El cambio climático impacta en las zonas productoras de miel del estado de Veracruz, en donde antes no hacía frío y ahora se presentan bajas temperaturas, lo cual está reduciendo la población de abejas, alertó Juan Carlos Moreno Seceña, subdirector de Investigación del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa (ITSX).
El también investigador sobre calentamiento global y cambio climático, indicó que los vuelcos bruscos de temperatura en las zonas productoras de miel, limitan tanto la reproducción como el nacimiento de las abejas, pero también propician su muerte, con lo cual las poblaciones se reducen y disminuye la producción de miel en las colmenas.
Otra de las causas de la reducción de la población de abejas es la el mono cultivo, esto significa que si en una región solo se siembra una especie de planta, la abeja solo se alimentará del néctar de esa planta y una sola no puede tener todos los contenidos que necesita una abeja para vivir: “La diversidad de cultivos ayuda para que la abeja no se extinga”.
A esto hay que sumar el uso desmedido de pesticidas y agroquímicos, que son agresivos para la abeja y que el campesino utiliza para combatir la mosca pinta, sin embargo estas malas prácticas también destruyen a otras especies.
“De todos estos factores que mencioné, el cambio climático está jugando un papel muy importante en la desaparición de las abejas”.
Entrevistado en el marco de la “Expo Miel 2019”, que se realizó en el Parque Juárez de esta capital, Moreno Seceña precisó que las abejas son las que llevan a cabo la polinización, por lo que si se acaban las abejas se acaban los alimentos y los seres humanos no tendrían como alimentarse: “No creo que sea tan así de prisa lo que va a suceder, o pueda suceder pero si habría que cuidar la población de abejas”.
Hay que cuidar a las abejas
El mensaje para la población es que no maten a las abejas, porque esos animales son más de beneficio que perjudiciales, ejemplo de ello es que su piquete es utilizado en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso central.
“Las abejas son de mayor beneficio de lo que se cree, hay que cuidarlas y de alguna manera proteger hasta donde esté nuestro alcance la población de abejas y apoyar el consumo de la miel, que es de alto contenido de anti-oxidantes, energético y no está relacionado con el factor de enfermedades como la diabetes”.
Diversificación de la producción
El académico añadió que así como la producción de miel ha ido a la baja, también el consumo en la población, a lo que se suma la competencia con la miel de países como China y Colombia, que están desplazando a la miel nacional, por lo que el sector está en crisis.
Ante este panorama el investigador recomendó a los productores diversificar la venta de miel, por medio de, por ejemplo, salsas o galletas, “los que necesitan más energía son los niños, y ahí hay un potencial de mercado, en lugar de que el niño vaya a la tienda a comprar una golosina, sin aporte nutrimental, sería excelente preparar un producto ad-hoc y atractivo, para que fomentar el consumo”.
Otro ejemplo es que la miel tiene propiedades curativas y medicinales, y por ahí se podría explorar ese mercado, “pero falta capacitación técnica y asesoría, de parte de las autoridades para el productor”.
AVC/Noemí Moreno