un compromiso de mayor colaboración.
El problema de Coatepec es que el municipio carece de infraestructura hospitalaria para atender emergencias médicas como las que ocasionaría el Covid-19, sobre todo en adultos mayores, personas con enfermedades pulmonares, crónico degenerativas, o simplemente inmunodeprimidas.
Por otro lado, en Coatepec la autoridad parece más preocupada por repartir culpas que por asumir acciones concretas; hasta este lunes, por ejemplo, no había girado recomendaciones específicas a su población, ni cerrado espacios concurridos. @luisromero85