Vaya situación tan incómoda la del diputado federal priista Hector Yunes Landa: en su partido tienen la sospecha de que en la elección de gobernador de julio pasado habría operado a favor de MORENA, pero los del movimiento lopezobradorista, a los que supuestamente apoyó, lo tratan groseramente.
Y es que este domingo el ex senador y ex candidato del PRI a gobernador se presentó en el evento que encabezó en la Plaza Lerdo de Xalapa el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero dice que se tuvo que retirar porque lo trataron en forma descortés.
“El signo de la 4T (Cuarta Transformación) es la división. En gira del Pdte @López Obrador_ a Xalapa, pese a reiterada invitación, diputados federales de PRI y PAN fuimos objeto de descortesía, por lo que me retiré del evento. No fue agravio personal, sino institucional, en particular al poder legislativo”, difundió sumamente molesto por Twitter.
¿Pero qué esperaba Yunes Landa? A su edad, con toda su experiencia política, no puede pecar de ingenuo.
Después de tres intentos –2006, 2012 y 2018–, López Obrador y sus huestes por fin llegaron al poder y no lo van a querer soltar al final de este sexenio.
Se ve que el diputado federal no puso tanta atención al discurso que dio el tabasqueño en su toma de protesta como Presidente de la República, pues en la parte final remarcó:
“Trabajaré 16 horas diarias para dejar en seis años muy avanzada la obra de transformación, haré cuanto pueda para obstaculizar las regresiones en las que conservadores y corruptos estarán empeñados.
“Por eso aplicaremos rápido, muy rápido, los cambios políticos y sociales para que si en el futuro nuestros adversarios, que no nuestros enemigos, nos vencen, les cueste mucho trabajo dar marcha atrás a lo que ya habremos de conseguir. Como dirían los liberales del siglo XIX, los liberales mexicanos, que no sea fácil retrogradar.
“Pero también dejo en claro que bajo ninguna circunstancia habré de reelegirme, por el contrario, me someteré a la revocación del mandato porque deseo que el pueblo siempre tenga las riendas del poder en sus manos. En dos años y medio habrá una consulta y se les preguntará a los ciudadanos si quieren que el presidente de la República se mantenga en el cargo o que pida licencia, porque el pueblo pone y el pueblo quita, y es el único soberano al que debo sumisión y obediencia.”
Y como parte de esta estrategia, López Obrador creó la figura de los “superdelegados”, que el propio Congreso de la Unión, controlado por su partido, le acaba de aprobar pese al rechazo casi unánime de todos los gobernadores del PRI y PAN.
En MORENA saben de las aspiraciones y ambiciones políticas futuristas de Yunes Landa en Veracruz, quien todavía el pasado viernes 30 de noviembre, en el último día de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, anduvo entregando apoyos en la zona de Tezonapa acompañado de funcionarios que él acomodó en algunas delegaciones federales. Y es que además de volver a contender por la gubernatura en 2024, tiene también el proyecto de crear en breve un partido político local.
Pero a los de MORENA tampoco se les olvida que en la sucesión estatal de 2016, la que como candidato priista perdió ante su primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN, también difamó a Cuitláhuac García, actual gobernador en funciones y anfitrión de López Obrador en el evento de este domingo, acusándolo de haber recibido recursos públicos del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
A finales de septiembre de 2016, Yunes Landa y Cuitláhuac fueron entrevistados por el periodista Luis Cárdenas, conductor del programa radiofónico Noticias MVS. El ex candidato priista habló sobre las supuestas reuniones de García Jiménez con Duarte. “Eran en Casa Veracruz, ahí entraba un vehículo, una Grand Cherokee negra. Lo reportó un elemento de seguridad que también está insatisfecho con el gobernador (Duarte). Le metían maletas y entraba hasta en dos ocasiones a la semana”, afirmó.
Cuitláhuac negó las acusaciones del ex abanderado del PRI. Dijo que estaba “muy sorprendido por las declaraciones de Héctor Yunes. Él le está apostando a la poca memoria de algunas personas, pero los veracruzanos sí tenemos memoria. El 13 de marzo estuvo en un evento público con Javier Duarte. Entre ellos pactaron no sólo un apoyo económico, que siempre hacen los gobierno priistas a sus candidatos, sino también pactaron la lista de candidatos a diputados”.
También comentó que en ese evento, Héctor Yunes “habla de su jefe político Duarte y cómo la lleva con él”.
Aseguró que Yunes Landa “está ocultando que apoyó a Miguel Ángel Yunes Linares. El día que salieron los resultados (electorales), dijo que apoyaba al gobierno de su primo y se reunió con él.”
En esa entrevista, García Jiménez dijo que Héctor Yunes “pertenece a esa clase política del PRI que es muy mentiroso.”
“No sólo no me reuní con él, sino que mientras Héctor Yunes estaba pactando con Duarte, también pactó con Yunes Linares; nada más para que veas lo falso que resulta la pelea que ellos tenían durante la campaña”, comentó el morenista, quien finalmente exigió “que salgan todos los vídeos de Casa de Veracruz y de Palacio de Gobierno, para ver quiénes entraban y salían, entre ellos, Héctor Yunes”.
Con estos antecedentes, ¿acaso el vicecoordinador y vocero de la diputación federal del PRI esperaba que ahora le pusieran alfombra roja y que Cuitláhuac le cediera su lugar al lado de López Obrador?