Después de su primer aborto a los 17 años, María del Carmen González Hernández, ha acompañado a más de 2 mil 300 mujeres que tomaron la decisión de interrumpir su embarazo por diversas razones de manera ilegal.
La decisión de apoyar a otras amigas, conocidas y desconocidas a abortar fue después de que ella tuvo una hemorragia y vivió todo el proceso sola, sin el apoyo de su pareja, sus amigas, el de su familia o el de alguna institución que le brindara la correcta información para hacerlo.
“Yo pasé por ese momento, por mucho llanto por todo lo que se había suscitado y porque además yo estaba soportando todo sola, fue una experiencia muy de la verga lo que fue el aborto, pues también el tipo como que se fue, entonces yo tuve que pagar cada pastilla y fue como que demasiado todo en ese momento para mí”, narra.
Desde hace trece años ha apoyado a mujeres que optaron por no ser madres y no solo en este país, también brinda información a mujeres de Argentina o El Salvador.
Las mujeres de otras nacionalidades la han contactado a través de sus redes sociales, pero trata de que la mayoría de los acompañamientos sean presenciales para dialogar directamente con la persona y constatar que está tomando la decisión sin ningún tipo de presión.
Los conocimientos los ha tenido que adquirir, al igual que otras acompañantes, ante la falta de causales legales que permitan la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) por decisión de la mujer; pues en Veracruz solo se permite cuando: es producto de una violación, pero solo en los primeros 90 días; corre peligro la vida de la mujer a criterio de dos médicos o el producto tiene una mal formación.
Sus primeros pasos
Los primeros conocimientos que tuvo María del Carmen acerca de un acompañamiento seguro fue a través de organizaciones civiles, sin embargo, con el paso de los años ha aprendido y de manera autónoma mejorado las tácticas para apoyar a una mujer en este proceso.
Actualmente sabe sobre la anatomía de la mujer y todos los procesos hormonales que tiene cuando se embaraza y cuando está abortando, también sobre los beneficios de muchas hierbas que pueden ser una opción para complementar la toma del Misoprostol.
Actualmente María del Carmen no pertenece a ninguna organización, puesto que considera que no es suficiente con darles la información y en caso de que haya alguna complicación se les mande a un centro médico como lo marcan algunos manuales de salud.
En una ocasión, recuerda, se quedó toda la noche con una mujer que le dio temperatura, consultó libros y manuales de salud que le sirvieron para estabilizarla y no exponerla con el personal médico a que sufra otro tipo de violencias.
“O sea mi trabajo como acompañante era a darles la información y apoyarle con las pastillas y ya, pero para mí ese era un conflicto porque eran mis amigas y yo no quería que pasaran por lo mismo que yo había pasado (…) a veces yo tengo conflictos con mis compañeras de acá porque yo básicamente me metí hasta la cocina en la vida de las personas que haya acompañado, me sentía muy comprometida, yo las acompañaba o acompaño hasta lo más que puedo, así tipo hasta que te dejan de sangrar y se regula su periodo”, cuenta.
Las mujeres que recurren a un aborto de manera clandestina, necesitan de apoyo moral, comprensión y sobre todo información verídica, esto ayuda a disipar miedos y reducir riesgos, comenta María del Carmen.
Antes de darles la información, dice, les hace diversas preguntas para disminuir las probabilidades de una infección o una hemorragia.
En la actualidad atiende de 3 a 4 casos diarios, todo lo ha hecho de manera gratuita, pero ante la demanda constante de su apoyo ha realizado talleres a otras mujeres para que aprendan a acompañar.
Las mujeres que han necesitado de su acompañamiento han sido de todas las edades, la menor tenía 14 años y su embarazo era producto de una violación; a pesar de que era legal que ella abortara, el personal médico y autoridades la revictimizaron por lo que optaron por hacerlo de manera clandestina. Como este caso, por lo menos ha atendido a 3 más por violación.
Los riesgos de acompañar
A María del Carmen nunca le ha preocupado la situación legal en la que se encuentra al brindar información, ya que apoyar a mujeres con información para practicarse un aborto en casa, no está penado.
“Nosotros también tenemos acompañamiento jurídico porque lo chido de las leyes que tiene muchos vacíos entonces tenemos una compañera que es abogada que siempre nos dice que por cualquier caso las ventajas que tienes al decirte que hay un acompañamiento en casa es que puedes apelar a tu derecho de privacidad “, afirma.
Comenta que es un problema que se siga criminalizando a las mujeres que abortan y por lo tanto a las personas que apoyan a abortar, sin embargo, considera que la preocupación en el caso de las acompañantes debería ser capacitarse.
Actualmente en el país, el aborto hasta las 12 semanas y por decisión de la mujer solo está permitido en Ciudad de México y hace unos días se aprobó en Oaxaca en medio de la oposición realizada por grupos conservadores y políticos de derecha.
De acuerdo con la abogada de Asociación Equifonía, Adriana Fuentes, en Veracruz no se puede castigar a las mujeres u organizaciones que dan información sobre cómo abortar, pues el Código Penal solo establece que castigos a personas que hagan abortar, pero no a quienes brinden información.
“Lo que se hace es brindar información y el dar información no es un delito, porque la conducta que se castiga es hacer abortar (…) digamos que es como un médico cuando un médico te práctica, tal vez desde una expiración un legrado, el que él te coloque por ejemplo vía vaginal, entonces si es la conducta a la que se sanciona”, explica.
En las recomendaciones de la Segunda Alerta de Genero por Agravio Comparado que tiene Veracruz, la Comisión Nacional para Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) pidió a los legisladores reformar el Artículo 150 del Código Penal, en el que se establece que se sancionará de seis meses a dos años de prisión a las personas que hagan abortar una mujer.
Sin embargo, la Alerta no se refiere a quienes acompañen y solamente pide cambiar la redacción en la penalidad que debería establecerse para las mujeres que se realicen un aborto con tratamiento en libertad no mayor a dos años y siempre apegado a sus derechos humanos.
Las acompañantes que suplen al Estado
El acompañamiento entre mujeres para abortar en la clandestinidad, se ha dado ante la falta de Leyes que garanticen los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Con los años las mujeres han buscado medidas e información para practicárselos y la sororidad ha sido pieza clave.
En Veracruz existen muchas mujeres que acompañan abortos, también organizaciones civiles que brindan información, apoyan con el medicamento o incluso canalizan a las mujeres a clínicas a la Ciudad de México para que lo practiquen de manera más segura.
María del Carmen nunca ha cobrado un peso a las mujeres que ha acompañado, ha sacrificado horas de sueño e incluso ha puesto de su dinero para comprar las pastillas, pero añade que el hecho de saber que las mujeres son quienes deciden sobre su cuerpo y cuándo ser madres, es de las más gratificantes recompensas.
“Mi sueño es que cualquiera sepa acompañar. Una vez una chica me trajo una canasta de frutas esa chica le habíamos donado el medicamento y pues yo luego bromeó y le digo que soy su madrina de aborto y ese tipo de cosas me hacen sentir re bien me hace sentir que no me estoy agotando a lo bruto, pero si tiende a ser muy agotador”, asegura.
Testigo purpura /Alba Valdez