Cuando las mentes empiezan a instruirse e informarse, los pensamientos son los contrapesos de los flagelantes insultos de la corrupción y de la injusticia, para arrastrar el fango de la desgracia a la luz de la verdad para superar el suplicio del oprobio.

La señora Sara Deifilia Ladrón ha instruido a su cortesano Raciel Damón Martínez Gómez, se publique en los medios informativos, que la señora Ladrón de Guevara, “ajusta” su salario a nivel de la Presidencia de la República: “comunicó que su salario está ajustado a un monto menor que el del presidente de la República, en congruencia con el modelo de austeridad promovido a nivel nacional y convencida del objetivo de las políticas institucionales”.

Esto se traduce como una falta de respeto al Estado que promueve la rebelión contra la austeridad, como consecuencia denota corrupción.

La Universidad Veracruzana tiene su origen en la entidad. Basta darle una somera leída a la extraordinaria obra “Aproximaciones al estudio histórico de la Universidad Veracruzana”, editada por el Instituto de Investigaciones en Educación, de la Universidad Veracruzana y por la Biblioteca Digital de Investigación Educativa; de los autores Miguel Angel Casillas Alvarado, José Luis Suárez Domínguez, Candy Cano Lara, Esmeralda Alarcón Montiel, Margarita Pérez Pablo, Martha Dolores Arriola Álvarez, Rafael Lucio Pérez Rojas; editado en el  2008, en el Capítulo 1 “Ensayo de Periodización de la Historia de la Universidad Veracruzana”, página 37, de los autores: José Luis Suárez Domínguez y Miguel Angel Casillas Alvarado. En la Introducción de esta obra,  que todo universitario, académicos y administrativos deberían disfrutar; menciona:

“El contexto institucional del origen de la Universidad Veracruzana como muchas de las universidades públicas latinoamericanas, la UV tiene una génesis que se relaciona con el Gobierno Estatal en turno. Su nacimiento se remite al 11 de septiembre de 1944. Sus antecedentes institucionales fueron los llamados Colegios de Instrucción Pública, que datan de los inicios del siglo XIX. El antecedente directo de la Universidad es el Departamento Universitario del Gobierno del estado, creado y establecido en la ciudad de Córdoba en 1919; este departamento tenía bajo su jurisdicción a las escuelas de educación superior ya existentes. Su origen fue resultado de una serie de planteamientos hechos en la Constitución Política del estado de Veracruz de 1917. Este Departamento también atendía a las escuelas de enseñanza media (secundarias y bachilleratos) y era una oficina propia del Gobierno del estado. Otro antecedente de la creación de la UV se encuentra en la Ley de Educación emitida en el año de 1920 en la cual se contemplaba la normatividad de las funciones universitarias, aunque no tuvo aplicación alguna. Quizá el hecho más reciente antes del surgimiento de la Universidad fue la aprobación de una Ley Orgánica en 1940, la cual fue promovida por el Gobernador Constitucional Interino del Estado, Fernando Casas Alemán. Luego de un largo periodo de inestabilidad política, nacional y estatal, y de una larga serie de debates que tenían por objeto la “unificación de la educación” y la definición del tipo de secundarias, bajo el gobierno de Jorge Cerdán Lara (1940-1944) nace la UV; para ello se crea el Estatuto Orgánico de la Universidad Veracruzana, primer documento destinado a legislar las funciones de la reciente institución, misma que era concebida como: 1. Un órgano destinado a suministrar la enseñanza técnica, la secundaria, la profesional y la de altos estudios bajo la inspiración de un marcado espíritu democrático. (Universidad Veracruzana [UV], 1944: 7-8) El primer Rector de la UV fue Manuel Suárez Trujillo, de origen cordobés y mé- dico de profesión; fue también el primer jefe del Departamento Universitario y participó en el proceso de constitución de la UV. Fue presidente del Consejo de Educación Popular, que se estableció para administrar las escuelas del estado de Veracruz; esta designación fue hecha por el comandante militar del estado, el General Cándido Aguilar, en 1915.”

La ominosa intensión y declaración por parte de Sara Deifilia Ladrón de Guevara, inducida a los medios informativos por el lacayo Raciel Damón Martínez Gómez, desde luego en complicidad con el área financiera de la Casa de Estudios, con la obvia intención de pretender colocarse a la altura del Presidente de la República, designándose un salario “mínimo abajo del de él, es un acto de sinrazón, de oprobio, de burla al pueblo, al  gobierno de Veracruz, al Presidente de la República y sus políticas financieras de austeridad, que tanta falta le hacen a este país, y desde luego a la comunidad universitaria, con una lógica obtusa y cerrada, de una rectora absorta en su incesante, frenética y absurda actuación.

La señora Sara Deifilia Ladrón de Guevara, debe acordar o asignarse un salario acorde al establecido por el gobernador, pero mucho más abajo, de quien manda políticamente en Veracruz, y no pretender intentar burlar la investidura gubernamental de la entidad. Es ahí, en donde la rendición de cuentas al Congreso Local debe de ser permanente, porque se trata de una Universidad pública que pertenece al pueblo de Veracruz.

La LXV, las contralorías respectivas y el Consejo Universitario deben de someter a minuciosa auditoría moral-económica-administrativa a la rectora y a su séquito de colaboradores; ya que se habla de intereses obscenos con el CENEVAL, en donde se menciona es accionista el ex rector Víctor Arredondo; la asignación de salarios y pensiones estratosféricos, cobro de becas al CONACYT sin hacer la investigación académica-científica correspondiente, inducción en los servicios médicos a ciertos laboratorios en donde se obtienen ganancias millonarias indebidas, entre muchos otros datos de corrupción.

Sintácticas

De Manuel Vicent:

A lo largo de la historia, algunas batallas memorables por su crueldad se han realizado en verdes prados llenos de flores silvestres, bajo un sol de primavera, mientras en los árboles cantaban los pájaros.

De Voltaire:

En el siglo XVI, durante la peligrosa intolerancia religiosa, François-Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire, escribió en su obra “Tratado sobre la Tolerancia”:

Un obispo de Varnie, en Polonia, tenía un anabaptista de granjero y un sociniano de recaudador; le propusieron que despidiese y persiguiese al uno porque no creía en la consustancialidad y al otro porque no bautizaba a su hijo hasta los quince años: respondió que serían condenados para toda la eternidad en el otro mundo, pero que en éste le eran muy necesarios.

De un observador:

Salgamos de nuestra pequeña órbita y examinemos el resto de nuestro globo.

De un terapeuta:

Cuando las evidencias son obvias te enceguece la necesidad por el dinero.

De un melancólico indiscreto:

Cuando los asuntos ya casi están…estaban.

Alfredo Anaya. La máquina de escribir. L. Anderson. “Voces para la Paz”. Director: Miguel Roa: