No hay duda de que el Presidente López Obrador gobierna con el corazón y no con la cabeza. “Hazle caso a tu corazón” le deben decir su esposa y principales colaboradores. Sólo eso explicaría que muchas decisiones las tome a partir de “corazonadas” y no de información dura, de sus filias y fobias políticas o hasta de afectos personales.

 

Haber condonado sus paisanos más de 11 mil millones de pesos de deuda a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) -acumulados desde hace un par de décadas desde que él mismo encabezó el movimiento de resistencia contra el gobierno-, y establecer para Tabasco la tarifa de energía más baja del país es un verdadero acto de amor y no de sentido común.

 

Es cierto que las condiciones del clima obligan a que el consumo sea mayor y por tanto, el gasto de las familias es muy importante. Nadie puede negar que se hizo justicia. Sin embargo, estas mismas condiciones viven muchos mexicanos en distintas regiones del país. Veracruz es un caso ejemplar: aquí producimos buena parte de la energía eléctrica que consume el país y tenemos una de las tarifas más altas. Decenas de municipios tienen climas calurosos tanto o igual que muchos tabasqueños. Sólo que no somos paisanos del Presidente.

 

La mega deuda de luz promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador hace 25 años, cuando era candidato a la gubernatura del estado de Tabasco, fue perdonada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin más argumento que se trataba de un “añejo reclamo”.

 

En todo caso, el clima y una vieja demanda social también aplicarían para Veracruz. La petición de reclasificar las tarifas en el estado no es algo nuevo.  Hace más de una década se inició el movimiento de resistencia “La Leyenda del Chucho el roto”, encabezada por Francisco Morales Fernández, “El Potro”, quien solicitó la reclasificación de tarifas en los municipios circundantes a la planta nuclear de Laguna Verde.

 

El movimiento le permitió tal arraigo que ganó una diputación local y formó parte de la LX Legislatura (2004-2007). Sin embargo, meses después de dejar el Congreso, fue acusado de los delitos de amenazas a funcionarios públicos, por extorsión, privación de la libertad y por impedir en forma total el acceso al inmueble de servicio público (CFE). El Potro fue detenido y enviado al Penal de Pacho Viejo, donde permaneció tres años hasta su liberación en septiembre de 2012.

 

Así, mientras la resistencia en Tabasco inició el camino de López Obrador a la Presidencia, en Veracruz, quienes impulsaron las mismas movilizaciones terminaron en la cárcel.

 

Esa lucha ha seguido. Todavía en octubre de 2017, el entonces senador Héctor Yunes Landa, acompañado de Francisco Fernández “El Potro”, se reunieron con el director de la Comisión Federal de Electricidad, Jaime Francisco Hernández, y con el director de Conagua en Veracruz, César Triana Ramírez con el propósito de analizar la viabilidad de una reclasificación de tarifas eléctricas en beneficio de más de 350 mil habitantes que habitan en un radio de 41 kilómetros en torno a la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde.  No hubo respuesta.

 

Hoy ha surgido también la voz del senador Ricardo Ahued. Este martes el senador pidió a la Comisión Federal de Electricidad para Veracruz borrón y cuenta nueva en los adeudos y  la reclasificación de tarifas eléctricas, como se llevará a cabo en Tabasco. “Vengo a exigir el mismo trato a Veracruz, tuvimos varias reuniones de trabajo con deudores, campesinos, amas de casa que tiene problemas en Veracruz y que están solicitando lo mismo que Tabasco, borrón y cuenta nueva”.

 

Apenas hace una semana, el gobernador Cuitláhuac García había dicho que la situación financiera de la CFE impedía bajar tarifas a Veracruz. Pero resulta que a pesar de la situación financiera, condonó 11 mil mdp a los tabasqueños, lo que obligó al mandatario a cambiar su discurso y sumarse a la causa.

 

Las pérdidas de la CFE en la actualidad ascienden a 45 mil millones de pesos, de ese total la deuda que será perdonada a Tabasco representa el 24 por ciento. Para catalogar a Tabasco en la nueva tarifa, la CFE y el gobierno de AMLO se basaron en un estudio realizado durante nueve años por la Universidad de Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), y no en las investigaciones y reportes de la Conagua, mismas que sustentan la definición de tarifas en el resto de la República.

 

Al final, el premio a Tabasco fue por no pagar la luz. Así son las cosas del corazón. ¡Quién fuera tabasqueño!

 

Las del estribo…

 

1. El Congreso de Veracruz aprobará hoy la nueva Ley de Comunicación Social para el Estado de Veracruz. Se trata de una norma inútil pues la relación de los medios con el poder no pasa por normas jurídicas, aun cuando estas las regulen. El problema empezó hace mucho, cuando se dio por sentado que esa relación estaba determinada por lo comercial –“estás conmigo o contra mí”, “somos o no somos aliados”- y no por las audiencias, contenidos y acceso a la información.

2. Afirman los diputados panistas que la renta de patrullas por parte de la SSP requería del aval del Congreso. Supongo que están prestos a presentar la autorización concedida a la entonces secretaria de la Sedesol, Indira Rosales, para la renta de cientos de vehículos que terminaron haciendo campaña electoral. El circo sigue.