Este martes 25, en reunión con el cuestionado Comité Ciudadano de Seguimiento al Proceso de Entrega-Recepción, creado por decreto por él mismo, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares afirmó que en menos de dos años logró disminuir la deuda heredada por los cuatro gobiernos anteriores, todos priistas, desde el de Patricio Chirinos –del que formó parte de 1992 a 1997 como titular de la SEGOB– hasta el de Javier Duarte.

Sin dar mayores detalles, Yunes presumió que gracias a la reestructuración de la deuda pública, al ajuste en el gasto y a un manejo eficiente y honesto de los recursos, hoy Veracruz tiene una mejor situación financiera. Además se ufanó de que “cuatro calificadoras internacionales han subido a Veracruz de calificación y lo han puesto en sus páginas de Internet; que esta mejor calificación de Veracruz obedece a un manejo honesto de los recursos y a que hemos reestructurado correctamente la deuda”.

¿A qué calificadoras internacionales “más prestigiosas” se refirió Yunes? ¿A Standard and Poor’s, quien hace tres años tuvo que pagar una multa de 1,370 millones de dólares para saldar cuentas con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y una veintena de Estados de la Unión Americana por haber manipulado la nota de valores financieros respaldados por hipotecas tóxicas o “subprime”, que en 2008 originaron la peor crisis financiera? ¿También incluyó a Moody’s Investors Service y a Fitch Ratings, que son propiedad prácticamente de los mismos accionistas de S&P?

Hace un mes escribimos que la primera tomadura de pelo a los veracruzanos, acerca de la deuda pública estatal, la había hecho el entonces gobernador Javier Duarte en octubre de 2015, cuando acompañado de sus hijos Javier y Carolina Duarte Macías, y de funcionarios de la Secretaría de Gobierno y de Sefiplan, anunció en conferencia de prensa el pago ¡del 90 por ciento! de la deuda heredada por su administración a través de la reestructura con garantía de los Fondos de Aportaciones para las Entidades Federativas (FAFEV) y de Infraestructura Social (FAIS), así como el Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones al Personal (ISRTP).

En esa ocasión, Duarte aseguró que con esta medida se esperaba obtener 5 mil millones vía FAFEV, mil 700 millones del FAIS y 15 mil millones de pesos del ISRTP, casi 22 mil millones de pesos en total que se abonarían de los 25 mil 145 millones de pesos que, por esa fecha, dizque sólo adeudaba su gobierno a la banca.

El mandatario priista presumió que “esta medida” no significaba “más deuda para los veracruzanos”, sino que liberaría “participaciones federales que tenemos en estos momentos comprometidas para el pago del servicio de la deuda pública”.

Para ello, Duarte envió al Congreso local una iniciativa con proyecto de decreto que aprobó la LXIII Legislatura del estado. En ella exponía a los diputados que esta estrategia financiera permitiría el equilibrio de los ingresos, al tener más recursos a través de las participaciones federales, lo que además fortalecería la economía veracruzana. Dicha reestructura, según argumentó, permitiría la liberación de 3 mil millones de pesos anuales que se ocuparían para subsidiar a la UV y al IPE así como para cubrir los pagos pendientes a proveedores, prestadores de servicios y contratistas, lo que con el cambio de administración se puso al descubierto que no se cumplió.

Ahora, a casi dos meses de que concluya su administración, Yunes Linares también ha pregonado como un gran logro de su mini gestión haber reducido el monto de la deuda.

Pero nadie sabe con certeza a cuánto asciende realmente la totalidad de los pasivos. El economista Rafael Arias Hernández, investigador de la UV, declaró en agosto pasado que la deuda pública rebasaría los 100 mil millones de pesos, lo que tampoco la Comisión de la Verdad creada exprofeso por la LXIV Legislatura saliente ha logrado clarificar.

El Órgano de Fiscalización Superior anticipó que incluiría un informe especial detallado sobre la deuda contraída por el Gobierno del Estado en el Informe de Resultados de la Cuenta Pública 2017 que estaba por presentar a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados. Según se puntualizó, dicha información estaría desglosada por rubros como deuda a corto y largo plazo, fuentes de financiamiento e intereses, y datos sobre las cuentas por pagar y los llamados pasivos contingentes.

Hace un mes, el gobernador electo Cuitláhuac García declaró que la reestructuración de la deuda resultó mala para Veracruz pero benéfica para quien la realizó, por lo que prometió revisar el proceso de renegociación, ya que le habría generado una presunta ganancia de ¡900 millones de pesos! a quien la operó. Pero de eso Yunes no dijo nada.

La ‘Transformer’ 

Por cierto, hablando de la deuda pública. ¿Ahora que Clementina Guerrero decidió dejar la administración yunista para servir en las filas de MORENA como tesorera del Ayuntamiento de Xalapa, le aportará al gobernador electo Cuitláhuac García todo lo que sabe en esta materia debido a su desempeño como secretaria de Finanzas y Planeación y coordinadora de asesores del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares?

Y es que la súbita transformación de “Tula” Guerrero ha generado dudas y escozor entre algunos militantes del partido lopezobradorista.

¿O a poco habrá divorcio político entre el alcalde Hipólito Rodríguez y García Jiménez, quien a diferencia del munícipe morenista ha reiterado que en su gabinete no habrá ex funcionarios duartistas ni ex colaboradores de Yunes Linares?

Con estos nombramientos del alcalde xalapeño, a ver si no se cumple la maledicencia de esos malquerientes del lopezobradorismo, quienes suelen vaticinar con sorna que la Cuarta Transformación de México podría terminar en una “transformación de cuarta”.