“No le debo lealtad a nadie” Javier Duarte de Ochoa
El capricho de Miguel Ángel Yunes Linares por heredar el poder estatal a su vástago, tuvo un alto costo no sólo político ni moral sino económico y las cuentas se han puesto claras.
Ayer, a un día de entregar su encomienda, el auditor general Lorenzo Antonio Portilla Vásquez presentó el Informe General Ejecutivo de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2018, ante la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado. Ahí se revela un presunto daño patrimonial superior a los 4 mil 500 millones de pesos cometido en el último año de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares lo que confirma el nivel de cochinero financiero y desvíos de recursos que perpetró el yunismo apenas, el año pasado y todo con el fin de perpetuarse en el poder en la monarquía disfrazada.
Inconsistencias en la aplicación de los recursos en obras públicas, en las adquisiciones, pagos a prestadores de servicios, obras no terminadas o mal ejecutadas, volúmenes de obra pagados en exceso, expedientes de obra incompletos, expedientes sin proyecto original, obras asignadas sin cumplir con la normatividad, todas estas pillerías son el universo de anomalías detectadas en el Orfis en el año en el que Yunes papá quiso hacer gobernador a Yunes hijo. Tan sólo en deuda pública hay irregularidades por más de 800 millones de pesos, una verdadera rapiña la que ejerció el Demonio Azul en su desgobierno bianual, donde el primer año ya el Orfis le había detectado más de mil millones de anomalías y esta vez se revela el presunto desfalco por 4 mil 500 mdp, esto es para hacer ver a Yunes explicando el desaseo, solventando las irregularidades, devolviendo lo robado o de plano, encarcelado al lado de su antecesor, Javier Duarte.
Orfis: Trabajo técnico
En esta parte crucial de la historia moderna de Veracruz, hay que reconocer que el Orfis ha sido fundamental para detectar y actuar con seriedad, profesionalismo y rigor técnico metodológico. La gestión de Lorenzo Antonio Portilla Vásquez puede presumirse como la más rentable socialmente pues en términos de recuperación de fondos desviados logró reingresar a las arcas públicas más de mil 600 millones pesos, además fincó denuncias para recuperar más de 34 mil millones de pesos de asuntos que datan del año 2008 al 2018, logró también acercar la institución a la sociedad veracruzana de todo el estado, modernizó los sistemas de información para tener auditorías en tiempo real, mantuvo al ORFIS ajeno a las tentaciones y amenazas de los gobernantes, realizó un trabajo técnico impecable desde el 2012 que hoy culmina y que sin duda, marca un antes y un después en el Ente Fiscalizador. Antonio Portilla Vásquez llegó con Duarte y se va con Cuitláhuac, y pasó por Miyuli, el gobernante más embravecido, caprichudo y rapaz que Veracruz podría tener. Con clase, Portilla Vásquez no se intimidó ante las provocaciones ni ataques infundados.
Hoy se va satisfecho por haber cumplido con el deber público y sin duda en el Orfis extrañaran el liderazgo de quien supo llevar a la institución a convertirse en referente nacional de la fiscalización superior.
Los dardos de Yunes
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador da a conocer que fue inscrito como socio de 26 empresas en el padrón del Servicio de Administración Tributaria (SAT), sin su consentimiento, los veracruzanos que sabemos de lo que es capaz el “sicópata que gobernó dos años Veracruz”, como lo describe Javier Duarte (otro orate), de inmediato nos remitimos a las acciones que ha emprendido Miguel Ángel Yunes Linares para combatir a sus adversarios, y este es su estilo.
López Obrador bromea: “Me rayé, me convertí en empresario”.
Retomando la seriedad que el caso requiere, el presidente revela: “Todas las inscribieron el 11 de agosto del 2019, en Boca del Río, Veracruz, en las oficinas del SAT. Me ponen a mí como socio y también a mi esposa (Beatriz Gutiérrez Müller)”. Afirma el mandatario que para realizar esta acción, falsificaron sus documentos y mostró información en la que el SAT asegura que las empresas no tienen soporte documental.
“No tengo empresas, no tengo propiedades, bienes, apenas tengo la cuenta en donde me depositan mi sueldo, nunca he tenido tarjeta de crédito, aunque parezca increíble, nunca me ha interesado el dinero”
Y con ese gesto de ingenuidad que usa para despistar al enemigo, niega desconocer los motivos de quienes lo inscribieron como socio de las 26 empresas, pero que se está investigando, y las compañías, que todavía no facturaban, ya fueron canceladas por el SAT.
“Están muy mal acostumbrados a hacer eso, como sea, si fue por venganza, alguien dolido que quiso vulnerar el sistema del SAT, o alguien que constituye estas empresas que puede hacer negocio engañando de que yo soy miembro de la empresa, socio de la empresa, o mis adversarios políticos para que el día de mañana aparezca de que estoy yo haciendo negocios chuecos”.
