Unos días antes de rendir protesta como director de la Agencia Estatal de Energía, que funciona en Veracruz arropada por la Secretaría de Desarrollo Económico, Leopoldo Sánchez Cruz sostuvo algunas reuniones con periodistas, ante quienes destacaba la importancia del sector energético en el futuro de la entidad.
Ocho días antes de su toma de protesta, en una reunión con empresarios españoles interesados en invertir en la generación de energía solar en la entidad, Sánchez Cruz fue presentado por el entonces titular de SEDECOP, Ernesto Pérez Astorga, quien intentaba fortalecer el trabajo de la Agencia.
Leopoldo Sánchez llegó al cargo con el antecedente de haber sido alcalde de Platón Sánchez y diputado federal, espacio en el que se vinculó con el tema energético y donde se relacionó con figuras importantes del proyecto de Morena, concretamente con la actual secretaria de Energía del gobierno Federal, Rocío Nahle García, su compañera de bancada y aparentemente su impulsora.
El 17 de febrero, en un evento celebrado en el WTC de Boca del Río, Sánchez Cruz fue presentado con bombo y platillo como titular del mencionado Organismo Público Descentralizado. En esa sesión ordinaria, la Agencia aprobó un presupuesto de 25 millones 539 mil pesos para el ejercicio fiscal 2019.
Sin embargo, por desconocimiento real del área, por falta de dinero para operar, por no saber qué hacer con la OPD, o simplemente por carecer de imaginación y creatividad para allegarse de los recursos necesarios que le permitieran tener un funcionamiento medianamente aceptable, Leopoldo Sánchez terminó por dar un paso de costado. Renunció o le pidieron la renuncia, da igual; lo evidente es que el exdiputado tuvo un paso sin pena ni gloria por la Agencia Estatal de Energía y se fue con la discreción propia de quien entiende que sólo perdía el tiempo.
Hace unos días trascendió su salida de la Agencia y al interior de la SEDECOP se maneja el nombre del ingeniero químico Rómulo Sánchez Velásquez, originario de Coatzacoalcos, como muy probable sustituto.
En teoría, la Agencia Estatal de Energía debería vincularse con todo el sector energético, desde la producción hasta la venta y suministro; es decir, tendría que ver con la promoción de energías limpias y renovables, como la solar y la eólica, así como con los combustibles fósiles, como el petróleo, las gasolinas y el gas natural y LP, por ejemplo.
Habría que destacar que entre los compromisos de la OPD se encuentra que Veracruz cuente con los precios más baratos en los energéticos del país; consolidar al estado como uno de los principales generadores de energía limpia; procurar que las empresas locales cuenten con al menos el 30 por ciento de participación en los contratos de Petróleos Mexicanos; y bajar la burocracia en permisos y gestiones gubernamentales, agilizando los trámites; todo ello fue delineado en la toma de protesta por el propio gobernador veracruzano, Cuitláhuac García Jiménez.
Por desgracia, ninguno de esos objetivos fue cumplido por la Agencia Estatal de Energía en el periodo de Leopoldo Sánchez, y ese es precisamente uno de los motivos del efímero paso del funcionario por dicho espacio.
Ojalá el siguiente director sí sepa qué hacer con la OPD y cómo cumplir con su razón de ser. @luisromero85