“Peor que no tener poder es tenerlo y no poder” Jesús Reyes Heroles
Tras la entrega formal del Plan Veracruzano de Desarrollo (PVD), realizada en el Congreso del Estado, surgen varias interrogantes: ¿Cuánto costó, quiénes participaron, por qué no se incluyó a la “pomposa” rectora Sara Ladrón y a todo el contingente académico de la Universidad Veracruzana?
He aquí las posibles respuestas:
- Como ya se había anunciado, el Plan se regiría por los principios de la 4T, y dada la naturaleza austera del nuevo gobierno, era casi una obligación reducir los gastos de operación. Por lo que su costo fue menor a los 500 mil pesos. Y es que ahora sí, pusieron a trabajar y a desquitar la nómina a toda la Oficina de Programa de Gobierno.
- La austeridad lo condiciona todo, y es que a pesar de los esfuerzos de algunos académicos, agencias y universidades que ofrecieron sus servicios, nadie logró amarrar contrato. Uno de los puntos más cuestionados es que no se incluyó al sector empresarial ni a la Universidad Veracruzana, no obstante se ha omitido mencionar que la convocatoria de participación siempre fue abierta, donde incluso intervinieron reconocidos académicos de la UV, y se integraron proyectos que emanaron del gremio empresarial.
- Las recientes declaraciones de la rectora de la UV, Sara Ladrón, nos dan a entender que no hay tanta cercanía con la nueva administración, y aunque varios investigadores de la misma casa de estudios están cercanos al gobernador y a su gabinete, ella no ha podido colarse. Todo parece indicar que el distanciamiento obedece a su tan conocida flexibilidad política: a veces priísta a veces panista, pero siempre con contrato, porque se siente muy lista.
Ineficiencia oficial
Claro que son interesantes los resultados que da a conocer la empresa Arias Asociados, resultado de una encuesta que realizó en cada una de las entidades del país, para conocer los resultados del trabajo o desempeño de cada uno de los gobernadores desde la óptica de los gobernados. Veracruz ocupa, en esta encuesta (dicho por los veracruzanos) uno de los últimos lugares, Cuitláhuac García sale reprobado.
Las entidades mejor calificadas son: Sinaloa, Yucatán, Durango, Aguascalientes y Tamaulipas. En esos estados, sus gobernadores tuvieron la madurez suficiente para designar funcionarios con experiencia y capacidad en los cargos que les entregaron.
Y aunque también son víctimas de la violencia que azota a todo el país, pues claro, pero en menor proporción, sus encargados de las áreas de desarrollo económico funcionan bien y han logrado llevar a sus estados empresas que dan empleo, que generan riqueza y que permiten al mayor número de ciudadanos tener un nivel de vida decoroso, porque para administrar las finanzas nombraron a personas con amplia experiencia, porque al frente de la dependencia encargada de la obra pública, pusieron a gente experimentada que ha logrado construir buenas carreteras, escuelas, edificios públicos que dan señorío a las principales ciudades y, en general, obras de beneficio social de las cuales no hemos visto en Veracruz desde los tiempos de Dante Delgado.
Los estados bien calificados son afortunados porque sus autoridades son personas responsables que saben anteponer su compromiso con los gobernados a sus apetitos políticos personales, y a sus ambiciones económicas. Claro, no deben ser almas de la caridad, pero lo que están haciendo a favor de las administraciones a las que sirven son ejemplo a nivel nacional, de cómo se debe gobernar para engrandecer a un estado.
En Veracruz salimos de un gobierno de dos años, como el que encabezó Miguel Ángel Yunes Linares, quien se la pasó llamando la atención con las detenciones de funcionarios del duartismo y las supuestas recuperaciones de bienes robados a los veracruzanos, además de la queja permanente de no contar con dinero para nada, ni para cumplir con los compromisos del estado, “porque le habían heredado unas finanzas quebradas”, cuando el flujo de dinero de las participaciones federales no dejó de llegar a las arcas estatales. No hizo nada a favor de los gobernados porque todo lo distrajo en la campaña de su hijo a quien pretendió imponer como sucesor.
Hoy tenemos la misma cantaleta: nos heredaron un estado violento, con las finanzas quebradas, y un desorden en toda la estructura gubernamental. Ese no es pretexto para que un gobierno permanezca paralizado y en el que la violencia y la corrupción aumenten. Van cuatro meses y cinco más que tuvieron desde que ganaron la elección para organizar un buen equipo de trabajo y un buen plan de gobierno y no lo hay, lo que si existe es una lucha intestina por el poder que los mantiene ocupados además de la ineficiencia que han mostrado para el trabajo de gobierno y la ausencia total de oficio político.