En todas estas empresas apareció como representante legal Oscar Manuel Montoya Landeros, coordinador nacional de la Administración Desconcentrada de Servicios al contribuyente.
El hilo conductor de esta “travesura o más bien perversidad” es que se hizo en territorio yunista, en Boca del Río, donde nadie dice ni hace nada si no es con el consentimiento de papá Migue, por lo que hay que estar atentos a las investigaciones ahora que uno de los temas políticos más importantes para los veracruzanos es la huida de Yunes Linares junto con Jorge Winckler y Marcos Even Torres… tercia de sicópatas en el monte.
Socio de la Robles sigue aquí
Con su presencia en la guardia de honor ante el monumento a don Miguel Hidalgo en el parque de Los Berros de Xalapa, se confirmó que Miguel Ángel Vega García trabaja en la Contraloría del estado, a pesar de ser uno de los involucrados en la llamada «estafa maestra» de la Sedesol, que mantiene a su ex titular Rosario Robles Berlanga en la cárcel.
Tranquilo, sin aparente temor a ser detenido por las autoridades de la FGR, Vega García se presentó a montar guardia de honor a los Héroes Patrios, en su calidad de director general de Transparencia, Anticorrupción y Función Pública de la Contraloría General del Estado, obviamente negándose a responder las preguntas de la prensa.
Con el pretexto de que “no tiene autorización», el funcionario estatal evadió los cuestionamientos acerca de su responsabilidad acerca de la «Estafa Maestra”, esa operación por la que acusan a Rosario Robles Berlanga de haber desviado 1 mil 670 millones de pesos utilizando a 186 compañías, incluso fantasma y a universidades públicas.
Hay que recordar que el funcionario de la Contraloría, Vega García, fue jefe de Mauricio Razo Sánchez, quien fue inhabilitado para trabajar en la función pública durante dos años, por haber exonerado de forma indebida a cuatro funcionarios presuntamente implicados en la Estafa Maestra y por dar carpetazo, sin justificación, a las investigaciones sobre los desvíos millonarios en la dependencia.
Es necesario que este tipo, que nos cayó del altiplano, aclare cuál es su situación en la Contraloría, de lo contrario, las especulaciones subirán de tono, se multiplicarán y comenzarán a alcanzar a funcionarios de la administración del gobernador Cuitláhuac García.
Las 12 empresas de Bartlett
Cuestionado sobre la segunda investigación que la periodista Arelí Quintero hizo sobre Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que no le tiene confianza a la gente que hace esas investigaciones “porque no son honestos, siempre hay un interés económico y político”.
De acuerdo con el reportaje Bartlett S.A. de C.V., Manuel Bartlett habría omitido declarar ante la autoridad su relación con 12 empresas. Incluso una de ellas ofrece servicios para el sector eléctrico y otra ya recibió del actual gobierno federal un contrato por más de 2 millones de pesos.
“Es evidente que está enfrentando (Manuel Bartlett) una campaña en contra de su persona de parte de los adversarios, conservadores. Él tiene que responder como lo ha hecho y estoy seguro que va a aclarar todo esto que se está difundiendo”.
Puso como ejemplo las calumnias que él padeció durante mucho tiempo, “es un periodismo al servicio de los conservadores”.
“Existe la prensa fifí, ya no he querido decirlo, existe y existen grupos opositores, tienen todo su derecho, pero también nosotros tenemos derecho a dar nuestros puntos de vista” porque, dijo, “nuestros opositores estaban acostumbrados a que nada más ellos podían hacer cuestionamientos de todo tipo”. Y llamó a que se garantice “el derecho a disentir” manteniendo una actitud respetuosa”.
Previo a dar su opinión sobre las investigaciones en contra del director de la CFE, el mandatario federal señaló que la campaña que se debe seguir promoviendo en su gobierno es la de rechazar y estigmatizar los actos de corrupción, “trátese de quien se trate”.
Reflexión
Luego de ver y escuchar la entrevista que dio Javier Duarte de Ochoa, quien se ha convertido en una estrella más del canal de las estrellas, estuvimos al borde de la lágrima: ¿cómo es posible que este gordito haya sido víctima de la perversidad del expresidente Peña y sus compañeros de equipo, todo porque Javidú les gustó para pendejo? No se vale, el hombre es inocente como él mismo lo afirma (nunca ha mentido, no sabe decir mentiras) como paisanos debemos de echarle la mano a su familia que no tiene ni para la papa, chingao… Ojalá venga a Veracruz ahora que esté en libertad para que vea lo que opinamos realmente de él.
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