Empleado y coordinador de zona no cumplen con sus horarios laborales por otras ocupaciones.

Martínez de la Torre, Ver.- Mientras el rezago educativo crece y los programas de alfabetización sólo se aplican en el escritorio, en la oficina del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA) se revelan una serie de irregularidades que involucran al coordinador de zona, Antonio Romano Santos, y a uno de sus colaboradores, Miguel Mariano Valera, quienes incumplen con sus horarios laborales por tener otras ocupaciones fuera de la dependencia.

Según la información enviada a algunos medios de comunicación de este municipio, el coordinador de zona llega tarde a la oficina todos los días porque tiene una plaza de maestro y un horario que cumplir en la Escuela de Bachilleres Oficial Diurna. En tanto, el técnico docente Miguel Mariano, aprovechado la buena relación con su jefe, también abandona su centro de trabajo para obtener un ingreso extra, conduciendo el taxi 667, desde donde posiblemente anda “alfabetizando”.

Por si lo anterior fuera poco, informantes anónimos revelan que hace unos días, mientras la oficina estaba a oscuras por falta de pago a CFE, dos trabajadores fueron despedidos porque supuestamente tienen poca productividad. Sin embargo, señalan que la realidad es que el coordinador de zona los echó para poder dar entrada a recomendados y, de esa manera, comenzar a hacer grupitos que, en lugar de trabajar para combatir el rezago educativo, lo único que harán es política con miras a los procesos electorales del 2021.

Y es que, de todos es sabido que Antonio Romano Santos, quien fuera un gris regidor del  Partido Cardenista en la pasada administración martinense, siempre aprovecha cualquier momento para colarse y obtener puestos, incluso en partidos con los que no comparte ideales.

Los denunciantes señalan que en la oficina de Martínez de la Torre, desde la cual se cubren los municipios de Tlapacoyan, San Rafael, Misantla, Colipa, Yecuatla, Juchique de Ferrer y Tenochtitlán, los vehículos oficiales están dañados, casi inservibles, por lo que la movilidad del personal se complica y con ello se agranda el rezago educativo en toda esta región, que debería ser vigilada más de cerca por el director general del IVEA, Héctor Amezcua Cardiel.