Ciudad de México. – Hace ocho años el municipio indígena de Cherán (Michoacán) se alzó en contra de los criminales que saqueaban sus bosques. Expulsó a los partidos políticos y emprendió una lucha por la conservación del medio ambiente: reforestó la totalidad de la superficie arrasada por la tala ilegal, creó viveros, un aserradero que está controlado y un captador de agua de lluvia, el más grande de Latinoamérica.

Este proyecto eco-sustentable, ubicado en el cerro de Kukundicata, comenzó a construirse en el año 2015 y se echó a andar hasta el 2016. Desde entonces, ha traído beneficios para los 16 mil 207 habitantes de Cherán, como el tener una reserva de agua de aproximadamente cuatro meses en caso de alguna emergencia, y el abastecimiento de la planta de tratamiento que ha reducido hasta en un 87 por ciento el costo de un garrafón.

“De la captación pluvial se baja el agua a la purificadora comunal, ahí lleva su adecuado proceso y eso mismo se distribuye a un costo muy accesible, en comparación del agua de otras marcas de afuera”, explicó Yunuen Torres, ex integrante del Consejo de Jóvenes, que forma parte de la Estructura de Gobierno Comunal de Cherán.

El captador de agua de lluvia más grande de Latinoamérica, ubicado en el cerro de Kukundicata, comenzó a construirse en el año 2015 y se echó a andar hasta el 2016. Foto: Cortesía Vicente Sánchez, comunidad de Cherán.

El costo de un garrafón (20 litros) de agua de la purificadora de Cherán es de 13 pesos, mientras que las empresas la venden hasta en 36 pesos, 87 por ciento más.

“El gran impacto que se ha tenido con este captador es en la cuestión de la purificación del agua y su precio, pues a comparación de a como la venden las empresas, por decir la marca Santorini, pues es mucha la diferencia”, dijo en entrevista Vicente Sánchez Chávez, un ingeniero agrónomo que formó parte de la construcción del captador.

Vicente Sánchez, quien estuvo trabajando en la administración del Concejo de Bienes Comunales de Cherán desde 2011 hasta 2018, detalló que la construcción del captador de lluvia fue por fases: se empezó con la parte de la olla, que está en la punta del cerro, ahí se tardaron un año (2015). En la segunda se consolidó la parte de la purificadora y se realizó en 2016.

“Nos juntaban en mesas de trabajo y proponíamos lo que se nos venía en mente para mejorar la comunidad. Estábamos con una persona del Concejo Mayor y dijimos ‘algo bueno va de salir de aquí’”, evocó Sánchez Chávez. “Mucha gente no creía en ese proyecto, de hecho, estábamos viendo si hacerlo en otro cerro que está al lado de Paracho y que tiene también un cráter, pero como está muy profundo era más difícil. Después se fue a ver la parte del cerro Kukundicata que es donde está ahorita”.

Este captador de agua ha ayudado para los planes del municipio en materia de infraestructura, pues se han habilitado tomas de agua para que este recurso llegue a todas las casas.

“Históricamente Cherán ha tenido problemas del agua (de cómo transportarla, de que llegue a los domicilios) esto de que se hayan habilitado tomas para cada una de las casas tiene poco. Siempre había sido un tema complejo”, mencionó Yunuen Torres, ex integrante del Consejo de Jóvenes.

Los habitantes de Cherán nunca pensaron que el captador de agua de lluvia que construyeron en el cerro de Kukundicata sería considerado el más grande de Latinoamérica.

“Las circunstancias dieron pie a que se consolidara este proyecto como el más grande de Latinoamérica. Entre los ingirieron y la gente de la comunidad que formaba parte de la estructura fueron pensándolo de la mejor manera y al final resulta ser como el más grande”, recordó Yunuen Torres.

El captador de lluvia, con capacidad de hasta 20 millones de litros de agua, se consolidó con el apoyo económico del municipio y se logró obtener un financiamiento de una asociación civil. Pero fueron los habitantes quienes construyeron la obra y se encargaban de su administración.

“La gente no se imaginó que iba a llegar a tal magnitud la obra. Yo soy ingeniero agrónomo y estudié en la Universidad Michoacana, siempre he dicho que todo se puede echándole ganas”, aseguró Vicente Sánchez.

Sin Embargo.