De los tres aspirantes priistas a una magistratura, tal parece que a Silvio Lagos Galindo se le podría complicar más conseguir al menos dos de los tres votos que su partido tiene en el Congreso local.
Y es que debido a su fuerte temperamento, en el pasado el ex director Jurídico del Sistema Estatal del DIF, ex dirigente de la CNOP en Veracruz y ex diputado federal protagonizó serios desencuentros –por no llamarle de otra manera– con un par de correligionarios que actualmente ocupan una curul plurinominal en la LXV Legislatura del estado.
Una es la diputada local Éricka Ayala Ríos, con la que en 2009 tuvo fuertes roces personales en la campaña electoral por la diputación federal, en la que Lagos Galindo llevó como candidata suplente a la lideresa sindical del COBAEV en la contienda por el octavo distrito conocido como Xalapa-Rural.
Según trascendió en aquella ocasión, las diferencias llegaron a tal grado que cada quien hizo campaña por su lado. Ayala Ríos fue anclada en la ciudad capital, mientras que Silvio recorrió los otros 18 municipios de ese inmenso distrito electoral.
Fueron los años en que Lagos Galindo, arrogante por la protección política de la señora Rosa Borunda de Herrera Beltrán, gozaba de tal poder que inclusive llegó a alucinar con que podía ser candidato a la gubernatura, lo que le generó también un fuerte conflicto personal con Javier Duarte, ex secretario de Finanzas y Planeación que en esa misma elección fue nominado como candidato a diputado federal por el distrito de Córdoba para destrabar el candado estatutario que hasta entonces lo inhabilitaba para ser postulado en 2010 por el PRI al gobierno del estado.
Una vez electo como diputado federal, Silvio dejó de visitar los municipios que le habían dado el triunfo electoral. Uno de ellos fue el de Úrsulo Galván, donde desairó al entonces dirigente de los productores cañeros del ingenio La Gloria, Juan Carlos Molina Palacios, quien lo había invitado a su informe de labores en diciembre de 2009 y no se presentó. Mandó a un representante personal, quien públicamente tuvo que aguantar el airado reclamo que ante millares de asistentes le hizo el entonces líder de los cañicultores de la CNC, agradeciendo en cambio la presencia en dicho evento de otros legisladores federales, entre ellos Duarte de Ochoa, Felipe Amadeo Flores Espinosa y Tomás Carrillo Sánchez, otro aspirante también a magistrado.
¿Podrá convencer ahora, nueve años después, a este par de diputados locales para que si logra ser seleccionado de entre otros 350 aspirantes, le den su voto para poder llegar al Tribunal Superior de Justicia del Estado? Ya se verá si aún le guardan rencor.
Otra ‘regada’de Hipólito
Alejandro Moreno Hernández, reconocido académico de la Universidad Veracruzana (UV) y uno de los mejores funcionarios que tenía el Ayuntamiento de Xalapa, fue destituido de la peor manera por el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, de MORENA.
Apenas en julio había sido designado director de Desarrollo Social luego de que encabezara todos los trabajos de reingeniería administrativa, pero de pronto, en una desatinada decisión, fue destituido de manera fulminante por el munícipe que lo sustituyó por quien estaba a cargo de la Dirección de Desarrollo Económico, Alejandro Saldaña.
El relevo se dio coincidentemente después de que el regidor priista Juan Gabriel Fernández Garibay se quejó, a nombre de un poderoso grupo de empresarios, de que Alejandro Saldaña era flojo e irresponsable, que incumplía acuerdos, además de tener un carácter violento y prepotente.
Entonces Hipólito, “visionario”, lo retiró del cargo y lo premió con el lugar de Alejandro Moreno Hernández, director de Desarrollo Social.
Así, el antropólogo, maestro en Psicología y Desarrollo Comunitario y doctor por la Universidad del País Vasco en el Programa “Historia del Mundo Contemporáneo”, perdió el valioso espacio en el gobierno municipal.
La mano de Alejandro Moreno se notó en todos los espacios culturales que durante este año registraron llenos totales.
Puso en operación 15 centros de gestión comunitaria y llevó teatro, música, danza, lectura de libros, programas de salud, educación y recreación a colonias donde no se habían efectuado anteriormente.
Impulsó los programas Municipio y Escuelas Saludables. Cerca de 900 mujeres participaron en actividades recreativas. Gestionó más de 8 mil becas a estudiantes de niveles básico y medio superior así como para zonas de alta marginación.
Implementó programas especiales como Prevención del Delito con jóvenes de varias colonias de alta criminalidad; acciones especiales con personas con discapacidad.
Facilitó de manera gratuita los recintos culturales del Ayuntamiento, consiguiendo un mayor acercamiento con la gente tradicionalmente abandonada, familias de las periferias, entre otras acciones.
Es de lamentarse su salida.