Con una trayectoria profesional reconocida en los ámbitos académico y de investigación a lo largo de 34 años, Cristina Núñez Madrazo, investigadora del Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes (EcoDiálogo) de la Universidad Veracruzana (UV), recibió el Premio al Decano 2019 por esta casa de estudios.
La homenajeada compartió que esta distinción le ha generado orgullo y satisfacción plena, al provenir de una institución en la cual ha vertido sus esfuerzos profesionales desde hace varias décadas, con la visión de contribuir en la formación profesional de nuevas generaciones.
“Es un logro personal, pero además el de una institución que considera a la educación como uno de los pilares fundamentales de la sociedad; es una manera de contribuir a la construcción de otros mundos posibles ante la crisis social, planetaria y civilizatoria que vivimos hoy en día. El que me lo hayan otorgado significa un gran honor, siento mucha alegría, paz y un agradecimiento hacia la vida que me ha permitido desarrollarme de esta forma en una institución de educación superior.”
Compartió que en 1985 ingresó a la Facultad de Sociología, donde laboró como docente durante 20 años, “siempre con una perspectiva de integrar los procesos de formación a la investigación y a la vinculación”.
También impartió clases en la Facultad de Economía y en proyectos de investigación en colaboración con otros institutos nacionales e internacionales; sin embargo, su mayor contribución a la UV ha sido abrir una perspectiva transdisciplinaria que en los últimos años se ha extendido a los ámbitos estatal, nacional y hacia América Latina.
Al respecto, narró que –junto con un grupo de colegas– fue una de las fundadoras de EcoDiálogo, el cual coordinó por cinco años y desde donde apoyó la consolidación –en 2008– de la Maestría en Estudios Transdisciplinarios para la Sostenibilidad, único programa educativo (PE) impartido bajo esta perspectiva en el contexto nacional, el cual en 2010 ingresó al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Destaca también el Doctorado en Estudios Transdisciplinarios, reconocido a nivel nacional e internacional, pues en el mundo sólo existen cuatro PE similares a éste.
Estas razones, así como su formación en distintos campos del conocimiento de las ciencias sociales y biológicas, con toda una perspectiva de lo que es la transdisciplinariedad, desde donde pretende generar una visión más holística de la realidad, la llevó a postularse al Premio al Decano, otorgado a través de la Secretaría Académica.
“Consideré que no sólo mi trayectoria personal era destacada, sino también mi contribución a la UV.”
Cristina Núñez, quien estudió la Licenciatura de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Maestría y el Doctorado en Ciencias Antropológicas en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, mencionó que otras de sus contribuciones son notorias en términos de su producción científica.
Esto, dentro de la línea de investigación en la que ha profundizado desde hace más de 25 años, relacionada con los estudios de la cultura campesina en el centro de Veracruz, que inició en la década de los noventa.
Al respecto, habló sobre la publicación de varios libros. Uno de ellos se titula Ejido, caña y café: política y cultura campesina en el centro de Veracruz, que fue dado a conocer en 2005.
Asimismo, como resultado del trabajo durante 10 años en materia transdisciplinaria, coordinó el libro Narrativas, memoria colectiva y tradiciones, editado por la Editorial UV y el Conacyt, publicado en 2018.
En puerta está la publicación de otros como Memoria colectiva: testimonio de Coyolillo, en colaboración con el cronista de esa ciudad; y uno más que da cuenta de la experiencia de la labor del Centro Comunitario de Tradiciones, Oficios y Saberes, ubicado en Chiltoyac, instalado en 2011, a través de un trabajo colaborativo desde EcoDiálogo con la comunidad.
Se trata de un ejemplo paradigmático de lo que la UV puede contribuir a la sociedad desde una perspectiva transdisciplinaria.
También destacan otras publicaciones y contribuciones en lo que respecta a la producción propiamente académica, expresó la universitaria, quien en 1998 ingresó como una de las primeras profesoras docentes al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Destacó su satisfacción de desarrollar en EcoDiálogo –al lado de sus compañeras y estudiantes– proyectos enfocados hacia la sustentabilidad comunitaria; asimismo, la posibilidad de llevar y traer desde la sociedad a la Universidad y viceversa un intercambio que permita que esta casa de estudios crezca en respuesta a una sociedad que la demanda, desde una postura de responsabilidad social.