El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que México “salió con la dignidad intacta” en las negociaciones con Estados Unidos para evitar el aumento en aranceles.
“No hay tarifas, Presidente, y salimos con la dignidad intacta”, expresó el canciller al inaugurar el acto.
Ebrard reconoció la presión que significó la amenaza de los aranceles, pues pudo repercutir en que 900 mil mexicanos perdieran sus empleos.
Agregó que con este primer triunfo de la política diplomática de esta nueva administración también se logró que México no pierda la posibilidad de ratificar el nuevo Tratado de Libre Comercio.
El secretario afirmó que, en el proyecto de gobierno del Presidente, se cree que la única solución al flujo migratorio es que la gente tenga opciones donde radique y que no tenga que migrar forzadamente por la pobreza.
Ebrard indicó que, tanto México como EU, reconocen los fuertes vínculos entre el crecimiento económico en el sur de México y el éxito de la promoción de la prosperidad, el buen gobierno y la seguridad de Centroamérica, por lo que el país vecino ve con beneplácito el plan desarrollado por México.
Por su parte, Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, opinó que hay un doble discurso migratorio.
“Lo que es, en mi criterio, inmoral e inaceptable es el doble rasero entre la frontera norte y la del sur, por una parte exigimos que nos abran las puertas y por el otro lado sellamos el paso a centroamericanos para hacerle un oscuro favor a Estados Unidos”.
En el acto participaron el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, el gobernador de Querétaro y presidente de la Conago, Francisco Domínguez Servién, el representante de la comunidad evangélica, Arturo Farela, el defensor de derechos humanos Alejandro Solalinde, y la representante de las comunidades indígenas Amalia Tello.
Fuente Excélsior