“Son ojetes. No les pedimos nada, porque son ojetes”. Así califica el artista Daniel Sánchez Pulido, vecino y autor del mural “Movimiento Obrero en San Bruno”, a los integrantes del Ayuntamiento morenista de Xalapa.

Nacido en Medias Aguas, municipio de Sayula de Alemán, llegó a San Bruno en 1987 para estudiar Sociología en el Barrio de San Bruno y desde entonces se involucró con su gente, con los problemas y con el movimiento del rescate histórico de esta zona de la capital. Fue compañero de lucha y simpatizante del Movimiento de Regeneración Nacional, pero lo hicieron a un lado.

Daniel muestra su molestia con el gobierno de Hipólito Rodríguez Herrero, porque en 2018, en el marco del aniversario luctuoso a los mártires de la antigua fábrica, celebrado el 28 de agosto, el alcalde y su Comuna llegaron a apoderarse del evento, pero no apoyaron en nada.

“No pusieron ni un bote de pintura para el mural e hicieron ver ante los medios de comunicación que ellos lo habían hecho. Eso fue totalmente falso. Ese mural lo pagamos todos los colonos del barrio”, añade Ignacio Lara Hernández, líder de la Asociación de Colonos del Barrio de San Bruno AC.

Entrevistados por Espejo del poder, junto con Ángel Arellano, jefe de manzana en la zona y Julio César de Jesús Vázquez, los colonos detallan que este gobierno municipal “está para llorar, porque no solo no apoyan en nada, sino que se quieren vestir con los logros de la comunidad”.

“El año pasado nosotros organizamos todo el evento de la Escuela Primaria Mártires 28 de agosto que se ubica entre las calles Fidencio Ocaña y Francisco Moreno, de la Colonia Francisco Ferrer Guardia”.

“Pagamos el mural que hizo Daniel Sánchez Pulido, nos encargamos de la convocatoria, de las invitaciones, de todo. Ellos solo llegaron a disfrutar el evento”.

“Entonces le dijimos al alcalde, a la síndica Aurora Castillo Reyes y a los regidores: échenos la mano. No pedimos para nosotros, pedimos para la gente. Necesitamos más calles pavimentadas, mejor alumbrado público, mejor servicio de limpia pública. No nos han ayudado en nada. Pensamos que con este gobierno sería mejor y que se consolidaría nuestro movimiento, pero ha sido un fracaso un engaño, terrible”, indica enfático Ignacio Lara Hernández.

“Están haciendo cosas peores que las que criticaron”, añade Daniel Sánchez. “No hacer bien su trabajo también es corrupción. Ellos critican a los gobiernos corruptos pero no hacen bien las cosas. Eso también es corrupción”, enfatiza.

A raíz de esta negativa de las autoridades municipales por ayudarlos, añade Nacho, la gente se ha unido más, se ha volcado, ha participado más. “Ahora ya tenemos todo listo para el evento del próximo miércoles 28 de agosto. Este año la escuela cumple 88 años de servicio a la niñez del barrio y 52 de haber sido reinaugurada. Vamos a tener un evento en grande, pero ya no nos interesa que vengan autoridades municipales, porque nosotros podemos hacer todo. Este gobierno nos decepcionó”.

CRECIERON EN SAN BRUNO Y NOS OLVIDARON

Ignacio, Daniel y don Ángel, recuerdan que esta camada de funcionarios, muchos de ellos formados en el área de Humanidades, de la Universidad Veracruzana, vivieron y crecieron en este barrio, pero eso ya se les olvidó.

Aurora Castillo Reyes, actual Síndica, vivió en Manuel Hernández, con dos chavas de Antropología. Vivían arriba de la Cantina “El Solitario”, cuya dueña, doña Gloria, algunos años después, falleció ahorcada. Todos sabíamos que ella venía de Macuspana, Tabasco. Así lo dijo en ese momento.

“Recuerdo perfectamente —dice Nacho— que ella tendría 19 o 20 años y yo 12 o 13 y pasaba caminando y me pedían desde el segundo piso que les fuera comprar cosas a la tienda, refrescos, golosinas, cigarros o cervezas. Tenían una cubeta con una cuerda y ahí me ponían el dinero, iba yo a la tienda y ahí les ponía las cosas que les compraba”.

Todos los vecinos la conocían y conocieron también a Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien vivía sobre Delfino Victoria y fue novio de la propia Aurora Castillo Reyes. Le apodaban “Quasimodo”, añaden.

“Juan Vergel, Director de Gobernación, estudió en Sociología; Hipólito Rodríguez, dio clases en Humanidades. A todos ellos los conocimos en esta zona, convivimos con ellos, los vimos en fiestas”, señaló Julio César de Jesús Vázquez.

Después de muchos años que hablaron en el discurso y en sus estudios de la democracia, de la justicia, de la igualdad, ahora que llegan al gobierno no hacen nada, no ayudan en nada. “Son unos ojetes”, reitera Daniel Sánchez Pulido.

“Hipólito nos mintió, ya no lo queremos ni a él ni a nadie de su Comuna en San Bruno”, concluyen.

Tomado de Espejo del poder.