A principios de diciembre de 2018, con 39 votos a favor y 11 en contra, la LXV Legislatura local aprobó la reforma del Artículo 33 de la Constitución Política de Veracruz, que le otorga al Congreso estatal –de conformidad con lo previsto en su Artículo 67, Fracción I, Inciso D– la facultad para designar y remover al titular de la Fiscalía General del Estado, un órgano constitucionalmente autónomo.
¿Qué fue lo que pasó en este lapso de dos meses, ya que hace un par de semanas el grupo legislativo de Morena ni siquiera pudo alcanzar el mínimo de 34 votos que exige la mayoría calificada para someter a juicio político al fiscal Jorge Winckler Ortiz, por lo que sus líderes tuvieron que suspender de última hora la votación en la primera sesión extraordinaria y al día siguiente posponer hasta nuevo aviso la segunda reunión plenaria?
De los 39 votos que sumaron en diciembre perdieron 8 a principios de febrero, pues en total fueron 19 los diputados que se opusieron a que se enjuiciara y destituyera al fiscal yunista.
De todos los argumentos que esgrimieron para tratar de justificar su repentino e incongruente giro –ya que dos meses antes habían aprobado la reforma constitucional para que el Congreso pudiera remover a Winckler, ¡y posteriormente se opusieron a ello!–, ninguno resultó convincente.
Inclusive algunos legisladores acusaron que habían recibido desde amenazas hasta propuestas económicas indecorosas de parte del secretario de Gobierno, Eric Cisneros, y del coordinador del grupo legislativo de Morena, Javier Gómez Cazarín, pero nunca mostraron pruebas de sus dichos pese a que hasta aseguraron poseer grabaciones. Tampoco procedieron a denunciarlos penalmente ante la Fiscalía, como habían amagado también.
Y es que se sabe que ni de Cisneros ni de Gómez Cazarín recibieron la tentadora oferta de “comprarles” sus votos, pues tanto el titular de la SEGOB como el coordinador de los diputados de Morena están totalmente decididos a apoyar en Veracruz, al costo político que sea, la Cuarta Transformación que a nivel nacional viene impulsando el presidente Andrés Manuel López Obrador para cambiar el régimen de gobierno corrupto.
Ambos, el funcionario y el diputado, fueron duramente criticados porque a juicio de sus detractores fallaron en la “operación política” que sobre todo en los últimos 14 años se maniobró de manera muy eficaz a punta de cañonazos millonarios. Pero ahora los lopezobradoristas han decidido acabar con esta inmoral y perniciosa práctica, sabedores de que los legisladores que traicionen los postulados del partido y de su máximo líder político que fue quien en realidad los hizo triunfar en la pasada elección, muy difícilmente se van a poder reelegir para el Congreso o ganar las alcaldías en los comicios locales de 2021.
Un caso ejemplar es el del diputado Gonzalo Guízar Valladares, quien por su partido, el PES, obtuvo en Coatzacoalcos sólo 1,500 votos, mientras que por Morena recibió más de 40 mil sufragios. ¡Y fue quien encabezó la revuelta a favor de Winckler!.
¿O acaso suponen que sus electores no tienen memoria?
Eric Cisneros, firme
Por cierto, vaya elucubraciones tan absurdas que provocó el pasado lunes la solicitud de licencia del diputado federal priista Héctor Yunes Landa, de quien llegaron a mencionar que su separación de la curul era para sustituir a Eric Cisneros en la Secretaría de Gobierno, versión que el gobernador Cuitláhuac García y el propio legislador del PRI desmintieron este martes.
Cisneros Burgos, por lo que se vio en la ceremonia conmemorativa del Día del Ejército en la zona militar de El Lencero, sigue aparentemente firme en la SEGOB aunque continúan las versiones de su inminente remoción, misma que, hasta donde se sabe, el mandatario veracruzano no tiene pensado hacer por el momento. A menos, claro está, que la fulminante orden proviniera del gobierno central.
Yunes Landa, por su parte, explicó a través de un comunicado que su ausencia temporal del Congreso se debe a que hace unas semanas fue sometido a una intervención quirúrgica debido al rompimiento de un tendón de la mano derecha y otro tipo de complicaciones, y que debido a la falta del reposo postoperatorio que le fue prescrito provocó que la lesión se le complicara y tuviera que regresar el lunes al quirófano. Pero dijo que “apenas sea dado de alta, retomaré mi desempeño parlamentario”. Por lo mientras rindió protesta su suplente Edmundo Martínez Zaleta.
¿El ‘doctor’ Martín Cabrera al IMSS?
A propósito, hablando de priistas, cuántas críticas y descalificaciones está recibiendo el ex alcalde orizabeño Martín Gaudencio Cabrera Zavaleta porque presuntamente estaría por colarse como subdelegado metropolitano del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que ahora tendrá su sede en la ciudad de Córdoba, ante la inminente desaparición de la Delegación Sur, que durante varios sexenios radicó en Orizaba.
Y es que obviamente los lopezobradoristas de hueso colorado –o más bien moreno– no logran dar crédito a esta disparatada versión, pues recuerdan que como alcalde Cabrera Zavaleta fue acusado de malversación de fondos, denuncia que libró porque habría recibido protección de Fidel Herrera Beltrán, quien en diciembre de 2004 sucedió a Miguel Alemán Velasco en la gubernatura.
En marzo de 2016 protagonizó tremendo escándalo al ser detenido en la calle, en estado de ebriedad, supuestamente por golpear a su pareja y violar el Bando de Buen Gobierno al orinar en la vía pública.
Después de abandonar el PRI, partido que lo hizo alcalde y diputado, buscó espacio en el PRD y en el Partido Verde Ecologista de México. El año pasado se enroló en Morena, apoyando la campaña presidencial de López Obrador y de sus candidatos en la región centro del estado.
Ahora, Cabrera cuenta a sus amigos que ya está listo para tomar las riendas de la Delegación Norte del IMSS, con sede en Xalapa, pero las negociaciones no han sido fáciles. Y es que, según ha trascendido, son tres grupos políticos los que se disputan esta relevante Delegación, ya que será la sede principal del IMSS en el estado, pues la Delegación Sur, con Sede en Orizaba, se integrará al organigrama de Xalapa, para pasar a ser Subdelegación regional Metropolitana.
Los lopezobradoristas se preguntan si acaso el súper delegado federal en Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ya le habrá reportado al director general del IMSS, Germán Martínez Cázares, o al presidente López Obrador el cuestionado perfil de Cabrera Zavaleta.
Y es que manifiestan, con cierta preocupación, si con este tipo de personajes que representan las peores mañas del priismo decadente, Morena logrará posicionarse en las siguientes elecciones haciendo creíble el discurso del presidente López Obrador de acabar con la corrupción.