Con fecha del 19 de febrero pasado, la Dirección General del Registro Público de la Propiedad y de Inspección y Archivo General de Notarías, a cargo de David Agustín Jiménez Rojas, giró una alerta a los encargados de los Registros Públicos de la Propiedad de la entidad, para que no reciban y mucho menos realicen trámite alguno que provenga de Jorge Winckler Yessin, titular de la Notaría número 35 con residencia en Salina Cruz, Oaxaca, debido a irregularidades detectadas en un instrumento relativo a una compraventa.
Esta no es la primera vez que autoridades tanto de Oaxaca como de Veracruz ponen en tela de juicio el trabajo notarial de Winckler Yessin, quien acumula diferentes denuncias desde el 2004 por dar fe en distintos actos notariales irregulares.
También es del dominio público, que pese a ello, durante 2017 y 2018 el notario público habría cometido actos notariales fuera de la ley, cuando su hijo Jorge Winckler Ortiz ya era fiscal de Veracruz.
De ahí que no resulte extraño que el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez mantenga esta medida precautoria, sobre todo si se toma en cuenta que pese a tener las pruebas en contra de Yessin, éste sigue gozando de la vida, total, mientras su hijo siga al frente de la Fiscalía General del Estado, tiene la certeza de que nada le pasará.
Lo que se pretende con esta acción instruida mediante el oficio número 132/2019, es que no se vulnere la legitimidad de propiedad de los usuarios y vigilar que efectivamente, el ejercicio de toda función notarial se apegue con estricto derecho a los principios de legalidad, imparcialidad, y autonomía.
Por lo pronto, la alerta ya se giró y seguramente el fiscal Jorge Winckler seguirá calladito, haciéndose el Tío Lolo respecto a estos hechos de corrupción que involucran a su padre… Ya lo decía Pompín Iglesias: ¡qué bonita familia!