En esta administración cada quien colocó a sus alfiles, desde Rocío Nahle, secretaria de Energía en el gobierno federal y aspirante a gobernar Veracruz, pasando por la empresaria morenista Yeidckol Polevnsky, dirigente nacional de Morena, quien pretende dejar a Ricardo Ahued al frente del gobierno, hasta el superdelegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara, el único funcionario designado directamente por su cuate Andrés Manuel López Obrador, quien también aspira a suceder en lo inmediato, dentro de un par de años, a Cuitláhuac García Jiménez, para convertirse en sustituto y cumplir con el sexenio, por eso se confabuló con el Fiscal Jorge Winckler Ortíz y no pierden oportunidad para hacer quedar mal al gobernante.
Razones para salir mal calificado, sobran.
Pocos confían en el gobierno
Entre las preguntas que se incluyeron en la encuesta de la empresa Arias Asociados, destacan: ¿Cómo califica el desempeño de su Gobernador? El 63 por ciento desaprueba la gestión del gobernador morenista, mientras que el 23 por ciento lo aprueba y el 13.9 por ciento se mostró indiferente ante la pregunta.
De acuerdo a la medición, fueron 10 rubros los que midió la casa encuestadora, mismos que se aplicaron a otros mandatarios.
A los ciudadanos también se les preguntó “¿Qué tanta confianza le inspira el Gobernador de su estado?”, a lo que el 30.5 de los veracruzanos encuestados respondió que sí les inspira confianza, contra un 69.5 por ciento que dijeron que no.
¿Considera usted que ha mejorado la confianza de los empresarios para invertir?, fue la siguiente pregunta; el 18.4 por ciento dijo que sí; un 16 por ciento no lo sabe; mientras que un 65.6 por ciento dijo que no hay confianza de los empresarios.
¿Ha mejorado la obra pública estatal?, a lo que el 17.6% dijo que sí, 6.9 por ciento no lo sabe y un 75.5% dijo que no.
A los veracruzanos se les preguntó sobre si han mejorado los servicios de salud, a lo que un 14.6% dijo que sí y un 77.7 por ciento dijo que no.
Sobre la pregunta ¿Ha mejorado el turismo en el Estado?, un 15.2% dijo que sí, un 11.1 por ciento dijo que no sabe y un 73.7 por ciento dijo que no.
De igual forma no se percibe un combate a la corrupción, pues al preguntarles si ha disminuido la corrupción, un 16 por ciento dijo sí; un 6.6% que no lo sabe, mientras que el 77.4% dijo que no. O sea, estábamos mejor cuando estábamos peor.
Una de las preguntas más importantes de la encuesta fue ¿Ha mejorado la seguridad en el estado?, a lo que solo un 5 por ciento dijo que sí, un 3.9 por ciento no lo sabe y un 91.1% dijo que no. Y concatenada a la pregunta anterior se hicieron otras: ¿Cómo te sientes viviendo en tu estado? a lo que solo un 9.9 por ciento dijo que seguros, mientras que un 90.1 por ciento dijo que se sienten inseguros.
La percepción es correcta, ahora falta que reaccionen todos los integrantes del equipo de gobierno, tomen en cuenta que forman parte de un proyecto nacional, no solo estatal, y que si no dan resultados inmediatos mejor que renuncien y dejen el paso a otros que sí puedan porque el presidente López Obrador no va a permitir que uno de los principales estados del país, electoralmente hablando, se le caiga por culpa de las improvisaciones, las ocurrencias, la lucha intestina por el poder y la irresponsabilidad.
Raúl Salinas, padrino de Polevnsky
Alejandro Rojas Díaz Durán, uno de los hombres más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció su renuncia al cargo de Coordinador de Asesores de Morena en el Senado de la República por diferencia con la presidenta del partido Yeidckol Polevnsky. Al mismo tiempo, dio a conocer su intención de recorrer el país y ponderar el respaldo de la militancia y de las y los mexicanos para luchar por la dirigencia nacional de Morena, con el firme propósito de democratizarla.
Rojas Díaz Durán afirmó: “Por eso me quieren hacer un desafuero en lo oscurito, para acallar –de una vez por todas– la libertad de expresión, aplastar la conciencia crítica y, de paso, suprimir la pluralidad, el debate democrático y la tolerancia política. Me quieren seguir un juicio de oficio dirigido por su Santo Oficio”. También, aseguró que Raúl Salinas de Gortari es el verdadero padrino de Yeidckol Polevnsky y su primer maestro político, en las épocas en que el neoliberalismo feroz consolidó su presencia devastadora y perniciosa en México.
Reflexión
Nuestro sentido pésame a los hijos del maestro Emilio Gidi Villarreal, ex rector de la Universidad Veracruzana, exfuncionario estatal (ejemplar), exdiputado local presidente del Congreso y un gran ser humano. Descanse en paz uno de los políticos que dieron brillo a esa actividad (la política) de servicio a la sociedad. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas