La nueva pirueta: «No es acarreo al AMLO-Fest, es apoyo para traslado de simpatizantes»… Seeeee… –Chopenjawer
«La mañana del jueves 7 de noviembre, elementos del ejército y agentes de la Policía Judicial Federal tuvieron un enfrentamiento armado en el paraje Llano de la Víbora, municipio de Tlalixcoyan, Veracruz». Así comienza la nota fechada el día 16 de noviembre en el archivo del semanario Proceso. En ese entonces se reportaron siete policías judiciales muertos y un soldado herido.
Por este hecho sangriento es que es muy conocido Tlalixcoyan. Es un punto en pleno centro del estado, que colinda con otros municipios grandes como Alvarado, Medellín, Tierra Blanca, Ignacio de la Llave y Cotaxtla, con salidas a Cosamaloapan, al puerto de Veracruz, Boca del Río, Córdoba-Orizaba.
Es un territorio que pareciera un limbo y que se conoce poco, a excepción de este hecho ocurrido en 1991. Por años se ha hablado de que la zona es territorio donde se trasiega droga y Llano de la Víbora es una de las tantas pistas en la región. Como chacoteo, dicen que nomás faltan el Oxxo, el Sub-way, taxis ejecutivos de esos blancos con rayas azules, mostradores de aerolíneas, el «Rent-A-Car» y hasta la aduana de Migración, por aquello de visitantes de otros países.
Este jueves 28 por la mañana, la noticia era que la Secretaría de Seguridad Pública había tomado el control de la Policía en dicho municipio, con un vistoso operativo donde también hubo elementos del Ejército Mexicano.
«#SSPInforma: Como parte del proceso de evaluación y control de confianza, elementos de la Policía Municipal de Tlalixcoyan fueron concentrados para la realización de dichos exámenes. Por tal motivo, la Secretaría de Seguridad Pública tomó el control de seguridad de dicho municipio. Cabe mencionar que esta acción ha sido replicada en otras ciudades en el que se trabaja para el fortalecimiento de sus policías municipales», informaban vía redes sociales.
Pasado el mediodía se sabría que el alcalde Agustín Lagunes Álvarez (PAN) se había acuartelado con sus elementos y negaba entregarle el control a SSP. Con empleados municipales, el edil cerró los accesos a la ciudad.
Al final, por la tarde-noche, y luego de un diálogo entre autoridades municipales y estatales, Seguridad Pública sólo se llevó a 5 policías municipales a Xalapa, a quienes les serán aplicados los exámenes de control y de confianza.
El asunto pintaba para que Tlalixcoyan se convirtiera en una especie de «Culiancancito» con el caso de la fallida detención de Ovidio Guzmán; el presidente municipal y sus policías negando el control a las fuerzas estatales, mientras la ciudad estaba sitiada e inaccesible. El reto a la autoridad de más nivel, más que claro por parte del alcalde y su corporación.
Hay versiones que indican que es probable que los policías municipales no aprueben dichos exámenes y esto sea el argumento para vincular a la policía municipal con el crimen organizado y –ahora sí– tomar posesión de la seguridad en el municipio.
Una fuente anónima nos confía que incluso el asunto se está comenzando a cocinar para Tlalixcoyan, desplazando elementos de la SSP desde Poza Rica, Xalapa y Tuxpan. «Le van a entrar con todo», subraya.
«Al alcalde lo manejaron; todo se va a quedar sin efecto», en referencia a las negociaciones entre municipio y Gobierno del Estado.
En este lugar, el domingo 24 de este mes, un policía municipal de nombre Jurger Jair Martínez Ruiz fue muerto aparentemente de manera accidental mientras conducía una patrulla y a su compañero se le soltó un tiro del arma cuando regresaban de una inspección. Esto quizás fue el detonante para que este jueves llegara SSP para tomar control del municipio, que es de un partido opositor.
El asunto es que Tlalixcoyan sigue siendo un punto geográfico estratégico muy valioso: una meseta que es un aeropuerto natural muy deseado para los que usan avionetas.
A lo mejor más adelante se haga lo que nunca se ha hecho: instalar una subdelegación de SSP para tomar posesión y entonces cambien algunas cosas para Tlalixcoyan y la región. La única vez que pasó algo similar fue cuando instalaron la delegación de Paso del Toro en el gobierno de Miguel Alemán Velasco.
Ya se verá en los próximos días. A ver qué pasa.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: El periodista Israel Velázquez, desde Puebla en su columna «Acantilado», revela que la exalcaldesa de Acayucan y exdiputada local y federal panista y priista, Regina Vázquez Saut, será la nueva titular de Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi, que sustituye al Seguro Popular) y que desde el 22 de noviembre está listo su nombramiento… «Ella, pues, entrará en funciones con el año nuevo, en Puebla, en el gobierno de la 4T que encabeza a nivel nacional Andrés Manuel López Obrador y en el ámbito local, Luis Miguel Barbosa Huerta, quizá impulsada por proponerse para ayudarle al presidente beisbolero a que regrese el equipo de béisbol el Águila de Veracruz a la Liga Mexicana de Verano de Beisbol profesional», dice Israel.
OTRA NOTA: Que finalmente, hasta el cierre de esta edición, nunca desmintieron de manera oficial el documento que circuló en medios como Versiones.com.mx sobre los responsables del «acarreo» de simpatizantes/huestes de López Obrador a su informe/festejo/mitin de este domingo. Se sabe que incluso hay dependencias donde estarían operando gente que le sabe a esto porque trabajó en ayuntamientos priistas como el de la exalcaldesa de Xalapa, Elízabeth Morales.
OTRA NOTA EXTRA PORQUE ES VIERNES Y HAY QUE JALARLE: ¿Quién es el funcionario de la 4T al que le dio el «Síndrome de Dante»? Ya sabe: ese de esconder las raíces alvaradeñas para decirse oriundo de Córdoba.
LA ÚLTIMA PORQUE 2 DE LA MAÑANA: No tiene desperdicio la editorial del portal PalabrasClaras.mx titulada «Moches y piquetes de ojo en la SIOP», de donde tomamos el siguiente extracto sobre las obras pendientes por ejecutar: «Resulta que los hombres de la ‘honestidad’ adjudicaron esas obras a contratistas que fueron recomendados desde el altiplano, desde el Palacio de Enríquez y desde la segunda oficina de la Sefiplan, bajo el siguiente esquema: primero, hacían las licitaciones para cumplir lo que dice la ley; segundo, desechaban a todos los participantes para poder realizar asignaciones directas (modelo tramposo e inmoral pero legal) y; tercero, otorgaron el correspondiente anticipo de obra, que oscila más menos en un 20 por ciento… Hasta ahí todo pareciera normal, sin embargo, los contratistas recomendados no contaban con la experiencia y equipo suficiente para hacer frente a los compromisos adquiridos y esto ya tiene consecuencias. Según trasciende, la mayoría de esos ‘empresarios honestos’, no comenzaron ninguna obra o las dejaron tiradas y ahora ¡nadie los encuentra!».
@pablojair