Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta,
negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca de horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra,
de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable)
[Cuerpo a la vista.
Octavio Paz]
«La vulva —afirma Guillermo Sheridan en su texto La sonrisa vacía— es palabra pantomima: los labios la pronuncian abriéndose de la estrecha u a la complaciente a como se abren los labios de la vulva. En un poema juvenil, Paz ve la vulva de su amante y en ella un rostro de ‹sonrientes labios entreabiertos y atroces›. Es hermosa e intimidante.
«Rubén Darío, mentor erotólogo de Paz, percibió en ‹los moluscos reminiscencias de mujeres”› y alabó al ‹peludo cangrejo›. López Velarde, el mentor amoroso, miró entre las piernas femeninas ‹sañudos escorpiones›. La fascinación y la cautela en el espanto de Dante ante la Sirena doblemente anfibia: a la mirada y al olfato. También explica que Pegaso, Belerofonte y el Mar mismo reculen ante la ciudad de Janto cuando sus mujeres les muestran sus vulvas. (…)
«Valva es puerta y vulva es envolver. César Vallejo, el devoto de la cachonda Otilia, escribe que la vulva es la ‹válvula / que se abre en suculenta recepción›; en los labia majora mira unas ‹hojas anchas› y luego unos ‹soberanos belfos›. Y luego, una de sus imágenes más peculiares: la vulva está entre ‹los dos tomos de la Obra›».
La vulva ha sido, desde siempre, un misterio que los artistas han intentado develar mediante sus buenos oficios. Semilla, horno, fogón, envoltorio del amor o de la lujuria o de la vida, como quiera que se vea, la vulva siempre resulta, vuelvo a Sheridan, «hermosa e intimidante».
Recientemente, 13 artistas (número cabalístico) radicados en la región de Xalapa: Salvador López, Graciela Segura, Edith García Zavaleta, Mirna Valdés, Carmen Pale, Uriel Lozada, Miguel Flores, Rosa Borrás, Felisa Aguirre, Eduvina Espinoza, Mercedes Boullosa y Marco Venegas, convocados por Alma Alfaro, han vuelto sobre el tema para trabajarlo colectivamente bajo la premisa de que «la vulva no es solo un símbolo de lo femenino, sino que su forma ovalada nos remite a la semilla primigenia y, por ende, a la fecundidad de la tierra, su cultivo y al placer sensual de la vida». El resultado es la exposición Vulvas. Portales de vida, que será inaugurada el sábado 8 de septiembre. Sobre eso, platiqué con Mirna Valdés:
«Mi inicio en el arte fue en la música, hace mucho tiempo estudié siete de los 10 años que comprende la carrera de Guitarra Clásica en la Facultad de Música. Me casé, tuve a mis hijos, tuve que trabajar y abandoné la carrera, pero esto de querer expresar algo a través del arte, lo tengo desde niña. Años después hice la licenciatura en Grabado en la Facultad de Artes Plásticas. Después dejé un poco las artes plásticas y me dediqué a la poesía, desde hace como unos 15 años estoy tratando de escribir, es difícil pero tengo varios intentos de trabajos poéticos. Hace unos cuatro años regresé a la plástica y mi sueño es conjugarla con la poesía.
«Hace año y medio o dos años conocí a Carmen Pale, que es orfebre, en una exposición que hicimos con varias compañeras. Un día me habló por teléfono y me dijo oye, Mirna, hay una convocatoria para trabajar el tema de las vulvas, ¿no te interesa? Yo tengo cierto trabajo plástico sobre ese tema y le dije sí, sí me interesa. La convocatoria la hizo una señora de Naolinco que se llama Alma Alfaro, ella tiene una concepción muy rica respecto al trabajo colectivo, ella convoca pero nadie dirige, todos aportan, eso es lo rico.
«Se hizo una primera reunión en La Culpa —el espacio de Mercedes Boullosa—, yo no estuve pero le dije que sí me interesaba. Después me dijo armamos un chat en Whatsapp, si quieres participar, te voy a añadir. Yo sí estaba interesada pero me interesó más cuando empecé a leer los textos que mandaban en los que hablaban de lo que estaban trabajando. Me pareció muy interesante porque hay orfebres, Alma trabaja el textil, hay pintura, dibujo, de todo.
«Después, se hicieron otras reuniones. Otra cosa interesante es que sin conocernos, cada uno está enriqueciendo, al menos a mí, con la visión que tiene; para comenzar, algo que me sorprendió es que cuando me invitó Carmen yo dije vamos a ir puras mujeres, pero fui a una reunión y me encontré conque también hay hombres, y se me hizo más interesante. Hay un chico que se llama Uriel Lozada, le pregunté ¿qué es lo que te mueve a participar en esto? Y me dio una respuesta que me llena de esperanza, no es textual porque lo digo de memoria pero me dijo algo como: trato de deshacerme de los machismos y creo que esta es una forma de quitármelos; él está bordando un paliacate.
«Cada uno tiene sus propios motivos por los cuales está participando y esto de coincidir también es algo interesante y valioso, sobre todo ahora que todo mundo quiere hacer su propio trabajo y brillar con su luz propia.
«También está participando otra persona que me dio mucho gusto ver, Miguel Flores, también fue una sorpresa cuando me dijo que a él le interesa rendirle un homenaje a todas las mujeres que dieron sus vidas en la Revolución, alude a las Adelitas, esas mujeres que anduvieron con sus niños a la espalda y con las cacerolas en las manos y caminando y contribuyendo y luchando para que este país fuera otro.
«Mi objetivo es contribuir junto con estos compañeros que están haciendo cosas sobre este tema para ponerlo sobre la mesa, llamar la atención; a mí me parece que es de suma importancia por los tiempos tan violentos que estamos viviendo hacia las mujeres, me sorprende que en estos tiempos todavía siga siendo un tabú y creo que ese no querer hablar sobre esas cosas es un poco lo que nos tiene en este estado.
«Yo he venido trabajando desde hace mucho tiempo las fibras naturales, tomé cursos, investigué en Internet y me metí a hacer mi propio papel a mano desde hace como 10 o 15 años, pero sucede que al estarlo haciendo, descubrí algo que me maravilló: al poner la fibra en el bastidor para que se le saliera el agua y se convirtiera en la hoja de papel, empecé a separar las fibras con un pincel y salió una hoja con surcos que atraviesan de lado a lado. Con esa técnica, hice una serie que se llama Orígenes, esa exposición anduvo dando vueltas por muchas partes aquí en Xalapa, y ahora quiero retomarla.
«También hago batik pero no en tela sino en papel de china, ese fue otro descubrimiento que hice, entonces los combino y eso es lo que voy a presentar, trabajos en hojas de papel de fibra natural con el batik.
«Como te digo, cada uno de nosotros tiene sus motivos y el mío es la cuestión social, pero también he venido realizando este trabajo porque para mí la vulva es la semilla primigenia, lo veo hasta en su forma ovalada, entonces me remite a la fecundidad, a la conexión con la madre tierra pero también con nuestras madres, y a la sensualidad, porque esa no está descartada.
«La exposición va a ser en un espacio nuevo —de hecho, se va a inaugurar con la exposición— que se llama Galería el Tapanco, está en Xalapeños Ilustres 136, es un espacio pequeño pero no deja de ser valioso y piensan hacer cosas muy interesantes. Vamos a estar de festejo todo el día: a las 12:00, va a inaugurar la doctora Esther Hernández Palacios y a las 6:00 de la tarde, va a haber una charla con la sexóloga Claunnia Ayora y una partera que se llama Mayra Martínez. Espero que mucha gente nos acompañe».
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