El Observatorio de Educación Médica y Derechos Humanos (OBEME) surge para investigar la problemática expuesta por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) referente a la violación al derecho a la vida y a la salud, paradójicamente, en las propias instituciones de atención médica. Una de las causas más importantes y frecuentes de la referida violación es que las víctimas fueron atendidas por estudiantes de medicina, de pregrado o posgrado, sin supervisión. Sin duda alguna, este es uno de los grandes problemas de la educación médica y de los servicios de salud a nivel nacional, sobre todo porque se oculta, las instituciones no lo reconocen y a los pacientes y sus familiares no se les informa si quien los atiende es un médico de contrato o un estudiante de medicina.
Para entender la problemática expuesta es fundamental conocer el punto de vista de estudiantes o residentes (R) que se forman como médicos especialistas. En esta ocasión presentaremos los testimonios de los residentes que cursan el primer año (R1) en el estado de Veracruz, mismos que se recogieron en noviembre de 2018, como parte del proyecto “Educación médica y derechos humanos” con registro 25966201892 en la Dirección General de Investigación de la Universidad Veracruzana.
En el estado de Veracruz, la formación de médicos especialistas se desarrolla de manera conjunta entre la Universidad Veracruzana y los hospitales de los Servicios de Salud de Veracruz (SESVER), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). En este sentido, los testimonios que se presentan son todos de estudiantes de la Universidad Veracruzana que están en algún hospital de cualquiera de las instituciones de salud mencionadas.
“Es una subsede muy buena para realizar el primer año de residencia médica. Sin embargo existieron muchas guardias en donde el personal médico no está completo y los residentes debíamos suplir esa falta y tomar decisiones que no nos competen para el primer año de residencia.”
“Las jornadas laborales durante la residencia son extenuantes. Hubo ocasiones en las que no pude comer ni ir al baño. Es muy poco el personal para dar abasto a esta unidad de salud.”
“Se deben incrementar las actividades académicas relacionadas con cada especialidad incluyendo sesiones clínicas, módulos departamentales y enseñanza teórico-práctica. Disminuir la carga de trabajo con jornadas que nos den el tiempo necesario para estudiar los temas y desarrollarlos adecuadamente.”
“En cuestión de la educación y formación al personal médico. En nuestro hospital […] no existe la docencia, nosotros los residentes tratamos de enseñar a los internos y/o estudiantes, pero no existe docencia por parte de los médicos adscritos del hospital, ni espacio de tiempo para desempeñar estas actividades académicas.”
“… muchas veces los médicos adscritos no están de acuerdo en que vayamos a clase porque ellos tienen que trabajar y la condición para poder ir a nuestros días académicos en viernes es que entremos a las 5 am o antes para dejarles hechas todas las notas o no nos dejan ir a clase.”
“Considero que las jornadas de trabajo no permiten que cumplamos en su totalidad ni de forma adecuada las tareas académicas.”
“… no aprovechamos las clases debido a que tenemos un exceso de trabajo y no logramos prestar atención por el cansancio extremo al que estamos sometidos.”
“Fue una buena sátira de primer año de residencia médica pero no les estoy comentando nada nuevo, esta supuesta subsede de residencias médicas no cumple ni siquiera remotamente con los requisitos indispensables para la formación ni de médicos de pregrado y mucho menos un postgrado. Realmente es un desconcierto ver cómo una Universidad que se considera como una de las mejores de México avale dicha unidad…”
“… este año sirvió para conocer la triste realidad de este país […] los niveles de corrupción y la desidia de instituciones «autónomas» que avalan dicha farsa, considerando la falta de supervisión y sobre todo su molicie para realizar algo en favor de una mejoría.”
“… mi más ferviente deseo de que algún día se suspendan todos los campos clínicos del Hospital […] desde campos clínicos para estudiantes internos de pregrado y residentes, hasta que haya un cambio profundo radical y sobre todo demostrable, si no sólo condenan a un desprestigio y a que la sociedad sufra las consecuencias que es lo más grave. Gracias.”
“Considero que muchos de mis profesores como mi profesor titular, el jefe de servicio y las profesoras del turno matutino y otros fueron buenos profesores respetuosos, cordiales, sin embargo en cuanto a lo académico sus actividades no permitían un desarrollo académico.”
“Sé que es una residencia en el cual tienes que sacrificar muchas cosas de tu vida personal, sin embargo también considero que somos estudiantes y no esclavos del sistema de salud en los que no se nos permite comer en las jornadas laborales por lo que me gustaría eso pudiera cambiar para futuros residentes que lleguen a esta localidad.”
”… las clases nos la proporcionamos nosotros a nuestro entendimiento, poco apoyo de los médicos asignados, no respetan nuestro horario. Siempre nos dejan hasta altas horas de la noche trabajando en el hospital, restándonos tiempo para poder estudiar. No tenemos áreas adecuadas de descanso y área donde tomar clase de forma adecuada. Considero (que a) la sede falta mucho para tener una residencia médica. Los médicos de base consideran a los residentes como mano de obra barata y no como becarios en formación no aportan nada ante ello.
“… Supervisión más estrecha por parte de la universidad de las actividades […] En esta unidad no se sigue el programa académico y muchos doctores se esfuerzan por enseñarnos pero, por ejemplo, existen guardias sin nada de supervisión porque no hay internista contratado.”
“Me parece que el método educativo es el óptimo que se está siguiendo en mi unidad de salud, solo falta tener a la mano más herramientas para volver este proceso de enseñanza más eficaz.”
“Por ser médicos en formación deberían de poner de manera prioritaria la enseñanza ya que hay servicios muy saturados de pacientes y la mayoría del tiempo eso se interpuso con dicha enseñanza.”
“Puntos buenos, puedo decir que cuando tuve problemas de salud la mayoría de los adscritos externaron su preocupación y la ampliaron para darme el descanso que se necesitaba. Lo cual agradezco.”
“… el personal de base abusa de los estudiantes para realizar sus labores.”
“Considero que el ambiente laboral es muy hostil en mi servicio de urgencias […] así como un horario poco favorable para […] mi formación académica […]. Para el jefe de servicio y los médicos adscritos es más importante sacar el trabajo […] que invertir en nuestra educación académica. […] considero que mi formación médica es muy deficiente. Ojala las autoridades de la Universidad Veracruzana pudieran intervenir en esta problemática […].”
“Espero que realmente tomen en cuenta estas respuestas ya que es lamentable el nivel académico que ofrece el hospital […] Realmente es nulo.”
En México hay poco más de 150 mil médicos en las instituciones de salud que están en contacto directo con los pacientes. De estos, una tercera parte son estudiantes de medicina (internos, pasantes o residentes) que laboran un promedio de 80 horas a la semana. La preocupante situación de los estudiantes de medicina en las instituciones de salud es ignorada y pasa desapercibida. Decisiones como restringir la contratación de médicos empeora la situación, particularmente, la de los médicos residentes, sobre quienes recaerá la carga de trabajo que tenían los médicos que ya no serán contratados. En nada se favorecen ni a la educación médica, ni a la atención a las necesidades de salud de la población.
Domingo Vázquez Martínez.
Observatorio de Educación Médica y Derechos Humanos
Instituto de Salud Pública/Universidad Veracruzana.