José Arturo Herrera Melo, académico de la Universidad Veracruzana (UV), externó su pretensión de reescribir la psicología a través de la implementación del “operacionalismo materialista contextual”, al cual calificó como un embrión que busca constituirse en una alternativa teórica para enfrentar asuntos humanos de peculiaridad histórica.
Dentro de la 1ª Jornada Académica “Materialismo filosófico & teoría psicológica”, que tuvo lugar el viernes 26 de octubre en el auditorio de la Facultad de Psicología, destacó que se trata de una teoría para lo que ninguna otra corriente psicológica estaba preparada.
Por ello, con el paso de los años confía convertirla en un proyecto de envergadura histórica, que tenga la capacidad de competir con otras teorías de tipo conductista, psicoanalítica, cognitiva y humanística.
Ante psicólogos, filósofos, antropólogos, sociólogos, historiadores, pedagogos y público en general, mencionó que al respecto ya se ha desarrollado una investigación en coordinación con las Universidades de Oviedo y Complutense de Madrid, en España.
En el marco del evento organizado por la Escuela Materialista de Xalapa, y al impartir la ponencia titulada “El operacionalismo materialista contextual como embrión de teoría psicológica”, el especialista aseguró que muchos de los manuales que actualmente son consultados para entender la historia de la psicología están pésimamente escritos.
“Cuando nosotros queremos explicar un fenómeno presente a partir de coordenadas historiográficas lejanas, lo que hacemos es jugar una tetra a quienes nos están leyendo.”
Planteó que la psique de la que hablan Platón y Aristóteles no tiene nada que ver con la palabra psicología, la cual curiosamente surgió en la Edad Media tardía, alrededor de 1565.
En presencia de estudiantes y académicos de este programa educativo, opinó que el origen de la psicología tiene sentido a partir de las grandes migraciones poblacionales europeas, ocurridas entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Explicó que cada disciplina científica cumple diferentes funciones desde el punto de vista histórico, y en el caso de la psicología facilita el tránsito entre la Edad Media tardía, la Ilustración, el romanticismo y el capitalismo industrial trasnacional.
Herrera Melo subrayó que con esta teoría intenta establecer que la psicología representa una suerte de saber disciplinar que busca facilitar la adaptación de los individuos a determinados contextos históricos y políticos.
“El estudio del devenir histórico de la psicología demuestra que no es una ciencia ni lo será, porque es una técnica de control social o una modulación de la conducta individual según determinada demanda de praxis antropológica.”
Al ejemplificar este nuevo modelo, expuso que si se intenta regular o modular la conducta de un millennials –quien es insensible a los malestares del mundo y siempre piensa en su propio bienestar– a partir de un modelo psicológico humanista o de cualquier otra índole, simplemente no funcionará debido a que está completamente desfasado de las condiciones materiales de vida en la que se encuentra el individuo.
“Se piensa que todas las psicologías son efectivas porque los usuarios a los que están atendiendo requieren una modulación determinada de praxis antropológica.”
El candidato a Doctor en Investigaciones Humanísticas por la Universidad de Oviedo, también plasmó otras ideas que representarían la materia prima para justificar la construcción de esta nueva teoría psicológica.
En este sentido, enfatizó que la universidad latinoamericana no está preparada para construir proyectos de largo alcance en donde se busque transformar de manera radical las disciplinas o innovar completamente los paradigmas, modelos o criterios de investigación.
“La universidad latinoamericana aún no ha reconocido su vocación de constructora de teorías, se levantan edificios en honor a pensadores que no son mexicanos.”
Y cuestionó: ¿Por qué tengo que circunscribirme a un modelo de investigación que algún pensador diseñó para resolver los problemas de su época?
Por ello, este proyecto de investigación –al que ha dedicado 15 años– se encuentra al margen del auspicio de instituciones mexicanas donde intentó florecer, pero donde finalmente sí tuvo eco fue en Europa.
Lo anterior de alguna manera es comprensible, dijo, en el sentido de que pareciera que en cuestiones filosóficas y psicológicas todo está resuelto de una vez y para siempre.
“Si queremos construir una teoría que resulte novedosa tiene que darse de espaldas a la tradición, y no podría darse una teoría novedosa si no criticáramos ferozmente a todas las posiciones psicológicas que han existido.”
Resaltó que hay casos muy contados donde un pensador mexicano tiene la capacidad de desarrollar programas de investigación que estén a la vanguardia de un campo temático disciplinar en específico.
Otra de las ideas que sostuvo es que las ciencias y las disciplinas académicas no deben construirse de espaldas a una reflexión ontológica, gnoseológica y pragmática.
Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV