Parece increíble que una pequeña gota de agua puede causar tanto daño, pero es así. En los aviones, por ejemplo, una gota de agua equivale a un riesgo de seguridad, ya que esa gota se puede convertir en hielo en segundos si cae sobre fuselaje congelado. No obstante, investigadores del Massachussets Institute of Technology han creado un nuevo tipo de material que sirve como un “escudo” contra el agua.

La idea del nuevo escudo se base en un concepto simple. Piensa en lo que pasa cuando le tiras un globo de agua a otra persona. Cuando se revienta al impacto, el agua se extiende, lo cual aumenta el área de contacto. Esto puede causar problemas en aviones, como hemos señalado anteriormente, y también en estructuras que están cerca del océano, donde se puede producir una acumulación de sal corrosiva cuando el agua choca contra una superficie y se evapora.

El escudo se basa en investigaciones anteriores que encontraron que una superficie con pequeños detalles en forma de crestas rompía la forma de la gota de agua y su simetría tras un impacto, lo cual incrementó la velocidad con la cual rebotó de la superficie. Esto, en cambio, redujo la cantidad de tiempo que el agua estaba en contacto con la superficie, lo que significa que hay menos tiempo para un intercambio térmico.

En nuestro ejemplo de los aviones, esto significa que hay menos riesgo de que las gotas de agua que caen sobre un avión se conviertan en hielo.

La solución del MIT también utiliza el concepto de superficies alteradas. Sin embargo, los investigadores encontraron que superficies con estructuras más complejas, como los anillos con forma de boles, son más eficientes repelando el agua. Esto se debe a que cuando la gota de agua cae en el anillo, se desvía hacia arriba y lejos de la superficie, rebotando como hubiera chocado contra un escudo. Hay una interacción mínima del agua y la superficie, lo que reduce los riesgos asociados con el agua.

No obstante, los investigadores destacaron que la eficiencia de su método depende del tamaño de las estructuras en la superficie y el tamaño de la gota de agua.

El nuevo escudo de MIT representa nuevas oportunidades para varias industrias, que lo podrían utilizar para reducir posibles problemas en los aviones, los edificios y diferentes máquinas que están en contacto con el agua de forma regular. También supone una oportunidad para las empresas que fabrican materiales hidrófobos, ya que cuanto más rápido se repela el agua, más cómoda es la prenda de ropa.

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