Fue un lunes intenso para el Vice gobernador del estado. Eric Cisneros parece sentirse cómodo en medio de la tempestad y desafía a sus adversarios que lo mismo están en el gobierno estatal, en Morena, en las Cámaras de diputados e incluso en algunos medios con los que se ha enfrentado. Es un fajador nato.
Él mismo desató la tormenta muy temprano –incluso como distractor de las acusaciones que sabía vendrían a lo largo del día-, cuando publicó un tuit en el que agradecía “la entrega, la disposición y la actitud de cada una de las personas que laboran palmo a palmo para hacer que las cosas sucedan”, lo que algunos interpretaron como una especie de despedida.
El primero en abrir metralla fue el polémico y disparatado diputado federal Gerardo Fernández Noroña quien recomendó al Gobernador del Estado que vigile el desempeño de su Secretario de Gobierno, a quien se acusa de intervenir en la elección interna de Morena. Lamentó que en el estado no se pudieron realizar 7 de las 20 asambleas distritales para la elección de delegados que habrán de decidir quién será el próximo presidente(a) nacional de ese partido.
Antes de pelearse con los reporteros, acusó que “son varias las voces, no es una, no son dos, son varias la voces que están haciendo crítica a la manera en la que el Secretario de Gobierno está interviniendo, dicen, en los procesos internos y está operando de manera incorrecta». Y entonces se le fue a la yugular: si es el Secretario de Gobierno (quien intervino en el proceso interno), primero debería hacer el trabajo que le corresponde, por lo que pidió al “compañero” Cuitláhuac García Jiménez a «echar una revisada» al actuar de Cisneros Burgos, respecto de esas acusaciones.
Enseguida entró a escena otro diputado federal de Morena, Jaime Humberto Pérez Bernabe, quien seis días antes ya había pedido que la destitución de Eric por entrometerse en el proceso interno de Morena para renovar de 200 delegados. Dijo entonces que en la Sierra del Totonacapan y de Papantla, desplazaron a militantes en taxis de una banda delincuencial que opera en la zona y lamentó que por la intromisión de Eric Cisneros se hayan cancelado las votaciones en ocho sedes distritales, en las cuales se van a presentar impugnaciones.
Una semana después, este lunes, tampoco aportó pruebas de su dicho: que se realizó un operativo al estilo del «viejo PRI», utilizando diferentes áreas de la Secretaría de Gobierno, Secretaría de Desarrollo Social, el Registro Público de la Propiedad, Registro Civil y Transporte Público.
Lo que sí dijo es que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez tiene “las pruebas en sus manos” de la intervención del secretario de Gobierno, Eric Cisneros y el secretario de Desarrollo Social, Guillermo Fernández, en las asambleas distritales del partido Morena en Veracruz, lo que lo pondría al mandatario en una situación de complicidad frente a los delitos electorales denunciados.
La respuesta de García Jiménez fue que se presentarán pruebas de la intervención en la elección interna de Morena en Veracruz, pero no se refirió en específico a ninguno de sus funcionarios. Hasta ahora, la sangre no ha llegado hasta la Fepade. Acaso sólo para eso trajeron a Fernández Noroña.
Y entonces el diputado local por Tazmania, Magdaleno Rosales, entró al quite con una denuncia aún más grave. Dijo que Eric Cisneros está desviando recursos del Gobierno de Veracruz para su beneficio personal, pues con el dinero está comprando casas, lotes y terrenos en Baja California, lugar al que el funcionario viaje con frecuencia. Sin embargo, volvió a tirar la piedra y a esconder la mano pues dijo que a él no le toca investigar –tarea que endilgó a los reporteros-, aunque insistió en que denunciará penalmente al funcionario.
Es evidente que el conflicto se ha generado en torno a la elección interna de Morena. Sin embargo, quien acusa está obligado a probar, algo de lo que no los exime el fuero parlamentario. Las denuncias públicas sobre la comisión de delitos electorales y el desvío de recursos públicos para la compra de bienes raíces deben convertirse en denuncias penales, de lo contrario, Morena confirmará que es la misma monserga.
Será el sereno, pero los comentarios sobre el Secretario de Gobierno se mueven lo mismo entre su inminente remoción del gabinete que entre la posibilidad real de relevar al gobernador Cuitláhuac García cuando la administración cumpla dos años. Así, el cuenqueño tiene tantos aliados como adversarios.
Algo tendrá Eric Cisneros que se ha convertido en el foco de atención de tirios y troyanos.
Las del estribo…
- Ese gobierno de la 4T es un loquillo. Un día el Presidente se compara a sí mismo con Jesucristo y al siguiente, el “camarada” Fernández Noroña viene a Xalapa a acusar a la Iglesia de hipócritas, misóginos y pederastas. Luego van a una elección interna llena donde cometen las mismas trampas que tanto acusaron –recursos públicos, acarreos, fraude-. Con razón el país y el estado están de cabeza.
- La Comisión de Vigilancia del Congreso se ha convertido en una caja de Pandora. Sus integrantes, de todos los partidos, están más preocupados en cuidar las espaldas de sus familiares que desempeñan un cargo que aclarar las cuentas públicas. Esa será la primera gran prueba de fuego del nuevo Orfis: someterse a los intereses de quienes le concedieron su voto.