Este lunes fue encontrado el cuerpo sin vida de una mujer en el camino que va de la comunidad de Rancho Viejo a la ranchería de Cinco Palos, esto en el municipio de San Andrés Tlalnelhuayocan. El cadáver tenía varias heridas provocadas por un arma punzocortante y fue descubierto por elementos de la Policía Naval que efectuaban un patrullaje en la zona.
Como sucede en estos casos se procedió a colocar la cadena de custodia; fue requerida la presencia de personal de Servicios Periciales para dar fe del cuerpo y el cadáver fue llevado al Servicio Médico Forense, donde quedó depositado a la espera de ser reclamado por sus familiares.
Es deseable que la víctima sea identificada en las próximas horas para que le den sepultura y hasta ahí va a llegar el caso. Es decir, la infortunada mujer pasará a ser un número más en las estadísticas de los feminicidios sin resolver, porque nadie se abocará a esclarecer el crimen.
En su corte al 30 de septiembre, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer que se han cometido 71 secuestros contra mujeres en Veracruz y de enero a septiembre se contabilizaron 140 feminicidios.
¿Cuántos de esos secuestros se han aclarado y cuantas víctimas han sido rescatadas? ¿Cuántos feminicidas está en la cárcel?
Son preguntas para las que no hay respuesta, porque nadie o casi nadie anda detrás de los secuestradores y feminicidas. De ahí que la entidad siga teniendo la tasa más alta de incidencia en feminicidios y secuestros por cada 100 mil habitantes.
Y como muestra va esto: Xalapa, Coatzacoalcos y Córdoba están desde hace semanas en la lista de los veinte municipios con más alta incidencia de feminicidios en el país.
¿Qué hacen las autoridades para inhibir estos delitos? Nada que no sea soltar choros que ni ellos mismos se creen.
El pasado 1 de octubre y a propósito del número de feminicidios en Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez dijo: “No habrá tolerancia ni impunidad en casos de violencia contra las mujeres. Los crímenes contra mujeres serán investigados para dar con los feminicidas y que reciban su castigo”. Y con eso cumplió el señor.
Pero hay otros que descalifican las cifras oficiales.
En su más reciente encuesta sobre Seguridad Pública Urbana, el INEGI reveló que Coatzacoalcos ocupa el primer lugar nacional en percepción de inseguridad. El 94.5 por ciento de sus habitantes (nueve de cada diez) consideran inseguro vivir en esa ciudad.
Pero a la diputada Tania Cruz Santos, no le pareció el dato y lo descalificó.
“En el tema de inseguridad su distrito es muy emblemático”, le dijo una reportera, a lo que la legisladora contestó: “Te voy a corregir lo que acabas de comentar. Lamentablemente los hechos que se han registrado en la zona sur han sido un poco drásticos…”.
Ah chingá. ¿Los secuestros, asesinatos, feminicidios, desmembrados y masacres como la del Caballo Blanco le parecen un poco drásticos?
Tras asegurar que la inseguridad es sólo un problema de percepción, se fue contra los medios de comunicación a los que tachó de “irresponsables” por difundir que Coatzacoalcos es uno de los municipios más violentos del país.
Lo dicho, no hay voluntad de solucionar los feminicidios, secuestros y la violencia generalizada. La consigna es minimizar el problema, descalificar las cifras oficiales o soltar una que otra promesa para salir del paso.
A menos que suceda un milagro, el feminicidio ocurrido este lunes quedará impune porque no está en el radar de las autoridades esclarecerlo.
Lo único que les importa a las damas y caballeros que hoy son gobierno en la entidad, es que la 4T dure al menos los 80 años que se chutó el PRI en el poder. Lo demás, principalmente los asesinatos y secuestros de mujeres, les importan pura corneta.