En noviembre de 2017, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal dio a conocer que el robo a trenes se había disparado en nuestro país, y que Veracruz era la entidad donde más se cometía dicho delito.
El reporte denominado Seguridad en el Sistema Ferroviario Mexicano estableció que sólo en el tercer trimestre de ese año se cometieron en Veracruz 576 robos contra el tren: 226 robos a ferrocarriles que transportaban granos, vinos, licores y alimentos procesados; y 126 al transporte de productos terminados, como juguetes, perfumes, ropa y artículos de limpieza.
Seis meses después de la divulgación de dicho reporte, y tras el accidente ferroviario registrado el 19 de mayo de 2018 en el municipio de Orizaba, se presentó un diferendo entre la empresa Ferrosur, de Grupo México, y el gobierno de Miguel Ángel Yunes.
Tras dicho accidente, la empresa calificó el caso como un acto de sabotaje; y pidió mayor seguridad para los trenes que circulan por las vías ubicadas en territorio estatal.
Yunes aseguró que no había dictámenes periciales para hablar de sabotaje y que la información de Ferrosur carecía de sustento. Poco después, cambió el tono de su discurso y centró su discurso al castigo a los delincuentes que atentan contra los trenes que circulan por la entidad. Asimismo, apuntó que el Ejército, la Marina, la Policía Estatal, PGR y Policía Federal reforzarían la vigilancia, a efecto de garantizar la seguridad de los pasajeros y de la mercancía que transportan los trenes; habló del uso de drones, de operativos sorpresa y de la posibilidad del uso de las armas contra quienes atenten contra el tren.
De esa manera, Yunes Linares reconoció de forma implícita el problema relacionado con la seguridad del transporte ferroviario en la entidad, que ha sido una queja frecuente de las empresas del sector.
Se trata de un problema presente desde hace años en Veracruz y particularmente en la zona limítrofe con el estado de Puebla, que ha liderado las estadísticas de siniestros, atentados, actos vandálicos y robos contra el tren en nuestro país.
El más reciente reporte de seguridad del Sistema Ferroviario Méxicano, que emite la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, corresponde al tercer trimestre de 2018. Dicho documento establece que entre los meses de julio y septiembre ocurrieron 292 siniestros, mil 65 robos y dos mil 576 actos vandálicos contra el tren.
Consigna además que tanto el robo como el vandalismo mantienen su tendencia a la alza.
En Veracruz ocurrieron en dicho periodo 11 siniestros con causales ajenas al ferrocarril. La entidad se ubicó en el lugar número cuatro en ese rubro, detrás de Nuevo León, Estado de México y Guanajuato, pero ocupa el primer lugar nacional en cuanto a los casos de robos a componentes de vía (rieles y componentes de fijación), y así ha ocurrido desde hace más de un año.
El reporte oficial establece que la ruta de Veracruz al Valle de México es la segunda con mayor incidencia del robo a producto/carga en nuestro país.
Puebla y Guanajuato son los estados con más robos al transporte ferroviario mexicano; sin embargo, muy cerca de dichas entidades se encuentran entidades como Jalisco, Tlaxcala (que ha registrado un repunte significativo en el número de caso) y Veracruz.
El problema del robo a trenes se encuentra entre los pendientes del sistema de seguridad Veracruz, dado que a pesar de las acciones anunciadas por el pasado gobierno del estado, el avance en esa materia ha sido mínimo. A eso se debe, básicamente, la preocupación de Grupo México sobre la inseguridad en el tramo ferroviario Veracruz-Puebla, que representa enormes pérdidas para el sector. @luisromero85