A pesar de que las leyes veracruzanas prohíben el maltrato animal, no falta quien promueva expresiones que constituyen actos de barbarie, como el embalse de toros que se realiza en Tlacotalpan, en el marco de las fiestas de La Candelaria.
Desde dicho municipio, ubicado en la cuenca del Papaloapan, nos llegan noticias sobre declaraciones de promotores de esos actos de maltrato animal.
El presidente de la Asociación Nacional de la Defensa de las Tradiciones Mexicanas, José Luis Nava Cruz, adelanta que habrá problemas si la Fiscalía General del Estado impide la celebración de las fiestas en Tlacotalpan, con el embalse de toros incluido. Si hay un operativo para impedir el embalse, advierte, “va a arder Troya”.
Dice también que su organización tiene un amparo que impediría a la autoridad actuar para evitar esa práctica. Al referirse al embalse, apunta que «aun así, con su Ley que dice él (se refiere al Fiscal), no la vamos a aceptar», con lo cual se infiere que violarán la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Veracruz, reformada por última vez en agosto de 2018.
En el embalse de toros en Tlacotalpan los animales son trasladados a la orilla del Papaloapan, donde los asistentes los golpean y maltratan, en ocasiones hasta la muerte.
Los grupos ambientalistas y pro derechos de los animales han denunciado esas prácticas como actos de barbarie.
Al iniciar 2018, la Dirección General de Ferias, Tradiciones y Arte Popular de la Secretaría de Turismo, confirmó que para las fiestas de La Candelaria, celebradas el 2 de febrero, continuaría el embalse y liberación de toros, así como el cruce de los animales por el río Papaloapan. El entonces titular de dicha oficina, José Salvatori, declaró que la idea era preservar la tradición.
Sin embargo, la preservación de una tradición no puede ser argumento para violar la ley; por otro lado, de permitirse el embalse, nada aseguraría que las agresiones contra los animales no se concreten; habría que recordar que en esas fiestas, el consumo de alcohol es común, por lo que no hay manera posible de controlar o evitar el maltrato.
Hace un par de semanas, el fiscal especializado en delitos ambientales y contra los animales, Andrés de la Parra, advirtió que el embalse es una práctica prohibida en Veracruz y que si las autoridades locales promueven o permiten esos actos, se abriría una carpeta de investigación. No sería la primera vez: en 2017 hubo un incidente en el marco de las fiestas de La Candelaria: 60 personas detenidas al llevar a los toros al embarcadero. En esa ocasión, el entonces alcalde, Homero Gamboa, salió a los medios para declarar que no había flagrancia en el delito, dado que no se soltó a los toros.
La pregunta es si la Fiscalía General del Estado, el Ayuntamiento, y las secretarías del Medio Ambiente y de Seguridad Púbica deben permitir el embalse y la suelta de toros, que son considerados actos de maltrato animal.
Las fiestas de La Candelaria son tradicionales; son también un atractivo turístico que debe promoverse por ser orgullo de Veracruz; este año, por ejemplo, la cartelera incluye eventos extraordinarios, como los fandangos y el encuentro de jaraneros, así como la presentación de las agrupaciones musicales Mono Blanco y Los Cojolites, excelentes exponente del son jarocho; es una celebración que no necesita ser conocida como promotora del maltrato animal. @luisromero85