Para detectar y diagnosticar oportunamente las alteraciones visuales, la Delegación Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte realiza optometrías y valoraciones oftalmológicas, para la corrección de errores refractivos originados por el uso excesivo de dispositivos electrónicos como son tabletas o teléfonos celulares.
Por lo anterior, se recomienda a padres y/o tutores a regular el uso de éstos, ya que la discapacidad visual puede mermar la calidad de vida de las personas en la realización de las tareas cotidianas, lo cual limita las posibilidades de interacción con el entorno, indicó la oftalmóloga del Hospital General de Zona (HGZ) número 11, Ruth Noemí León Alonso.
Además, explicó que las principales complicaciones que se pueden producir por el uso y abuso de dispositivos electrónicos son defectos ópticos como miopía, hipermetropía, astigmatismo y síndrome del ojo seco, padecimientos que generan mala visión por el desenfoque en la retina.
La miopía es un trastorno en el que se puede ver con claridad los objetos cercanos, pero borrosos los lejanos, esto se produce cuando el defecto del ojo hace que los rayos de luz se refracten incorrectamente, enfocando las imágenes delante de la retina, en lugar de sobre ella, y los síntomas son visión borrosa o distorsionada, tensión ocular y dolor de cabeza.
La hipermetropía es un error refractivo, es decir, que el ojo no refracta o dobla la luz adecuadamente y las imágenes no se enfocan adecuadamente, en donde los objetos distantes usualmente se ven claros, pero los cercanos se ven borrosos y cuyos síntomas son: dolor de cabeza, fatiga ocular y dolor de ojos.
El astigmatismo es otro defecto ocular que hace que los rayos de luz que percibe el ojo lleguen a la retina sin haber convergido, lo que causa que los objetos sean percibidos como borrosos, independientemente de la distancia en que se encuentren, los síntomas además de la visión borrosa pueden presentarse fatiga ocular y dolor de cabeza al leer.
El síndrome del ojo seco es provocado por la falta crónica de lubricación y humectación sobre la superficie del ojo, lo que trae como consecuencia irritación ocular leve, pero constante y algunos de sus síntomas son sensación de quemazón, picazón, pesadez en los parpados, fotofobia y visión borrosa.
Es recomendable acudir a una valoración a la Unidad de Medicina Familiar correspondiente ante la sospecha de síntomas, y anualmente graduar los anteojos, limitar el uso de equipos electrónicos, así como procurar una adecuada iluminación, mientras se trabaja con los equipos y en caso necesario usar gotas lubricantes.