La declaratoria implica acciones jurídicas internacionales; el presidente López Obrador y el canciller Ebrard rechazaron ayer la solicitud porque significaría intervención de EU en México
El presidente Donald Trump anunció que clasificará a los cárteles del narcotráfico mexicano como organizaciones terroristas.
“Serán designados … He estado trabajando en eso durante los últimos 90 días. Sabes, la designación no es tan fácil, tienes que pasar por un proceso, y estamos bien en ese proceso “, dijo en una entrevista con Bill O’Reilly.
El domingo pasado, la familia LeBarón solicitó al gobierno de Estados Unidos que designe a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras luego del asesinato de nueve de sus integrantes.
La petición fue subida a una página web de la Casa Blanca y señala que los grupos criminales controlan el flujo de todas las drogas que se introducen de contrabando de México hacia ese país.
La solicitud debe reunir 99 mil 999 firmas a más tardar el próximo 24 de diciembre para obtener una respuesta de la Casa Blanca.
México frente a la solicitud
Luego de la petición para que se catalogue a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (OTE), el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer que México no aceptará la injerencia de ningún país para atender el tema de la inseguridad, y reprochó que se esté solicitando “casi casi una intervención”.
Agregó que la violencia que se vive en el país es consecuencia de la política que se implementó en los gobiernos anteriores y recalcó que no cambiará el plan de seguridad, pese a las presiones.
Por su lado, el canciller Marcelo Ebrard dijo que no esperaba que Estados Unidos hiciera tal declaratoria ya que tendría implicaciones jurídicas internacionales.
“El tema de narcoterrorismo tiene un impacto jurídico internacional, porque hay una legislación norteamericana que posibilita cuando se declara, se determina a un grupo terrorista. Entonces, se invocan esas disposiciones para actuar de manera directa. Eso por supuesto México jamás lo aceptaría”.