El estudiante de primer año de secundaria, Carlos “N” cumpliría 14 años el próximo 02 de septiembre; aspiraba a ser “Youtuber” y trabajar para poder comprarle una casa a su mamá y que dejara de trabajar como empleada doméstica; también le gustaba comer pan, bailar, peinarse y usar perfume, refiere una integrante de su familia.
La familia, vecinos y amistades se han unido para exigir justicia por el secuestro y asesinato del niño con edad de 13 años, ocurrido el 24 de junio, al salir de la escuela secundaria general número 6, ubicada en la calle Chihuahua de la colonia Progreso en esta ciudad.
La familia solicitó a la Fiscalía General del Estado (FGE) y a los jueces de control del Poder Judicial del Estado que consideren la participación de Rosalinda “N”, compañera de escuela de la víctima que se lo llevó con engaños a la avenida Villa Hermosa, de donde lo privaron de su libertad Lorenzo “N” y Joaquín “N”.
Así también, los familiares piden que sea investigada la mamá de Rosalinda “N”, y pareja sentimental de Lorenzo “N”, este último detenido junto con Joaquín por la FGE y vinculados a proceso por dos años.
“La niña y su mamá sabían y estaban de acuerdo con el secuestro; eso es evidente; Lorenzo es el padrastro de Rosalinda y en el video se ve claramente como ella lo jalonea de la mochila y se lo lleva a la fuerza para otro lado dónde estaba esperándolos su padrastro Lorenzo y el otro asesino Joaquín. No entendemos cómo una niña de 13 años entrega a Carlitos, su propia compañera, con dolo lo hace y ella sabía hacia dónde lo llevarían” expuso una familiar.
Agregó que las autoridades deben tomar en cuenta el actuar de Rosalinda “N” y el riesgo que representa una niña como ella, que llevó a otro menor de edad con sus captores y asesinos.
“Ella y ellos sabían que mi niño los iba a reconocer, y todavía con alevosía y ventaja piden un rescate extorsionándonos, mortificándonos, pasaron las horas y preguntándonos dónde está, por qué a él” expuso.
Expuso que la familia desea respuestas, saber por qué Rosalinda “N” entregó a Carlos, y porque Joaquín “N” y Lorenzo “N” pidieron 100 mil pesos a cambio de devolverlo con vida, cuando su mamá se dedica a limpiar casas o vender gelatinas en la calle para darle alimentación, casa, estudios y vestido, debido a que no había un padre que se hiciera responsable de la manutención.
“La niña actuó con alevosía y ventaja, supo lo que hacía. No es posible que a esta edad se corrompa tanto, los valores vienen desde casa, la educación la tenemos que dar los padres y madres, no sé cómo fue educada, ella actuó como grande, pensó como grande y no tuvo ni compasión, ni empatía por mi sobrino” expresó.
Recordó que Rosalinda “N” está bajo resguardo por el Sistema DIF estatal, y se desconoce su situación jurídica, “queremos respuestas rápido y queremos que ella pague. Ella lo entregó, a pesar de su corta edad, es una delincuente”.
La mujer en entrevista explicó que Rosalinda “N” era sólo compañera de escuela de Carlos, y era amiga de la novia del niño.
Carlos era hijo único y la ilusión de Rosy
La entrevistada informó que Carlos soñaba con ser un profesionista, trabajar, comprar una casa a su mamá y devolverle todo el amor y cuidados que ella le daba.
“Lo cuidaba su mamá y nuestras amistades cercanas, porque su mamá, es mamá soltera, trabajaba limpiando casas, ahorita no quiere trabajar, está muy mal. Porque en una nota que hizo una señora que se llama Claudia, que la sacó en Facebook, ella ya sabía que había encontrado el cuerpo y nosotros no sabíamos nada”.
Destacó que Rosy con edad de 37 años, arregla la cama de su único hijo todos los días, y lo espera, e incluso ha expresado que llegará a su casa y nada de esto ha pasado.
“Es muy fuerte saber todo lo que le hicieron, no me imagino todo lo que sufrió mi niño, que desesperación para él, cuando los asesinos exigían los 100 mil pesos y él sabía que su mamá no tenía ese dinero, porque ni casa tienen, rentan, siempre han rentado” indicó.
Finalmente pidió a los ciudadanos que se sumen a la exigencia de justicia, y hagan oración para que Rosy tenga fortaleza de seguir adelante, porque Carlos era la ilusión de su vida.
AVC/Verónica Huerta