Igual que como ocurrió en 2010 con el equipo Indios de Ciudad Juárez; o en 2017 con los Jaguares de Chiapas, los Tiburones Rojos de Veracruz están a punto de ser desafiliados por la Federación Mexicana de Futbol.
A la asamblea de dueños de este martes, el propietario de la franquicia, Fidel Kuri Grajales, ni siquiera pudo ingresar.
Trascendió que en la reunión, la mayoría de los dueños de equipos de la Liga MX votaron por la desafiliación, con lo que Veracruz se quedaría sin equipo.
Se filtró también que la decisión de desaparecer a la escuadra jarocha se hará oficial esta misma semana, luego de una segunda asamblea, en la que participarán no sólo los representantes de los equipos de la primera división, sino de la división de ascenso, de la Premier y de la Amateur.
Los dueños de los equipos consideraron que la situación del Veracruz era ya insostenible por todos los problemas que arrastra dicha empresa deportiva, que ha ido de escándalo en escándalo: cuando no es la racha larguísima sin victoria son los adeudos con jugadores o los vicios administrativos como lo relacionado a los dobles contratos de futbolistas; el caso es que los Tiburones han pasado a la historia como el peor equipo de México en años.
De esa manera, podríamos decir que en cuestión de días los Tiburones dejarán de ser un equipo profesional para convertirse, por desgracia para su sufrida afición, en una empresa en remate.
Previo a la asamblea de dueños, el mandamás de los Tiburones lanzó su más reciente bravata; dijo que esto apenas comienza; que iniciará una defensa legal de su caso; y que con la desafiliación la Liga MX estaba violando sus propios estatutos.
En su defensa, podríamos decir que Fidel Kuri llegó a Veracruz con la franquicia de La Piedad, que logró ascender al máximo circuito, sin deudas; el problema fue que una vez que llegó a su nueva plaza, fue obligado a reconocer y pagar lo que debían las dos anteriores administraciones de los Tiburones; es decir, Mohamed Morales Álvarez y Rafael Herrerías; algo así como 15 millones de dólares.
Como sea, el caso es que Kuri Grajales se ha vuelto un personaje no grato para la Federación; algo así como el invitado indeseable al que en unos días echarán de la fiesta.
Así, impedido para vender o comprar jugadores desde hace un año; con un cuadro que da pena ajena en lo futbolístico; con sentencias en contra en instancias internacionales por el no pago de adeudos por transferencias de jugadores extranjeros; con escándalos como la agresión a Edgardo Codesal; y con una fama sumamente negativa, Fidel Kuri estaría a punto de terminar su aventura como empresario del futbol.
Por si fuera poco, desde hace meses comenzó a circular la versión de que Kuri Grajales ya no cuenta con capacidad financiera para sostener al equipo, problema que fue evidente al no cubrir con puntualidad los pagos a los jugadores; sin embargo, sólo el dueño conoce la realidad financiera de la empresa.
Lo cierto es que la batalla legal contra la Liga MX será desgastante para el ex diputado federal priista, quien en el mejor de los casos para su causa, podría ser obligado a vender el equipo, con lo que no se llegaría a la extinción por decreto.
Como sea, todo parece cuestión de tiempo: en el remoto caso de que no lo desafilien, con seguridad perderá la categoría dado su muy pobre desempeño en la cancha.
Por otro lado, con insistencia ha circulado la versión de que uno de los factores para la decisión de desafiliar al club es la investigación que realizaría la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. ¿Será?. @luisromero85