Cristina Mac Swiney González, integrante del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), dijo que diversos estudios científicos han comprobado que las diferentes especies de murciélagos son de gran relevancia para los sectores económico y de salubridad, al ser controladores de plagas de insectos.

“Los murciélagos ayudan a ahorrar billones de dólares con la depredación de insectos que son plaga, por ejemplo en los cultivos de algodón, tomate o maíz.”

Comentó que son muchos los servicios ecosistémicos que prestan; por ejemplo, en los ambientes tropicales son dispersores de semillas, polinizan las plantas como el agave, del que se fábrica el tequila. “Dependemos de los murciélagos para que diversas especies de plantas se mantengan”.

Por ello, consideró que es importante desarrollar investigaciones que proporcionen más información de las diferentes especies. México tiene registradas 139 especies y a nivel mundial existen alrededor de mil 300.

Es así que participó en un proyecto junto a investigadores, estudiantes, ciudadanos y organizaciones de ocho regiones del país. El trabajo fue encabezado por Cristian Kraker-Castañeda y Consuelo Lorenzo-Monterrubio de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur); Antonio Santos Moreno, del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional de Oaxaca (CIIDIR), y Cristina Mac Swiney.

El objetivo principal fue proporcionar una caracterización acústica sobre la variabilidad intraespecífica de los llamados de murciélagos insectívoros, realizando comparaciones en edad (subadultos-adultos) y el ambiente acústico (espacios abiertos-espacios cerrados).

Hace algún tiempo en la revista especializada Bioacoustics se publicó el artículo “Effect of intrinsic and extrinsic factors on the variability of echolocation pulses of Myotis nigricans(Schinz, 1821) (Chiroptera: Vespertilionidae)”, resultado de dicho proyecto de investigación.

“Como investigadores es importante publicar los resultados de nuestro trabajo, lo cual es una de las tantas partes satisfactorias de todo el proceso de investigación, es cuando vemos coronado todo el esfuerzo y dedicación.”

El proyecto, como ya lo había mencionado, se hizo en colaboración con investigadores de Ecosur y otras instituciones, en los lagos de Monte Bello, Chiapas, lugar poco estudiado.

Dijo que fueron abordados diferentes aspectos de los murciélagos, especialmente de la especie insectívora y frugívora, pero el artículo publicado aborda cómo estos animales emiten sonidos ultrasónicos (imperceptibles al oído humano) de colocación para encontrar alimento, refugio o comunicarse entre ellos.

“Lo que probó es que no hay diferencia en la colocación de sonidos entre individuos adultos y jóvenes, pero sí hay cambios en la intensidad y en la forma del sonido en un ambiente abierto y/o con vegetación.

”Esto es importante para quienes estudiamos los murciélagos insectívoros y sus sonidos, nos permite darnos cuenta de la plasticidad y cambios que presentan los sonidos dependiendo del lugar donde los grabes, de no tomarlo en cuenta nos llevaría a una mala identificación de la especie.”

La académica del Citro dijo que es un trabajo relevante, toda vez que aborda un tema que ha sido poco estudiado en el país y que es de interés a nivel mundial.

Repositorio sobre especies de murciélagos

Cristina Mac Swiney comentó que desde hace algunos años la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) inició un proyecto para recabar información sobre los sonidos de colocación de los murciélagos insectívoros.

“Aunque hay varios trabajos, no se había hecho un esfuerzo para tener una cobertura de todo el territorio nacional sobre una especie de murciélago que se distribuye en casi todo el país, que tiene las mismas características en el norte, centro o sur, pero hacen sonidos diferentes dependiendo las variables ambientales, vegetación o humedad, para adecuarse al entorno.”

Destacó que es el primer proyecto otorgado a la Asociación Mexicana de Mastología, A.C., por lo que varios de sus integrantes que trabajan en la colocación participaron en él.

Este trabajo también impacta a nivel ambiental y social; por ejemplo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) pide un estudio de impacto ambiental a las empresas privadas dedicadas a la construcción de parques eólicos, donde especifiquen las especies de murciélagos insectívoros que habitan en la zona antes de iniciar la construcción, cuáles fueron afectados durante la obra y si hubo algún cambio posterior, así como la manera en que se remediará el impacto.

También, indicó que con este estudio se puede saber si una especie en peligro puede ser afectada por un parque eólico, entonces la autoridad podrá sugerir construirlo en lugares que no sean pasos migratorios o apagar las turbinas durante los periodos de migración, para no afectar la biodiversidad.

La universitaria dijo que grabaron el sonido, tomaron muestras genéticas, fotografías y demás información de 67 de las 85 especies de murciélagos insectívoros que están reconocidos en el país.

“Nos faltaron algunos de las selvas altas debido a su baja densidad y por lo mismo nos fue difícil capturarlos, incluso hay especies que sólo han tenido uno o dos registros y no se han vuelto a capturar.”

Destacó que los resultados de dicha investigación serán parte de una guía o repositorio de murciélagos que será de acceso libre; es decir, las personas podrán consultar los sonidos de colocación, fotografías y demás información sobre la especie. Esto será posible dentro de dos años.

Sin embargo, la totalidad de los datos, especialmente las muestras de tejidos, serán resguardados por el Instituto Politécnico Nacional Unidad Durango.

“Esto abre las puertas a investigadores interesados en desarrollar trabajos genéticos de diferentes poblaciones de murciélagos a lo largo del país, ya que logramos recabar muestras de tejidos de diversas regiones.”

Dijo que es un proyecto muy atractivo para quienes estudian estas especies en otras partes del mundo, lo que hará posible abrir todo un campo de investigación.

Paola Cortés Pérez/Prensa UV