Catedráticos de la Universidad Veracruzana (UV) y compañeros de la Maestría en Ciencias Sociales de Margarita Alarcón Méndez, salieron a las calles a exigir justicia por su asesinato, ocurrido el pasado 11 de junio en Huatusco.
A pesar de la lluvia, marcharon para reprochar el silencio del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara González
A nombre de los universitarios, Ricardo García advirtió que este no es un hecho aislado, sino el reflejo el estado de descomposición social que prevalece en la entidad.
«Evidentemente ninguna vida vale menos que otra; sin embargo, el silencio atónito e incomprensible de las autoridades estatales y universitarias ante su asesinato es desolador, el crimen debe ser castigado haya sido en la capital o en cualquier punto del estado».
Por ello, exigieron un posicionamiento público por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, y un pronunciamiento firme por parte de la Rectora de la Universidad, a quien acusaron de permanecer en silencio ante la violencia contra la comunidad universitaria.
«Exigimos el pronto castigo a los asesinos de Margarita Alarcón Méndez y cada una de las víctimas del estado de Veracruz, ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos».
Narró que durante los dos años que cursaron la maestría fueron testigos del entusiasmo y compromiso de Margarita, a quien le arrebataron la vida por dos mil pesos, desconocidos que entraron a su tienda de abarrotes a robarle.
«Se distinguía por su sonrisa, su vida, sus sueños y aspiraciones, en busca de un mundo igualitario para mujeres y varones, por desgracia fueron bárbaramente truncados».
Sus compañeros repudiaron el crimen atroz de quien en vida estudió temas de violencia contra las mujeres y durante el noviazgo, y fue asesinada a balazos apenas con 27 años de edad.
«Debe hacerse temblar a los culpables, no debemos ser condescendientes ante un Gobierno con el pretexto de que son recién llegados, cuando la omisión y la inacción arrastran entre sus pies la vida de inocentes, la indiferencia también se debe castigar. Nuestras exigencia son tan esenciales y tan simples que en un Estado de Derecho no se necesitaría de la protesta para hacerlas cumplir».
Cabe destacar que sus compañeros, amigos y amigos marcharon desde el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la UV hacia la Plaza Lerdo, en donde dieron su posicionamiento.
AVC/Perla Sandoval