Invertir todos los recursos de una ciudad o estado en un solo proyecto de transporte público puede ser una mala inversión, consideró el director del Instituto para las Políticas del Desarrollo y el Transporte, Rodrigo Díaz.
“Tenemos que ver la parte económica y financiera de todos estos proyectos, porque a veces se pueden gastar todo el presupuesto de todo el estado en un solo proyecto que a lo mejor es una mala inversión”.
Cuestionado sobre la intención del presidente municipal de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, de construir un tren ligero en la ciudad, dijo que primero debe realizarse previo análisis no sólo de los costos de la obra, sino de los gastos que implica su sostenimiento.
“No sé si existe la capacidad financiera para aportar subsidios que típicamente requieren estos servicios. Una es la inversión que requiere hacer un tren ligero, y otra es el costo de la operación en el futuro, mantener los estándares de calidad para que no se nos venga bajo”.
ntrevistado previo a su participación en el Coloquio “El derecho a la ciudad. Medio siglo de una idea revolucionaria”, señaló que en ocasiones las propuestas que se hacen para el mejoramiento de la movilidad son más “que eficaces”.
Por ello, insistió en que la creación de un tren ligero debe ser como respuesta a una gran demanda concentrada para ver si verdaderamente se justifica el proyecto o existen otras alternativas que no son tan visibles.
“A veces las autoridades se ven tentadas a tener soluciones que son muy vistosas, pero que son poco efectivas y que a la larga no saben cómo financiarlas”.
Además, expresó que en muchas ocasiones tras la construcción de este tipo de transporte, se privilegia el mantenimiento de ciertas vías y se descuida el de otras, lo que da como resultado un deterioro de la infraestructura.
“Por tener uno bueno tenemos todo el resto malo, como en el caso de la Ciudad de México en que se apuesta por mejorar determinados corredores, pero el transporte público es de ínfima calidad”.
Perla Sandoval/Avc